Enfermo.

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Craig Tucker era un niño de tan solo nueve años cuando sus padres le dieron una noticia para nada agradable.
La situación en la que él estaba era algo deplorable, tanto que perdió las ganas de salir durante bastante tiempo.

Su madre lloraba y su padre buscaba más doctores para poder tratar la hipocalcemia que él decía que tenía su pequeño, lo llevaron a muchos hospitales, buscando ayuda en toda persona profesional, sus padres solo hablaban del hierro en su sangre y el calcio, le contaban que sus huesos eran delicados con eso, era eso lo que lo tenía enfermo.

El hierro, los huesos.

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Pasaron cinco años y Craig no mejoraba le decían sus padres, su salud física era un gran debate y su salud  mental cayó en picada durante todos esos años, con solo catorce años su capacidad de razonar no avanzó nada, su mente era tan estúpida que necesitaba ayuda de sus padres para poder hacer cualquier tarea.

Por su condición mental y su apariencia física jamás pudo tener amigos, no más de dos, de todos modos no le importaba quien le hablara, olvidaba sus nombres.

La enfermedad que tenía lo hacía alucinar, todos los chicos en su clase se burlaban de las extrañas actitudes del joven Craig, pero en su mente solo habían dos cosas.

"Hierro y huesos".

- Las personas tienen huesos, ellos ya tienen hierro suficiente, son egoístas, yo podría tener un poco de lo que ellos tienen - Pensaba Craig quien cada vez más se acercaba a una sola opción.

No era difícil saber qué pensaba en hacer, si tan solo alguien hubiera hablado con él, todo lo que pasó jamás hubiera sucedido.

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Kenny era un chico considerado normal por sus compañeros de clase, su único defecto era su economía, era alguien de clase baja, pero por suerte no era molestado por nadie, a excepción de Eric, uno de sus mejores amigos.

Él miraba a Craig de vez en cuando y pensaba mucho en el por qué de su inusual comportamiento, a veces se le acercaba a hablar, también cuando le tocaba trabajar con él en alguna tarea, Craig solo miraba a todos lados mientras masticaba tus uñas.

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- Muy bien, niños, hoy como ya lo hemos conversado hace unos días, tendrán que hacer un trabajo en grupo, para que se relacionen un poco más ya saben que yo escogeré a los integrantes - Dijo la profesora para luego ir nombrando a los chicos que harían grupo.
- Eric, irás con Kenny - el rubio y el castaño celebraron - y con Craig -.
Eric Cartman no dudó en quejarse.

- ¿Qué? No, con ese rarito no, profe, le acepto a cualquiera, hasta a Pip, pero no ese peruano esquizofrenico -.

- ¡Eric, no quiero volver a escuchar esos comentarios hacia tu compañero! Harás el trabajo con ellos quieras o no -.

- Perra... -.

- ¿Qué dijiste? -.

- Nada -.

Mientras Eric continuaba peleando con la profesora, Kenny se acercó a Craig para conversar y preguntarle en qué casa harían el trabajo.

- Buenos días, señorito Craig - Saludó Kenny.

Craig lo miraba detenidamente mientras mordía sus uñas.

- ¿Te queda leche? -.

- ¿Eh? -.

- En el desayuno dieron cajas de leche, ¿tienes? - volvió a preguntar.

Enfermizo - Crenny. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora