¿eres hombre o payaso? (Mandy x Chester)

¿Eres hombre o payaso?

Mi nombre es Barry, mejor dicho, "Berry", otro día en este trabajo que tanto odio...a quien engaño, admito que es algo interesante, si bien siempre espero a que acabe mi turno para poder sonreír, es imposible que yo dejé el puesto así como así, ¿Y si lo hago, quien estaría tan loco para trabajar aquí?

—¡Atrápalo!—

Ese era Chester gritando, acompañando el sonido de un "peligroso" perdigón extra picante venía hacia mí, sin ser yo su objetivo claro esta, sin embargo lo esquivé con suma facilidad, de nuevo este par de "niños" estaban jugando en la tienda de dulces, Mandy, mi jefa que por un salario mínimo me obliga a trabajar como mula, y Chester, mi compañero de trabajo, que a decir verdad, el era la causa por la que yo tenía que estar aquí trabajando, en parte debería agradecerlo, supongo (?), para mí mala suerte Mandy salió un momento de candyland después del disparo fallido de Chester, no sin antes burlarse de el, sacando la lengua.

—Uh...Esto tiene que ser una broma, acabo de limpiar...—

Me resigne a tener días tranquilos aquí, cuando no estaban jugando era Chester haciendo enojar a Mandy, jugando bromas a los dos o el torpemente cayendo en sus propias bromas, y por supuesto, ensuciando todo, sigo sin creer como es que este negocio prosperaba antes de mi llegada, el lado amable es que al menos Mandy no era tan injusta y ponía a limpiar a Chester a ayudarme a limpiar sus desastres.

—Oye Beeerrryyyy— Dijo aquel bufón que seguia empedernido en molestar a Mandy, tenía toda la mañana intentando darle un disparo, y viceversa.

—Que, Cheeessster— Respondi con total descontento mientras me dirigía a la máquina de algodón de azúcar, con lo hiperactivo que era sabía que me iba a seguir, de paso, le hacía que mínimo sostuviera todos los que estuvieran terminandos. —Mas te vale no hacer enojar a Mandy, es día de pago.

Respire ondo, viendo su expresión cambiar,  solté el aire desilucionado, sea lo que sea, sabía que tenía que quedarme más rato en lo que limpiamos todo esto para poder irnos y que Mandy revise lo de nuestro pago, y no es como si candyland fuera el lugar más agradable del mundo.

—Ohhh para nada mi equino compañero, lo que planeo va a ser muy divertido, seguramente Mandy va a reír con todo esto JAJAJAJA— Chester se rio cuál desquiciado, pero era característico de el, lamentablemente muy rara vez Mandy se divierte con sus bromas, me preguntó que estaba planeando.

A decir verdad, hoy ví a Mandy diferente, quizá un gloss de dulce que le hacía lucir sus labios más brillosos, o su forma de caminar, era distinta a la de siempre, incluso note que cuidaba más sus expresiones, y esa larga y falsa sonrisa con los niños parecía ser más natural.

—Seguramente no, a ver, toma— le pase un par de algodones de azúcar, rezando a quien sea que me dió está miserable existencia que Chester se quede quieto cinco segundos al menos, solo debía poner unos cuantos en bolsas y todo estaría listo, la mejor manera era platicar, por más que odie todo eso. —Pero cuéntame, que planeas ahora.

Parecía niño con un dulce, al parecer le di el gusto, sabía que el lo diría de todas formas, así que me le adelante, y este hasta comenzó a embolsar los algodones, si iba a trabajar así, no era mala idea charlar un rato.

-Oh Berry...— quise interrumpirlo con un "es Barry", pero en este punto ya me resigne, a este paso oficialmente me debería cambiar el nombre, pero bueno, después de aquella pausa salió de la habitación, dejándome colgado con el trabajo, o eso pensé, pues en menos de un minuto volvió, consigo traía una cubeta.

—veras, las bromas con dulces son cosa de diario, entonces pensé y pensé...hasta que llegue a la broma perfecta, dije, "¡Chester, eres todo un genio!", ¿Por qué no cambiar mis bromas?, el agua fría con hielos no hace daño a nadie, de paso recibe un pequeño baño JAJA...— Chester movía sus cejas y sonreía creyendo que descubrió el hilo negro, sin embargo el era una la palabra que deberia usar solo la podía decir aquella chica minera grosera que vino ayer.