sweet dreams

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Jay despertó arrepentido.

«Debería haberle pedido a Jungwon que se quedará... »

Él se odiaba a si mismo por dejar a Jungwon dormir en la sala de estar.

— Creo que iré a dormir en el sofá esta noche. No quiero lastimarte más.

Esa frase resonaba, sin parar, en la cabeza de Jay. Él abrió los ojos y vio la cama vacía de Jungwon.

«Bueno, el lado bueno es que tuve el sueño más hermoso.»

Después de que Jungwon dejará el cuarto la noche anterior, Jay se pasó la noche imaginando que ambos finalmente se besaban. Imaginando cómo se sentiría tocar su piel. Jay cerró los ojos.

«Este sueño es todo lo que tendré de él. Tendré que asegurarme de que lo recordaré para siempre.»

Jay respiró profundamente y comenzó a recordar su sueño en su cabeza, como si fuera una película.

Jungwon se dirigió a la puerta, pero Jay lo tomó de la muñeca y lo hizo girarse.

— ¿De verdad te quieres ir?— susurró Jay.

Jungwon observó a Jay. Movió la cabeza, negando.

Jay se acercó a él y finalmente lo beso. En algún punto, Jay imaginó a Jungwon saltando a él y besándolo mientras lo sostenía.

Jay lo cargó a la cama y delicadamente lo puso sobre ella. Jungwon veía a Jay amorosamente mientras este último se acostaba en la cama de igual manera. Estaban cara a cara y los dedos de Jungwon comenzaron a hacer figuras imaginarias en la playera de Jay.

— Supongo que esta es nuestras única oportunidad para estar juntos, ¿verdad?— dijo Jay con un suspiro.

— Por favor no me malinterpretes, desearía que pudiéramos estar juntos— explicó Jungwon—, pero no le podemos hacer eso a los chicos.

— Lo sé— contestó Jay, triste.

Detuvo sus palabras mientras observaba el techo.

— Entonces, ¿qué tal si aprovechamos esta noche?— preguntó Jay—. Después de esta noche dormiremos en el dormitorio con todos.

— Acepto sugerencias— respondió Jungwon.

Jay se movió rápidamente y se puso encima de él. Él sintió como Jungwon lo miraba y después miraba sus muslos que lo rodeaban. Jay observó como Jungwon se mordía los labios, lo cual hizo que se volviera loco.

Jay cruzó la mirada con Jungwon y lentamente se inclinó hacía él.

— Si haces eso se me vienen muchas cosas a la cabeza— murmuró all oído de Jungwon.

Jay sintió al hombre que amaba estremecerse debajo de él. Él sonrió, excitándose por el efecto que tenía en Jungwon. Jay se agachó un poco y besó el cuello del menor. Jungwon gimió suavemente por el placer, excitando a Jay aún más.
Él abrió su boca y lamió el cuello de Jungwon mientras este pasaba sus manos por el cabello de Jay. El beso se intensificó y Jungwon se aferraba con fuerza a la espalda de Jay.

Jungwon puso uno de sus manos en la mejilla de Jay, dándole una señal. Jay lo miró y se inclinó hacia su boca. Esta vez, su beso fue más apasionado, más firme. Jay mordió el labio inferior de Jungwon mientras que este movía sus manos en la espalda de Jay hasta que encontró el dobladillo de su playera. Lo tomó y se la quitó con movimientos rápidos. Jay lo imitó y le quitó la playera a Jungwon. Jay estaba prácticamente acostado encima de Jungwon y sus pieles se tocaban.

Jungwon decidió cambiar posiciones, así que tomo a Jay y lo hizo rodar hasta que quedó con la espalda apoyada en la cama. Jungwon tomó firmemente las muñecas de Jay y las puso por encima de su cabeza. Jay no se podía mover, sintió lo rápido que latía su corazón mientras Jungwon lo seguía sosteniendo.

Entregarse a si mismo a Jungwon en una posición tan vulnerable era estimulante. Jay lo observó y vio como el menor se acercaba a él.

Jungwon besó a Jay salvajemente y finalizó su beso con otros más pequeños, hasta que se detuvo. Soltó las manos de Jay y las puso en sus muslos.

Jungwon miró a Jay a los ojos.

— ¿Quieres ir más lejos?— susurró.

— Quiero— afirmó Jay.

Él besó los labios de Jay otra vez mientras que lentamente descendía, dejando un camino de besos en el cuerpo de Jay. Empezó en su barbilla, continuando con su cuello y siguiendo con su pecho. Jay disfrutaba como se sentían los labios calientes de Jungwon en su piel que incluso tenía que morderse los labios, evitando que sus gemidos fueran demasiado altos. Jay cerró los ojos, abrumado por los besos de Jungwon que continuaban descendiendo. Hasta que sintió como Jungwon lo desvestía lentamente.

Jay no podía contenerse más. Necesitaba a Jungwon.

Ahora.

Jay sonrió después de haber terminado de revivir su pequeño sueño-película en su cabeza. Él no sabía si debía de sentirse mal por haberse imaginado haciendo el amor con Jungwon.

«Supongo que no lo puedo lastimar. Solo es mi imaginación.»

Le dejó un sabor agridulce.
Observó su celular y vio que tenía unos 50 minutos antes de tener que estar arreglado.

Él suspiró y tocó su mejilla, donde Jungwon lo había besado.

«Por lo menos tengo un beso real, eso es algo.

¿Te estás escuchando, Park Jay?
¿Estás feliz por un beso en la mejilla?
Escuchaste a Jungwon, no puedes estar con él. Lo peor es que él está en lo correcto.
Fui egoísta y solo estaba pensando en mí–y en Jungwon. Ni siquiera considere el impacto que tendría en los chicos si llegábamos a tener una relación.
No pensé lo que diría la compañía o los fans... »

Jay suspiró de nuevo y se volteó para acostarse sobre su espalda, pero sintió algo debajo de él.

— Jay, me estás aplastando el brazo— dijo una adormilada voz.

— ¿Jungwon?— preguntó un Jay muy sorprendido.

— ¿Sí?— respondió Jungwon. Se acercó a Jay y le dió un pequeño beso rápido—. Por cierto, buenos días.

— Espera, ¿lo de anoche no fue un sueño?— cuestionó Jay, recordando lentamente la verdad.

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⏰ Última actualización: Aug 08 ⏰

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𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧 𝗟𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora