Mi padre siempre ha sido cazador desde que era muy joven le gustaba salir todos los domingos de temporada a practicar su amado hobbie,además de aquello le permitía desconectar de su trabajo de médico en una estresante sala de urgencias,yo era una chica joven que prefería irme al gimnasio que salir con mis amigas y mi interés por el deporte hizo que me interesara a la edad muy temprana por la afición de mi padre que a mi madre,a ella no le gustaba que fuera con él no se si porque consideraba que era un deporte para hombres o tenía miedo de que pudiera recibir un disparo accidental el caso es que cuando tuve oportunidad yo fui mayor de edad no me perdía convirtiendo aquello en una actividad padre e hija muy apreciada para ambos.
Una mañana íbamos los dos caminando por el monte con la escopeta en mano a la caza de la mejor pieza creímos ver un jabalí a lo lejos y fuimos hacia él.
Ya sabes que hacer si te ataca- exclamó mi padre.
Si papá-respondí -si viene corriendo hacia mí me echó a un lado.
Exacto -corroboró él -son muy peligrosos si están heridos.
Cuando llegamos hasta el lugar donde creímos haberlo visto nos agachamos detrás de unas rocas y lo pudimos divisar a unos metros.
Creo que desde aquí le doy -susurró él mientras apuntaba con su escopeta que le regalamos mi madre y yo el día del padre.
El tiro fue certero y el animal cayó al suelo ambos nos levantamos y fuimos hasta él pero para nuestra sorpresa se levantó malherido y vino corriendo enfurecido hacia nosotros mi papá apuntó de nuevo pero falló y el animal corrió directo a mí gruñendo como una bestia
¡Échate a un lado!-me gritó mi padre pero yo me bloqueé sin poder moverme en absoluto.
Como despertando de un letargo quise apartarme y caí al suelo deslizándome torpemente por un desnivel de tierra él jabalí corrió hasta unas encinas y lo perdimos de vista aquello duró segundos aunque en mi cabeza se hizo eterno mi papá corrió hasta donde me encontraba tirada ¿estás bien? ¿te has hecho algo?- dijo preocupado
Estoy bien papá -respondí -solo algo dolorida nada más
Nos pusimos en pie y con su ayuda volvimos al lugar donde habíamos estacionado el auto algo viejo pero que todavía usaba mi padre para ir a cazar y me recosté en la parte trasera mientra él guardaba las escopetas para el acto seguido sacar de la guantera un pequeño botiquín noté dolor en la espalda y pensé que podría haberme roto algo pero no quise ser alarmante y parecer una niña por lo que decidí fingir que no me dolía.
¿Como estás? - volvió a preguntar mi papá- ¿te duele algo?
Si pero muy poco- le mentí.
Yo llevaba unos pantalones color castaño que se ajustaban a mi cuerpo de los que llevan refuerzo en el trasero y las rodillas,una camisa y un chaleco color marrón, rematando el conjunto con unas botas adecuadas para el terreno campestre aquellos pantalones marcaban mi figura nada despreciable de deportista lo primero que hice fue quitarme las botas sintiéndolas en seguida como un estorbo y al respirar sentí que me ahogaba porque el dolor de la espalda me impedía respirar bien.
Quitate el chaleco para ganar más capacidad pulmonar así respirarás mejor- dijo mi padre mientras se lavaba las manos con agua que como buen médico siempre tenía esa costumbre.
No, no ha sido nada -respondí haciéndome la valiente.
No digas tonteras y hazme caso Joo-won- dijo algo enfadado
Al obedecer y liberarme de aquella prenda respiré mejor dándole la razón a mi padre.
Déjame que vea si tenes alguna lesión importante- espetó mi padre me palpó la espalda y yo me aparté al sentir su tacto dolorosamente.
¡Joo-won tienes un moretón!- dijo mi papá
No te pongas así papá -intenté tranquilizarlo -yo sé los riesgos de este deporte son cosas que pasan.
Levantate la camisa quiero ver si hay herida y auscultarte- espetó mi padre
No papá me da vergüenza- dije
No digas tonterías, soy tu padre y soy médico si vamos al hospital tu madre se enterará y se acabó a que vengas a cazar conmigo- dijo
Sabiendo como era mi madre,una mujer con mucho carácter no solo ocurriría lo que dijo mi padre sino que él también tendría problemas y tal vez discutirían no quería ser la causa de provocar una crisis en su matrimonio así que le hice caso,quise levantarme la camisa pero era muy apretada por lo que tuve que desabrocharla descubriendo mi joven cuerpo ante mi padre que con sus manos me la quitó dejándome en sostén
Aquí tienes otro moretón -me dijo explorando mi espalda -¿te duele? -preguntó mientras me tocaba y yo pegaba un grito,después me pidió que respirara mientras me auscultaba con su fonendoscopio.
Cariño, es un buen golpe pero parece que no hay ninguna costilla rota y el pulmón parece estar bien ¿te duele en algún sitio más?- dijo ya más calmado
El muslo -respondí como buena paciente.
¿Donde?‐ dijo mi papá
Yo le señalé el lugar justo donde terminaba la nalga y comenzaba la pierna izquierda él tocó la zona con cuidado y yo me quejé.
Debo verlo, quitate el pantalón- dijo mi papá
¿Y si viene alguien? Me da vergüenza papá- dije sonrojada
Mi papá miró al exterior para asegurarse de que nadie nos molestaría.
Estamos en medio de la nada hija, no vendrá nadie- dijo
Llena de vergüenza así lo hice mostrando que llevaba un tanga a juego con el sostén mi papá al verlo intentó ser profesional pero su mirada se clavó inevitablemente en mi intimidad cubierto solo por aquella fina tela su mano se deslizó por el moretón de mi muslo para reposar fugazmente en el cachete de mi culo y apretarlo ligeramente.
¡Acaba de meterme mano! -pensé, pero no dije nada por vergüenza.
Son solo unos hematomas cariño -apuntó mí papá -en unos días estarás bien te daré una crema y deberás guardar reposo.
Delicadamente me empujó para que me recostara y me miró durante unos segundos con una mirada que me pareció lasciva estaba arrodillado a mi lado fue entonces cuando lo vi digamos que sus pantalones de camuflaje también eran un poco ajustados y apretaban sus muslos por encima de la rodilla y como no también su paquete sin hacer uso de mucha imaginación podía adivinar su pene pegado a su pierna apretado por la tela se adivinaba de buen tamaño yo no supe como reaccionar a aquello y decidí dejarme hacer por él sabiendo que nunca me haría nada malo me levantó la pierna derecha para moverla en el aire haciendo círculos.
¿te duele?- dijo negué con la cabeza.
Repitió el movimiento con la pierna izquierda con el mismo resultado.
Voy a explorarte más a fondo-dijo cariñosamente -debo asegurarme de que no tienes una hemorragia interna.
Con dos dedos golpeó con cuidado mi estómago y apretó las distintas zonas mientras yo negaba con la cabeza indicando que no sentía dolor después deslizó sus manos hasta mi pubis para detenerse ahí donde comenzaba la fina tela de mi tanga por un segundo pensé que no se detendría y bajaría hasta mi intimidad mi pensamiento que extrañamente de gustó.
¿Y aquí te duele?- dijo
No papá, no me duele -respondí.
Me miró como si quisiera preguntarme algo importante.
Cariño, debo explorar tus partes ¿me dejás?- dijo nervioso
Yo no supe que responder mientras se me formaba un nudo en el estómago de excitación.
Pero...papá...-solo atiné a decir.
No lo haré si no quieres pero es mejor asegurarse cielo -dijo con voz suave -no quiero que se vea comprometido tu órgano sexual.
Ok papá- respondí con voz temblorosa entregándome por completo a él.
Seré cuidadoso -dijo mientras agarraba mi tanga y me lo quitaba por los pies.
Mi intimidad joven y depilado se mostró ante él que aunque intentaba ser profesional arqueó las cejas como si se sorprendiera de la belleza de mi sexo en seguida noté su tacto y un escalofrío pero no fue algo desagradable sino al contrario al sentir sus manos en el exterior de mi intimidad se despertó en mi una sensación de placer que se fue incrementando mientras su dedos se deslizaban por los labios tanto exteriores como interiores de mi vagina volví a mirar su pene apretado por el pantalón y ahora era más grande sin duda se había excitado ante la visión del cuerpo desnudo de su hija.
¡Oh! -gemí sin poder evitarlo.
¿Todo bien cariño? -preguntó papá.
Si papá se siente muy bien -respondí con la respiración agitada -pero...¿es esto necesario?
Si quieres paro- dijo mi papá
No...no hace falta -dije incapaz de detenerlo.
Un dedo suyo se deslizó por mi vagina provocando que yo me sobresaltara y le sonreí mostrando mi satisfacción ante aquella maniobra sentí que mi intimidad se mojaba y aquel dedo tras unos minutos de jugar se introdujo dentro para iniciar una exploración más profunda y erótica.
¡Papá! -gemí ya sin contenerme
Hija mía -dijo él exponiendo por fin lo que estaba callando hace rato.
Yo desabroché mi sostén para liberar mis pechos que apreté juguetona mi padre como buen conocedor de la anatomía humana que era localizó sin dudar dentro de mi el punto exacto que hace que nos volvamos locas y decidí dar un paso a favor y mostrarle mi compromiso con aquel momento de placer con mi mano acaricié su pene oculto por la tela del pantalón ansiosa por verlo y que me penetrara.
¡Amor mío! -exclamó papá al notar mi mano en sus partes -¡Que feliz me harías!
Yo asentí para darle permiso ¿A qué? A lo que fuera pues ya estaba loca de placer él con la otra mano se desabrochó hábilmente el pantalón para sacar a relucir su miembro lo miré y era gordo, largo, venoso le palpitaba como un animal vivo que hubiera salido de su letargo de repente sentí su boca en mi intimidad que localizó mi clítoris y sin dejar de masturbarme con sus dedos comenzó a chupármelo el grito que dí seguramente alertó a toda la fauna salvaje del lugar mis piernas se estiraron de placer y agarré su miembro sintiéndolo caliente y agradecido por mi tacto lo masturbé y se agrandó algo más deseando introducirse en mi intimidad hambriento como el mío en aquel momento pensé en mi mamá y si mi padre le hacía los mismo en sus noches de sexo sintiendo una gran envidia me pregunté si terminaría follándome ahí mismo o tan solo me masturbaría y me dejaría con las ganas quedando aquello como un recuerdo placentero pero que pudo ser algo mas yo estaba muy mojada y cachonda lista para ser poseída por él así que lo miré y le dije que no aguantaba más que me follara escuchó aquello no dudó y salió del auto ante mi mirada de sorpresa y se desnudó miró a su alrededor para asegurarse que no hubiera nadie y me dijo que saliera yo también admiré su cuerpo, maduro, fuerte y atractivo y me dije a mi misma que tenía suerte de tener un padre así me acerqué a él hasta juntar nuestros cuerpos mi papá me rodeó con sus brazos y pude sentir su pene erecto tocar mi piel nos miramos y sin decir nada nos besamos era la primera vez que estaba en contacto y que besaba a un hombre maduro pues todos mis novios habían sido jóvenes y algunos inexpertos que fuera mi propio padre para mi fue una ventaja pues como he dicho él no haría nada que me perjudicara además el placer que hasta ese momento me había proporcionado no lo hizo ninguno de mis novios aquel beso fue muy intenso apasionadamente en medio del monte nuestras lenguas jugaban mientras sus manos recorrían mi cuerpo con delicadeza pues estaba amorataba algo que no impedía que nos amáramos mi papá dejo de besarme para sacar una manta vieja del auto pero que nos serviría la mañana era fresca y con niebla algo que nos ayudaría a ocultarnos y extendiendo la manta en el suelo nos tumbamos para continuar amándonos se recostó sobre mi cuerpo excitado y sabiendo que sin preámbulos iba a hacerme suya abrí las piernas para recibirlo colocó su miembro a la entrada de mi intimidad para empujar delicadamente como si no quisiera hacerme daño yo agarré sus caderas y lo atraje hacia mi clavándome de una vez su pene y rodeando su cuerpo con mis piernas a él le sorprendió aquello gratamente pues sonrió y resopló como si un golpe de placer le atacara movió ligeramente su cuerpo para comenzar a follarme y yo gemí al sentir deslizarse su miembro gordo y largo en mi interior.
¡Oh cariño!- dijo
¡Te amo papá! -dije tan solo rota de placer.
Me follaba a buen ritmo emitiendo mi boca un gemido cada vez que llegaba hasta el fondo de mis entrañas su boca no tardó en devorar mis pechos que sin duda eran deseables para cualquier hombre y mis pezones que no tardaron en endurecerse ante sus labios que hambrientos no cesaban de llenarse con la carne de su joven hija nuestras manos acariciaban nuestros cuerpos sintiendo las suyas recorrer el mío, mi culo, mis pechos o acariciando mi cabeza con ternura sentí que un orgasmo me inundaba y comencé a gemir más intenso y rápido.
¡Papi! -dije con un hijo de voz
Él me entendió y aceleró la follada siempre con la delicadeza justa para no hacer sufrir al amoratado cuerpo de su hija algo que me ponía al cien comencé a temblar estirando las piernas en el aire y el orgasmo hizo que me corriera mientras papá no cesaba de penetrarme mojando la vieja manta y dejando en ella la impronta de nuestro encuentro mis ojos se pusieron en blanco y abrí la boca mientras era transportada al placer más extremo mi papá emitió un gruñido y con otro gran orgasmo descargó su esperma en mi interior yo caí exhausta y casi desmayada bajo sus brazos mientras con unos últimos movimientos terminaba de llenarme con su leche mirando fijamente mi rostro sudoroso y satisfecho como si quisiera atesorar esa imagen en su memoria salió de mi y ambos nos miramos tímidamente como si despertara de un sueño papá se levantó y pareció sentirse culpable.
No se que me ha pasado hija, lo siento yo..- dijo nervioso
Papá -le interrumpí yendo hacia él -no pasa nada, me ha gustado y mucho.
Pero eres mi hija, no debimos hacerlo- dijo mi papá
Yo he querido hacerlo, tranquilo, nadie lo sabrá- dije
Durante el camino a casa ninguno habló, supongo que estábamos procesando mentalmente lo ocurrido.