Capítulo 3: Pésima Actuación.

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Sus pasos fueron firmes al entrar a su despacho, ordenando con simpleza a su colega qué la puerta fuese cerrada. Mientras terminó de llegar a su escritorio escuchó cómo justamente fue cerrada.

── ¿Cómo puede preocuparte más que despida a una mala empleada qué lo que nos está ocurriendo, Miroku? ── Cuestionó con cierto enfado, apenas mostrándolo en el rostro.

Sin mirar a su colega se dispuso a seguir revisando algunos papeles, su deber aún no terminaba en aquel Pachinko, aunque ya no vigilaría a los empleados. Ellos estaban enterados de su presencia gracias a su mismo colega.

── Eso no tiene nada qué ver, Sesshomaru. ── Respondió serio Miroku, algo muy raro en él.

── Sí tiene, porque no has hecho nada por ayudarme. Todo esto también es tuyo. ── Mencionó más serio, pareciendo dejar su enfado para prestar más atención a lo qué hacía.

── ¡Eso intento, amigo mío! ── Expresó abandonando su seriedad y mostrándose más cómo él, un tanto sereno. ── Pero no es fácil sí no quieres salir en público a aclarar la situación. ── Fue diciendo tras suspirar y encaminarse a un sofá qué había en la oficina del Alpha.

── No sirvo para eso, y lo sabes. ── Se limitó a decir algo seco.

── ¡Lo sé!, ¡Y ese es otro gran problema! ── Exclamó dramático y abatido el Delta mientras se dejó caer al sofá de espaldas, sonando al caer y quedándose recostado. Llevó sus manos a sus ojos y soltó sonidos de lamento antes de hablar. ── ¿Qué se supone que haremos?, sí salgo yo a dar un comunicado no será lo mejor. ¡Seguro me investigarán cómo a ti!, ¡Esos Lucha Omega parecen detectives! ── Sonó preocupado y algo exaltado.

No volvió a responder, dejó a Miroku en su lamento mientras él continuó con su labor, ya había decidido dejar la situación que se desató a raíz del "Lucha Omega" en manos de su camarada. Él no tenía tiempo para lidiar con todo eso, sus Pachinkos y todos sus asuntos labores eran lo primordial, aunque al mismo tiempo el problema que ahora presentaba también era de importancia.

Ya habían comenzado a amenazar con manifestarse afuera de las productoras de supresores, cosa qué no le importaba pero que había puesto más insoportable a su madre. También amenazaron con ir a sus centros nocturnos y Pachinkos, y esto claramente sí le importaba.

Terminarían alejando a todos sus clientes y arruinando su imagen qué de por sí ya estaba manchada por el accidente de la otra Omega con su celo. Parecía que en su familia había una maldición de generación en generación, dónde les ocurrían sucesos de gran impacto en sus vidas.

Y él al igual que a su padre fue la jerarquía Omega qué le fastidió su magnífica vida qué llevaba gracias a su esfuerzo.

Continuando con lo qué hacía sin tener nada más en mente dejó de escuchar los lamentos de su amigo qué parecía ponerse a pensar seriamente. Cosa qué por un momento agradeció, que pusiera a funcionar su tonto cerebro.

Miroku se quedó mirando hacia el techo, sosteniéndose la barbilla en un gesto pensativo. Nada le pasaba por la cabeza. ¿Cómo podrían arreglar todo el asunto? Era la pregunta en cuestión. Sabía que la única forma era que su querido amigo saliera a dar un buen discurso con disculpas y a mostrar sencillez pero ¿Sesshomaru Taisho haciendo tal barbaridad?, era imposible en este mundo.

Ni se atrevía a intentar decir tal cosa, sería callado y mandado al diablo de inmediato.

Sí fuese él quién estaba envuelto en tal problema no tendría ningún problema y seguramente se habría librado desde el primer día pero ¿Cómo salvar la imagen pública de Sesshomaru?

Líder Del Oeste × Lucha Omega. | Sesshōmaru x InuYasha | OMEGAVERSE | AU. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora