El día que acabó y empezó todo

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Xuan Gao había sido condenada a la hoguera, ¿la razón?

Las concubinas del emperador habían confabulado contra ella. El emperador no escuchó explicaciones y ordenó su ejecución. En el último momento de su vida juró vengarse.

El dios de la fortuna pareció haber escuchado su dolor y la devolvió a la vida, pero no la vida que ella conocía. Todo era tan diferente.

Estaba en una estación de trenes en una nación completamente diferente. Ella aún conservaba su pomposa vestimenta tradicional china y sus magnificas joyas de emperatriz, mientras el resto lucía completamente diferente. Cerró los ojos creyendo que todo era una alucinación producto de las llamas. Mientras lo hacía sus recuerdos volvieron hacía ella.

Un joven de cabellera castaña y ojos azules como el cielo sonreía amablemente, intentaba acariciar sus labios, pero ella lo esquivó.

-Marco Polo, basta. Esto... No está permitido para nosotros. Yo soy la emperatriz, tengo una honra que no debo manchar

-Tú no eres feliz siendo esto, además quien cuestiona las acciones de tu esposo? Un cobarde pusilánime que vive para hacerte la vida imposible. Mereces algo mejor que esto.. y yo..

-Marco Polo, ya basta. Entiende que representó a este imperio. Lo que el emperador haga conmigo no tiene porqué importarte

-Claro que sí! Yo te amo Xuan Gao y no puedo prolongar mi dolor de no hacerte mi esposa, de no vivir en felicidad contigo.De no tener hijos... yo solo quiero una vida a tu lado..

Cuando Xuan estaba por reaccionar, unos soldados comandados por el emperador seguido de las concubinas aparecieron y detuvieron a Marco Polo en un calabozo mientras el emperador se encargó de dar su veredicto final.

-Muerte por adulterio -exclamó

En cuanto fue dada su orden la emperatriz fue tomada a la fuerza y encadenada a un gran árbol mientras las personas coreaban a una sola voz su inmediata muerte.

Lo que más le dolía a Marco Polo no era saber si sería ejecutado por traición sino lo que pasaría con su amada Xuan Gao. En la fría celda en su cabeza resonaba sus gritos de auxilio. Él sabía como eran las tradiciones chinas y lo que pasaba con las mujeres que eran sorprendidas teniendo encuentros con hombres diferentes a los eunucos y el emperador. Y se culpaba incesantemente por no haber guardado sus sentimientos.

Xuan Gao tenía los ojos cubiertos por lágrimas pero en su intento desesperado contuvo la compostura y regresó a la realidad. Su reacción fue natural empezó a entrar en crisis al ver como decenas de personas rubias y castañas transitaban cerca de ella observándola con extrañeza y poca afabilidad. No obstante ella empezó a enfrentarse a ellos, pero debido a la barrera del idioma solo palabras muy sencillas salían de ella. Marco Polo jamás le hubiera enseñado algo que no fuera digno de ella.

Mientras las personas pasaban observó a lo lejos a un hombre en silla de ruedas y de inmediato ella se sintió amenazada, confundiendo por un momento la silla de ruedas como un arma militar, el hombre de aquella silla fue derrumbado por Xuan Gao y no faltaron más de 5 minutos para que un guapo oficial acudiera en su ayuda.

Sus miradas se cruzaron, una vaga confianza y atmósfera intima se sentía entre ellos. Era difícil de explicarse, el guapo oficial hizo una breve reverencia.

Xuan no sabía como interpretar eso. Aunque confundida no podía dejar de mirarlo porque él era tan parecido a .... Marco Polo.

-¿Marco Polo?- a duras penas pudo hablar. Sentía como le temblaban las piernas y cómo extrañamente quería abrazarlo. Sin más no pudo contenerse y lo abrazó enseguida.

El guapo oficial no supo como reaccionar aunque el emocionante encuentro fue interrumpido por el enfurecido hombre de la silla de ruedas quien exigió una disculpa de Xuan.

Marco que no se apellidaba Polo sino Acerenza la detuvo y se disculpó por ella asegurando que lo hacía porque ella no hablaba italiano.

A pesar de la confusa situación Marco condujo a Xuan hacía una estación cercana en busca de poder escuchar sus explicaciones sin que el idioma sea un problema.

¿Podría ser víctima de traficantes de personas? Él debía sacarse esa duda para poder ayudarla.

Empezó con preguntas básicas en un chino muy masticado

-Xuan Gao, emperatriz del basto este y las profundas aguas del Huang He.

-Espera.. eso es una bonita descripción de tu personalización pero ya dime.. ¿quien eres?

Xuan Gao sintió esas palabras como una gran ofensa y tiró el rostro de Marco con sus delicadas manos.

Marco sintió esa bofetada como un gran acto de osadía, sabía que podía encarcelarla por golpear a un oficial no obstante tuvo la corazonada de que aquella dama no lo había hecho con malas intenciones y de que todo se trataba de una confusión.

-Está bien, quizá te falté el respeto. Entonces tu nombre es Xuan Gao. Voy a ver tu identificación en la red para saber cuando ingresaste a Italia.

En cuanto se dispuso a hacerlo sintió escalofríos al comprobar que dicha dama era un personaje histórico de China. La emperatriz que revolucionó el sistema, Xuan Gao. Su retrato coincidía con el rostro de la persona que tenía al frente.

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Este fanfic se originó gracias a un comentario en Tiktok que me dio la idea. El video es un corto muy interesante y emocionante.

Obrigada! :D

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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