cap 13 ℙℝ𝕆ℂ𝔼𝕊𝕆𝕊

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A las tres de la tarde tomé un tren. Me sentía exhausto, sin ánimos para quedarme y con la sensación de que sería más difícil de lo que imaginaba. Llevaba un bolso pequeño, con lo esencial para unos días y unas ganas de no regresar. Quería olvidarme del vacío y estaba molesto por la capacidad que le di a alguien de destrozarme la vida. Necesitaba recordar las fuerzas, las ilusiones y sobre todo la emoción de vivir.

El tren estaba lleno cuando subí. Me senté al lado de un viejo que a pesar de la edad, tenía las mejillas rojas y sus ojos azules me miraban con una alegría de quien te conoce de hace años, y tiene mucho tiempo sin verte. Enseguida se levantó y me dio la ventana. Le dije que no era necesario pero insistió: "Necesitas ver el paisaje, yo ya he visto demasiado" .
Quise decirle que se equivocaba, que yo ya tenía una vida para ver y que seguramente a él le quedaba muy poco. No quise ser un odioso, además, últimamente mi amargura me hacía decir cosas de las que luego me arrepentía. En ese viaje sería distinto. Acepté sin más y recosté mi cabeza en la ventana.

El tren arrancó y la vista que me ofrecía era impresionante. Era como si hubiese estado encerrado por mucho tiempo en mi, y hubiese olvidado que hay cosas más importantes que yo mismo. Los árboles estaban deshojados. Empezó a caer la lluvia, pero luego, era fuerte si se producían dando a entender que se avecinaba una tormenta.

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Yo sé que me están odiando por no actualizar pero estoy muy ocupada con mis estudios pero intentaré no dejar tan abandonada el libro

MI VIAJE SIN TI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora