Headcanons Oikage

08.

Contra todo pronóstico Oikawa fue el primero en sentir una atracción hacia Tobio.

Y solo Iwaizumi sabe la tortura que fue aguantarlo durante todo ese proceso. No solo era su negación por aceptar lo que sentía, si no que estaba tan esmerado en negarlo que terminaba dándole más importancia que a cualquier otra cosa.

Empezó por relacionarlo con cosas pequeñas e Iwaizumi se daba cuenta, solo por la forma en que la mirada de Oikawa cambiaba cada que este tenía una grandes ganas de contarle o mejor dicho "quejarse" de su nuevo descubrimiento.

"¡Iwa-chan!"

Ahí iba otra vez.

"¿Que quieres ahora?" Iwaizumi le respondió con el mejor tono que pudo, sin quitar la atención de su trabajo principal que era fregar el piso "¿Acaso has tenido un sueño revelador?"

Oikawa rodo los ojos, sus manos no se habían alejado de su espalda en todo momento.

"¿No? ¡No!" Volvió a decir sin saber como continuar sus palabras.

"¿Entonces?" Dijo deteniéndose de su trabajo para verlo de pies a cabeza "¿Estas triste por lo de tu novia?"

"¿Cual novia?" Respondió rápidamente y le tomaron segundos llevarse una mano a la frente cuando entendió. "¡No! Eso ya paso hace tiempo" 

"No han pasado ni cinco días, que te pas-..."

"¡Esto es mas importante Iwa!" Lo interrumpió "¡Mira!" Le gritó para que por fin le pusiera atención a lo que tenía entre sus manos

Iwaizumi se quedó mirando incrédulo, intercaló su mirada entre lo que sujetaba sus manos y Oikawa.

"¿No vas a decir nada?" Extendió más el felino hacia su rostro para que lo mirara "¡Es un gato!"

"Sí Oikawa, es un gato, no soy imbécil" dijo arrebatándoselo de entre sus manos. Tapo la mala vista que tenía en frente con su pelaje negro  pero en cuanto presto atención a sus ojos bajó al gato lo suficiente para mirar a Oikawa "Acaso..." 

Ni siquiera lo dejo terminar.

"¡Es igual a Tobio-chan!" su tono de angustia se notaba a kilómetros e Iwaizumi solo pudo mirar con lastima al pobre gato que había terminado en garras de ese psicópata. 

"¿De donde lo sacaste?"  fue lo primero que le cuestionó mientras acomodaba bien al felino entre sus brazos. 

Oikawa se lo quito apenas lo vio e imitó su acción recibiendo una mala mirada del gato.

"Se me cruzó mientras venía" dijo en su momento mas sincero .

Iwaizumi se quedo en silencio procesando unos segundos.

"¿Te lo has traído de la calle?" su tono había sonado lleno de sorpresa, aunque viniendo de Oikawa realmente no lo hacía "¿Y si tenía dueño?"

"No traía collar" respondió de forma automática "Además, te lo quería mostrar, no es posible que exista un gato tan parecido a él"

Iwaizumi se quedó mirando la escena delante de sus ojos con los brazos cruzados y llegó a la conclusión que nunca había visto tanta intensidad en la mirada de un gato como ese con Oikawa. 

"Sí, tal vez..." Murmuró imaginando viable que Kageyama le tirara esa mirada en la vida real "Aun así es ridículo, ¿Cómo piensas traértelo de fuera? ve a devolverlo"

"No tiene casa"

"¡Eso lo decidiste tú!" Dijo hasta que sintió la mirada del gato entre los  brazos de Oikawa. Ahora no miraba de forma seria a Oikawa, si no a él "¿Qué?" Se le escapó sin creer lo que veía.

"¿Qué de qué?" El oji marrón alzó una ceja bajando la mirada al gato que empezó a lamerse la pata como si nada.

El silencio reinó por unos segundos hasta que Oikawa suspiró volviendo a hablar.

"Tienes razón, ire a dejarlo fuera"

Iwaizumi dudo por unos segundos y el gato ronroneó en respuesta.

Oikawa sonrió complacido pero el grito del entrenador o mejor dicho un estornudo lo hizo voltear.

"¡¿Trajiste un gato?!" El hombre miró a los dos culpables exigiendo que se voltearan a verlo a la cara.

Oikawa se quedó hecho piedra con el felino en brazos. No quería voltear pero el maullido del mismo terminó por exponerlo.

"¡Oikawa!" Otro grito se volvió a escuchar.

"No tenía idea de que usted era alérgico" dijo tratando de justificarse mientras hacía una reverencia a la vez que obligaba al gato a hacerla con él.

Una vez fuera Oikawa dejó el gato en el suelo, pero este no se movió. Se sentó a su lado antes de acariciar su cabeza.

"Tienes que irte" murmuró señalando la salida de su escuela. Las calles frías y charcos de lodo abundaban por las lluvias previas a ese día.

El gato regresó su mirada hacia él y poniéndose en cuatro patas caminó hasta llegar al lado de su pierna para enredar su cola en su tobillo.

Oikawa alzó una ceja confundido pero no dejo de acariciar su pelaje.

"Asi que te quieres quedar, ¿eh?" Sonrió muy apenas.

"¿Estas hablando con un gato? ¿O me parece?"

La voz de iwaizumi le helo la sangre. Pero suspiró al ser vergonzosamente descubierto.

"Sí" susurró apunto de rodar los ojos pero no lo hizo, su mirada estaba fija en el animal al lado de sus pies "Es que no se quiere ir"

Iwaizumi sonrió apoyandose en el marco de la puerta del gimnasio. Dudo unos segundos de si seguir hablando, pero al final lo hizo.

"¿Te gusta verdad?"

El silencio fue abrumador durante unos segundos y Oikawa palpó dos veces la cabeza del gato antes de ponerse de pie con este entre sus brazos.

"Sí..." admitió finalmente en un suspiro derrotado "y el gato también"