Villano

Aclaración: Hay consentimiento, pueden leer tranquilamente, pero de que está turbio...está turbio.

Aclaración dos: Yuta acá no tiene a Rika como maldición.

Aclaración tres: Esto es ficción, son locuras y ya está, nada de esto es romántico o bonito en la realidad.  Aclarado eso disfruten.

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Estoy harto de absolutamente todo; de sufrir, de la mala suerte, de soportar estar con vida cuando la persona que amo murió frente a mí.

Me encuentro solo, sin amigos, ni familia, nadie que pueda ayudarme. Rika esta muerta. Todo es mi culpa. Ella desapareció y no volverá. ¿Que sentido tiene la vida ahora?

Voy a perder la cabeza. Nadie me va a salvar.

No siento nada, he perdido todo, mis esperanzas, mis emociones, me estoy quedando vacío. Y no sabría decir, si es bueno o malo.        

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Yuta estuvo vagando sin rumbo fijo por un año, hasta que conoció a Gojo Satoru. Un hombre de mediana edad, que se comportaba como un completo idiota.

Gojo se presentó así mismo como el mejor profesor de la escuela Jujutsu, no sin antes decirle a Yuta, de manera muy sutil (tan sutil como un ladrillazo en la cabeza) que se veía como un cascarón vacío.

Hermosa presentación, pensó Yuta, que ya quería largarse y perderse de la vista de ese lunático.

—Pareces muerto ¿Puedo saber que paso? —dijo Satoru.

—No.

—Que frío —sonrió Gojo.

Yuta le dio la razón, el ya no podía sentir nada, no quería nada de la vida, no esperaba mucho de si mismo, ni de nadie y tampoco le importaba. Podría decirse que estaba maldito. Decepcionado de si mismo por rendirse tan fácil.

Gojo lo llevo amablemente (a arrastras) con el a la escuela, con la intención de educarlo como es debido para un joven de su edad.

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Yuta al escuchar a su profesor llamarlo para que entrara al salón de su nueva clase; abrió la puerta con las mismas ganas que tiene cualquier alumno un lunes por la mañana.

Al entrar y mirar aburrido, se fijo en uno de sus compañeros nuevos, un pequeño albino de ojos violetas.

Una emoción llegó directo hacia él, sin previo aviso, dejándolo atónito por unos instantes.

El de ojos violetas lo miraba curioso.

—Bueno Okkotsu, ya que miras tan intensamente al chico lindo, te lo presento, se llama Toge Inumaki, un aplauso por favor —dijo Gojo.

Todos, lo ignoraron. Yuta sobretodo estaba saboreando el nombre de Toge.

—Que crueles, tan chiquitos y tan malos que son.

—Deje de hacer el tonto profesor Gojo —dijo una chica de anteojos y pelo verde.

—Que mala eres Maki —dramatizo Satoru.

—Yo me llamo Panda...soy un Panda.

Toge rió bajito.

—Claro, de sus chistes si te ríes, pero de los míos no Inumaki-kun —dijo Gojo haciendo berrinche.

—Un poco de madurez y dignidad profesor Gojo, está frente a un alumno nuevo, no querrá decepcionarlo tan pronto. Sería su nuevo récord —dijo Maki.