VIII|Sueño de Fantasía

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—Ya me tengo ir—dijo Katsuki, sentía que el corazón le iba a explotar y terminaría haciendo una tontería.
—Bakugo san, p-perdón por lo de esta mañana prometo tener más cuidado, te devolveré tu chaqueta limpia—expresó Yayorozu con mucha timidez.

Bakugo solo asintió con la cabeza y cerro la puerta; el chico fue hasta su habitación para darse un baño y calmar todo su "calor", en lo único en lo que podía pensar era en Yaomomo sus labios, sus ojos, su cuerpo, la voz tan dulce que tenía, pero sin darse cuenta no solo él estaba emocionado por lo perfecta que era la chica.

—¡Carajo!—exclamó el rubio de ojos carmesí sonrojado y con mucha impotencia.

La tarde transcurrió, cayendo la noche todos bajaron a cenar, menos Katsuki, Yayorozu noto que faltaba Bakugo y decidió llevarle algo de comida; ya en la puerta de la habitación de Bakugo , Momo tomó el valor para llamar a su puerta.

—Bakugo san, soy Yayorozu, te traje algo de comer—dijo está con timidez porque no sabía cómo iba a reaccionar.

Bakugo nunca salió, la chica dejó la comida cerca de su puerta, cuando Katsuki tomó fuerzas para salir y ver que ella ya se había retirado, pero le dejo su plato de comida con una notita "Buen provecho", Katsuki se arrepintió de no haber salido a tiempo, tomó la comida y la nota que venía con ella;la dejo en su escritorio y comenzó a comer, pensando en que ella se preocupaba por el.

Todos se disponían a dormir, la única que no lograba conciliar el sueño era Yaomomo, recordó que tenía la chaqueta de Bakugo aún, le traía recuerdos de lo que sucedió esa mañana y sentía una sensación extraña en su estómago eran estas las dichosas "mariposas" que siente una persona enamorada.

—¡Te casarás porque yo lo ordenó!—exclamó la reina levantándose del trono
—Yo el príncipe de los dragones,no necesito cargar con una niña estupida y inútil—dijo el príncipe rojo, dispuesto a llevarle la contraria a su madre la reina.
—Te aseguro que la princesa del reino vecino no es una inútil, te quedarás extasiado de solo verla—expresó la reina madre, tratando de convencer a su hijo.

El príncipe salió de la sala del trono en busca de su dragón para adentrarse al bosque y apaciguar su furia, no estaba de acuerdo con este matrimonio, y tampoco quería casarse; se subió a su dragón y volaron hasta llegar a lo profundo del bosque, dejó a su dragón descansando en lo que él cazaba o mataba a monstruos. A unos cincuenta metros se encontraba una bella princesa de cabellos negros, tez blanca y un cuerpo de hermosas proporciones, una criatura bellísima y delicada.

—¿¡Por qué tengo que casarme con una niña tonta!?—grito el príncipe, mientras avanzaba en la densa maleza.

En eso el príncipe escuchó un ruido,mientras avanzaba se volvía más fuerte; era una mujer que estaba cantando en lo profundo del bosque, ella estaba sentada en una roca, pero lo que llamó la atención del príncipe es que era una mujer hermosa, su vestimenta era peculiar pero de buen material; debía de ser una guerrera fuerte como para encontrarse en un bosque ella sola. Era la mujer perfecta para él deseaba tenerla y hacerla suya, no lo pensó dos veces se la llevaría al castillo y la haría su reina.

El príncipe salió de donde se encontraba observándola, la chica se sorprendió porque no notó su presencia, aquel chico la tomó de la cintura, la acercó a él.

—Tu serás mi mujer, eres fuerte y te sabes valer por ti misma— le dijo el príncipe, eufórico por el tesoro que encontró.

¡RING!,¡RING!,¡RING!

Katsuki saltó de la cama, se sentó, apago la alarma y termino por abrir sus cortinas.

—Estupida alarma—maldijo Bakugo, mientras se agarraba su cabeza por lo frustrado que estaba.

Tu y Yo | BakumomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora