tres hermanos mafiosos enamorados de la misma persona

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Estaba, en mi camita durmiendo asta que mi estúpida alarma empezó a sonar, con mi mano la apaga y me quedé un rato acostada. Me levante y me quede sentada en la cama intentando abrir poco a poco mis ojitos con las luz que refleja en mi habilidad.

Me levante y me puse mi pantuflas de hello kitty, no me juzgen, me gusta además son cómodas, me dirigí a mi baño. Dejé que el agua tibia caiga en la tina, para yo luego irme a preparar para mi baño, ya todo listo, me entre a la tina, estaba tibia.

Con un Gabón me empecé a refregar por todo mi cuerpo, estuve un tiempo más relajándome y pensando cosas de mi vida.

Después de barios minutos, salí de la tina, me dirigí a mi gran clóset, y elegí mi uniforme, así es hoy tengo que ir a la prisión yo le llamo así después todo le llaman escuela, pero yo no, ya todo vestida me dirigí a mi peinador, y empecé a ser mi skinker de mañana, después pasé a mi peinado.

‐Ya, ¡esta!,‐ me dije sola mirándome a través del espejo.

Me saque unas cuantas fotos y guardé mi celular en mi mochila color negro,
¡Y si¡, tengo que estar siempre diba, ¡naa! Mentira.

Baje abajo y ahí vi a My mother haciendo el desayuno baje con un sonrisa, no como siempre, algunas veces bajo con una cara de culo, otras con la cara de que no tengo ganas, también lagunas a síndrome la enferma para no ir a esa prisión, y así susisivamente.

Termine de bajar y me senté en la silla esa altas y apoyarme en la isla, y estar frente a mi mami viendo como hace el desayuno.

Mi pies se movían para atrás y delante, no se rían se que soy chaparra pero tengo carácte.

Mi mamá me miró con esa sonrisa que me alegra el día siempre.

‐Hija me haces el favor...de ir a levantar a tus hermanos‐ mi sonrisa se borro al escueso.

Si tengo 8 hermanos contándome a mi seríamos 9, no se como puedo tener tanto críos esta mujer, seguro que en ese año se le explotaba la panza.

Frunci el ceño, y la mire.

‐¡No mamá!..no quiero ellos ya don grandes..bueno no tan grandes‐ dije haciendo mi berrinche de las mañanas.

‐¡Tn, no me hagas enojar, ve y levantalos, ¿si hija?‐ salte de la silla alta, asta que mi pies toco el suelo la miré una sola vez, y me dirigí a las escaleras con los brazos cruzados, llendo alzando los pies, y por supuesto el puchero, mi madre se río por mi berrinche, ni yo se por qué se ríe.

Subí las escaleras y me dirigí a la primera habitación que esta a lado mió. Habrí la puerta dejando ver a un castaño durmiendo.

Este es el primero que me agarro a madrastra, me hacerque asta su cama, saque si sabana que tenia tapado.

Tome aire para gritar,...pero se me acurrio algo jaja, vi un baso en la mesita de noche, la agarre y me dirigí al baño que el tonto de mi hermano tiene, fui al lavamanos, lo llene, salí del baño y me hacerque asta ese.

Mi cara de diablita no avito aparecer, total me debía el muy idiota incline el baso dejándolo caer.

Buenos días....

‐¡Aah!..mierda‐ grito un tal minho, yo no avite reír.

‐¡jajaj!‐ reí tan alto que este me vio con cara de pocos hermanos y yo no puede avitar hacer lo mismo, por que con migo nadie se mete, aunque con esa cara ase asustar a mis otros hermanos pero con migo no.

‐¡Buenos días hermanito!‐ dije con una voz tierna y una cara inocente. Minho me miraba con rabia lo cual quería reírme pero no solo por eso también por que esta todo mojado y a el no le gusta el agua.