Felix y hyunjin eran amigos de la infancia desde muy pequeños, ellos vivieron momentos muy hermosos que duraron durante años, pero antes de pasar a secundaria Felix tuvo que mudar a Australia junto a su familia dejando a Hyunjin en Seul.
Pasaron 3...
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Ambos chicos, estaban aferrados uno al otro, estaban experimentando una sensación que no se podría explicar con palabras, ambos estaban besándose, sin importar si la madre de Felix los veía o no, total, ella estaba en el trabajo, y no había nadie en la casa.
Felix y Hyunjin estaban en la habitación de Hyunjin, la luz suave de la lámpara creaba un ambiente íntimo. La lluvia golpeaba con fuerza contra la ventana, pero dentro, el calor entre ellos era palpable. Se miraron a los ojos, y sin necesidad de palabras, se acercaron lentamente.
–¿Sabes? Siempre he querido hacer esto – murmuró Felix, sonriendo tímidamente.
–Yo también – respondió Hyunjin, su voz un susurro.
Sus labios se encontraron en un beso suave que pronto se tornó más apasionado. Las manos de Hyunjin se deslizaron por la espalda de Felix, mientras este se aferraba a su cuello, profundizando el beso. El mundo exterior se desvanecía, y solo existían ellos dos.
De repente, el sonido del teléfono de Hyunjin interrumpió el momento. Se separaron abruptamente, ambos con el rostro sonrojado. Hyunjin miró la pantalla y vio el nombre que le hizo fruncir el ceño.
–Es mi hermana – dijo, claramente molesto.
– ¿vas a contestar? – preguntó Felix, aún un poco aturdido por la repentina interrupción.
–Déjame – respondió Hyunjin, contestando la llamada con un tono cortante.
–¿Qué quieres? –dijo contestando la lllamada.
La voz de Yeji, su hermana, sonó al otro lado telefonico.
–Hyunjin, ¿dónde estás? –
– Estoy... en casa de un amigo – respondió, intentando sonar despreocupado.
– ¿Un amigo? ¿Por qué no estás en casa? Te llamé varias veces – insistió Yeji, preocupada.
–Hay mucha lluvia, así que decidí quedarme aquí– explicó Hyunjin, sintiendo cómo su corazón latía más rápido.
Felix lo observaba, sintiendo una mezcla de diversión y nerviosismo. La expresión de Hyunjin era de incomodidad, y no podía evitar reírse de la situación.
–¿Un amigo? ¿Desde cuándo tienes amigos que no conozco? – preguntó Yeji, con un tono de voz que dejaba claro que no estaba satisfecha con la respuesta.
– Es solo un amigo, Yeji. No te preocupes– dijo Hyunjin, tratando de calmarla.
–¿Amigo? ¿O tal vez algo más? –La voz de Yeji era ahora más inquisitiva.
Hyunjin se quedó en silencio, sin saber qué responder. Felix, viendo la situación, decidió intervenir. Se acercó a Hyunjin y le susurró: – Dile que soy tu amigo –
–Es... es Felix dijo finalmente Hyunjin –sintiendo cómo la tensión aumentaba
