Motrilgate (II)

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- Kiki, ven que te ponga crema que te vas a quemar...

Violeta sostenía el bote de protección solar mientras esparcía por su brazo lo que le quedaba en las manos. Habían decidido pasar la tarde en la playa de la Rijana con algunos de los amigos y primos de la andaluza, aprovechando así el sol y enseñándole a la menorquina la gran calidad de la costa granadina.

- Yo no me quemo, soy isleña.

- Eres guiri, y te estoy viendo el hombro rojo desde aquí, así que ven para acá.

Chiara giró su cabeza para comprobar el estado de su hombro, que efectivamente, estaba empezando a coger color y volvió a dirigir su mirada a Violeta con una sonrisa juguetona. Una idea fugaz había cruzado su mente al ver a la pelirroja estática al lado de la toalla y no pudo evitar obedecer a aquel impulso.

- Bueno... ¡si quieres echarme crema vas a tener que pillarme!- gritó, mientras salía corriendo en dirección a la orilla, dejando a Violeta con una buena cantidad de crema en su mano.

- ¡Chiara!- chasqueó la lengua con rabia.- ¡La mato, la mato, la mato!

La motrileña no tardó en tirar el bote de protector sobre su toalla y comenzó a correr hacia la inglesa procurando no verter el contenido. El resto del grupo, reía divertido ante la escena, mientras disfrutaban en sus toallas de la paz de la playa.

Por suerte para la de Granada, Chiara no había tomado demasiada ventaja en su carrera, así que en poco tiempo, pudo recortar la distancia. La británica, por su lado, echaba de vez en cuando la vista atrás para comprobar la posición de la pelinaranja, y no dudó en acelerar cuando notó a su chica peligrosamente cerca de ella, haciendo que la vena competitiva de Violeta saliera a la luz.

A pesar de los muchos intentos de la andaluza por alcanzar a la pelinegra, entendió que era imposible competir con la energía de su chica. Por más que corriera, Chiara era más rápida, así que si quería llegar hasta ella tendría que jugar otra baza.

- ¡Kiki, ven aquí!- resopló, mientras paraba en seco, agachándose en la arena.

- ¿Ya estás cansada?- se burló la menorquina, dándose la vuelta y frenando un poco sus pasos.

- No, me he hecho daño. Creo que me he clavado algo en el pie...

- ¿Segura? ¿Estás bien?- la inglesa trató de acercarse un poco para ayudar a su chica hasta que vio la sonrisa traviesa en el rostro de la granadina.

- O quizás... ¡solo era una trampa!

Violeta retomó la carrera con una velocidad que Chiara no había anticipado, lanzándose sobre la espalda de la menorquina para colgarse de ella y manchando la cara de su chica en el proceso. Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y soltó la más dulce de las carcajadas, al ver las mejillas y el torso de su chica teñidos de blanco por la crema solar.

- ¡Te pillé, guiri!- sonrió, dejando un suave beso en el pelo de la morena.

- ¡Eres una tramposa!

- En el amor y en el pilla pilla, todo vale, amor.- afirmó con seguridad.

- Con que esas tenemos... muy bien. ¿Cuánto crees que aguantas ahí arriba?

- ¿Qué?

Chiara acomodó a la pelirroja en su espalda y agarró con fuerza sus piernas, obligando a la granadina a mejorar también el agarre en su cuello. En el momento en el que Violeta notó a la inglesa comenzar a correr de nuevo, un chillido agudo salió de su garganta intentando frenarla, claramente en vano.

- ¡Chiara Oliver! ¡Ni se te ocurra, no me quiero mojar el pelo!

- ¿No habíamos quedado en que todo vale?- rió mientras empezaba a adentrarse en la orilla, haciendo que la granadina tratara de liberarse pataleando, aunque los fuertes brazos de Chiara la impidieron escapar.

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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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