Panteras.

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Bienvenido a "Panteras"

El grupo de apoyo emocional para personas con peculiaridades indistintas.

Si este enlace te llego es porque en una investigación apareciste tú, solo somos menos del 0,5% de personas con poderes en la ciudadanía, sin contar las zonas rezagadas.

Da click, no estás solo.

(...)

Si me lo preguntaban, ese mensaje fue tan espeluznante cuando apenas lo vi, ¿peculiaridades, investigación, acaso era una clase de broma?

Eran alrededor de las 10 de la noche, había terminado mi turno como mesera, caminaba tranquilamente hacia un auto.

De la nada, se escuchó una nueva notificación de mi celular, abrí la puerta de mi auto, era viejo y tenía basura por doquier, además de mudas de ropa, vivía en ese auto, era lo único que tenía por ahora.

Cuando revise las notificaciones del celular, Whatsapp se disparó en la pantalla principal, era un numero desconocido.

"Holaaa"

Ojalá no fuera esa chica molesta del trabajo, era nueva y solo la había entrenado esta semana, pero ¿cómo consiguió mi número?

Estaba a punto de eliminar el mensaje, hasta que escuche golpes en el carro.

— ¡Hola!

Una chica bajita y de cabello negro se asomó por la ventana, viéndome con ojos muy grandes y una sonrisa.

Baje un poco la ventana.

— No apoyo refugios de perros, gatos, ancianos, madres solteras, escuela-

— Te mande un mensaje en WhatsApp.

Mire inquieta hacia mi celular, la foto de perfil no era de una chica, era más bien una ilustración de tinta negra con garabatos.

— Soy Pantera, tu eres Llamarada, me enviaron a buscarte.

— ¿Llamarada? Te estas equivocan-

— Ya sabes, Llamas por el fuego que puedes crear con tus manos, fush fush.

Vi como abrió y cerro las manos, sus dedos se movían de abajo hacia arriba, como si imitara una lumbre, rápidamente cerré la ventana y encendí el auto.

Volvió a tocar la ventana, negando y haciendo muecas como si se tratara de disculpar, la ignore por completo, claro que no le iba a abrir, esa niña estaba loca.

No era real, ¿cómo sabia lo que podía hacer? Nadie me había visto, toda la evidencia la borre, cuando finalmente el carro arranco no dude en pisar el pedal, dejándola en medio del estacionamiento.

Conduje tan rapido como pude, maldita zona metropolitana llena de niños locos e indigentes.

Escuche un ruido en el techo, y...

— ¡Oye, oye! — Subida sobre el techo de mi auto estaba esa niña asomada por el parabrisas.

"AHHHHHHHH"

Grite con fuerza mientras daba unas maniobras con el auto, como si estuviera jugando carritos chocones.

— ¡ABRE LA VENTANA, SOLO QUIERO DECIRTE ALGO!

— ¡BAJATE DE MI AUTO, CHIFLADA PENDEJA! — Grite activando el limpiaparabrisas, que le golpeo directamente en el rostro, sus manos se soltaron al momento de sobarse la cara, no logre verla, pero si se escuchó el ruido de algo cayendo.

Me detuve asustada, frene en seco, temiendo por lo que pudiera encontrarme afuera, la calle estaba sola, pero seguía siendo el centro, alguien podría salir en cualquier momento.

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⏰ Última actualización: Oct 01 ⏰

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