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Era un sabado por la tarde, las calles de Japon estaban totalmente tranquilas. Gente caminaba por ellas, paseando, disfrutando el sol que se encontraba alto en el cielo y la refrescante brisa que corria en el aire. Todo estaba tan bien. Hacia ya unos cuantos años que la guerra contra el fuerte de liberacion habia terminado, consiguiendo la victoria los heroes.
Izuku deslizo su dedo sobre la pantalla tactil de su tableta, la cual se encontraba recostada sobre sus piernas que estaban dobladas hacia el. Su espalda se encontraba recostada contra el respaldo del gran sofa en forma de L que estaba en el salon del departamento. El de cabellos verdes se encontraba totalmente aburrido. Como habia dicho antes, era dia sabado, por lo que no era dia laboral. Ademas, ya habia terminado de calificar todos los examenes de sus alumnos, definitivamente nada para hacer.
El sonido de un chasquido a su lado, lo trajo nuevamente al mundo real. Volteando levemente su mirada, pudo captar al rubio cenizo que se encontraba sentado al lado suyo, unos metros mas hacia alla. Bakugo se encontraba, lo que parecia ser, mejorando sus guantes en forma de granadas. Segun el ojirubi, habia aprendido una forma de mejorar su punteria, por eso debia ajustar algunas tuercas. Ademas de tambien hacerle el mantenimiento necesario para que no se estropeen.
Una sonrisa pequeña se formo en los labios del pecoso. Por alguna razon, el simple hecho de tener a su novio cenizo justo a su lado, lo hacia sonreir. Era increíble la forma que tenian de ser capaces de pasar el rato juntos, sin ser necesario que esten interactuando. Podian estar horas simplemente asi, brindandose compañía en total silencio.
Sus ojos recayeron en la pantalla plana que se encontraba adherida a la pared frente a ellos. En ella se reproducia una pelicula, la cual habia aparecido al momento en que encendieron el televisor. Ambos sabian que no le prestarian mucha atencion, por lo que decidieron dejar aquella pelicula.
Claro que no se equivocaron, ya que Izuku se percato de que Katsuki habia muteado la pelicula desde hace no sabia cuanto tiempo. Ni el se habia dado cuenta, ya que se encontraba inmerso en su tableta. Pero esta vez, algo habia llamado la atencion del peliverde.
Justo en la pantalla plana, la pelicula iba en una escena un poquito subida de tono. Era una pareja heterosexual, la cual se encontraba teniendo relaciones sexuales. Los brillosos ojos de Midoriya se abrieron con asombro y una duda se planto en su cabeza.
— Kacchan. —Llamo a su pareja, la cual ni siquiera levanto su mirada de sus guantes, simplemente hizo un sonido con su boca, dejandole saber que estaba escuchandolo. — ¿Por que nunca hemos tenido sexo en esa posicion?
Y parece ser que esa pregunta tomo por sorpresa al ojirubi, ya que se noto como se atraganto con su propia saliva. Teniendo en cuenta que Bakugo estaba totalmente concentrado en lo que estaba haciendo, haber recibido esa pregunta tan de golpe lo habia tomado con la guardia baja.
— ¿Que posicion? — Pregunto una vez que se recupero.
— Mira. — Izuku tomo el control remoto, presionando el boton de rebobinar, atrasando la pelicula y deteniendola justo en la escena explicita. — Esa.
– ¿Te refieres a yo follarte mientras estas en cuatro? — fruncio el ceño unos segundos, para despues apasiguar su mueca y voltear a ver a su novio. — Sencillo: A mi me encanta ver tu rostro cuando te hago llegar al orgasmo.
Ahora fue momento de Midoriya de ahogarse con su saliva. Un calor golpeo fuertemente el rostro del peliverde, el cual —a pesar de llevar años junto al rubio— aun no se acostumbraba tanto a los comentarios picantes que este le dirigia. Una cosa era que los diga mientras estaban en pleno acto, pero otra muy distinta es cuando las decia en este tipo de situacion; ambos haciendo algo normal, sentados en el salon.
— ¿D-De verdad?
— Ujum. — Asintio, usando un destornillador para ajustar un tornillo de su guante izquierdo. — Te ves jodidamente caliente cuando te vienes.
Deku ahogo un gemido, sintiendo como las palabras del rubio ya estaban causando efectos en el. Eso y ademas agregando que su mente ya habia creado distintas imagenes en su cabeza, sobre ellos haciendo dicha posicion. Un cosquilleo se sintio en la parte baja de su estomago, el de ojos esmeralda era consciente de que su miembro —el cual estaba cubierto solo por su pantalon de ejercicio— ya estaba reaccionando.
— ¿Y si lo hicieramos frente a un espejo? — al decir aquellos, los ojos rojos fuego se prendaron en el.
— ¿En verdad lo dices? — Alzo su ceja.
— Imaginalo... — la llamita en su interior ya se habia encendido, por lo que no tardo en dejar la tablet a un costado y comenzar a gatear hacia donde estaba el rubio, observandolo fijamente. — Yo posicionado en cuatro, contigo detras mio, embistiendome hasta tocar mi prostata, haciendome gemir como loco tu bendito nombre, viendo como tu polla se hunde en mi interior y tambien teniendo la posibilidad de observar a traves del espejo como mi rostro se transforma mientras me follas. — Mordio su labio inferior, quedando justo al lado del rubio, el cual se encontraba con su boca entreabierta.
Katsuki estaba totalmente anonadado, sin ser capaz de pronunciar palabras. Definitivamente amaba cuando a su pequeño nerd le daban estos arranques de perversion, constrastaba tanto con su diaria personalidad tan inocente.
— Vamos, Kacchan... — Su delgada mano se levanto, acariciando suavemente el cuello del rubio, para luego bajar hacia su fornido pecho. — Podriamos hacerlo ahora mismo, en el baño.
— ¿En el...?
— Podriamos aprovechar ese gran espejo que compramos hace unos meses, ¿no crees? — ronroneo.
Observar aquellos ojos verdes que tanto ama y que ahora estaban inundados en exitacion y deseo, provoco que el cuerpo del rubio se levantase de repente. Sin perder tiempo, tomo entre sus manos al pecoso, alzandolo y obligandolo a rodear su cintura con sus gruesos muslos y largas piernas.
— Preparate, maldito nerd... — su mano dio una nalgada en su trasero, para despues amazarla. Sonrio al oir el grito ahogado del peliverde. — Voy a hacerte gritar hasta que todos los vecinos se aprendan mi nombre.
Izuku sonrio, tomando con su mano izquierda el menton del rubio, juntando sus labios y empezando un beso humedo, sucio y demandante. Asi, ambos se dirigieron al baño.
Esa misma tarde, todo el edificio entero supo que "Kacchan" se encontraba viviendo en ese edificio.
