¡No es lo que parece!

Capítulo 18

⚠ Advertencia: Pequeño ataque de pánico, más adelante. ⚠

–Mamá, Papá, ¿qué tal?, ¿cómo estuvo su día? – Madam Yu fijo su mirada en cada uno de sus hijos, esperando encontrar alguna conducta nerviosa o extraña.

–Bien, todo tranquilo, sin algún inconveniente.–Yu Zi Yuan empezó a pasar a mirar todo a su alrededor, intento encontrar algún indicio de cambio o secreto, pero al no toparse con nada siguiendo hablándoles a sus hijos.–Como si todo fuera bastante correcto – cruzo los brazos y se puso a pensar que realmente el día de hoy había sido uno tranquilo sin algún alboroto de sus hijos, esto debió ser un indicio de algo oculto. Eso no era tanto de su agrado con todo el historial de travesuras y malos planes de esos tres unidos – Y veo que aquí, también estuvo tranquilo, o ¿Es que hay alguna nueva noticia que contarnos?

–Bueno...

–No, ninguna. Nada nuevo, madre. Ya sabes, trabajos que solo nos hacen estar concentrados. Muy concentrados, ¿No, Wei Ying? –. Jiang Cheng le dio una sonrisa a su madre que solo le daba mala espina a la señora de la casa.

–Sí, sí. Madre, todo muy ocupado: trabajos, compañeros, amores... – Wei Ying soltó una risa nerviosa y se corrigió rápidamente –. Digo, proyectos, claramente, proyectos. Ya sabes como son nuestros profesores.

—Ya veo —dijo la mujer, mirando a su esposo, esperando que él preguntara algo más a sus hijos. Pero, al ver que solo les daba su sonrisa de siempre y no decía una palabra, no le quedó otra opción que rodar los ojos y salir del cuarto de sus hijos. De todos modos, en cualquier momento caería o revelaría lo que sea que estén escondiendo.

Jiang Fengmian solo la siguió después de desearle una buena noche a sus hijos, dándoles un pequeño beso en sus cabecillas.

Los tres jóvenes esperaron a que sus padres se alejaran lo suficiente para poder hablar nuevamente sobre las posibles futuras declaraciones de los dos enamorados de los hermanos Lan.

—Bueno, ¿entonces si te declaras?

—¡Wei Ying! – Intento golpearlo, pero el otro fue más rápido y se alejó un poco.

—¿Qué? Solo quería saber —dijo, haciendo un puchero mientras se recostaba en la pared, pensando que su hermano parecía dudar aún de lo que podría pensar el hermano mayor de Lan Zhan—. No lo pienses tanto, el hermano mayor te aceptará sin dudas.

—No... No es tan fácil —bajó la mirada, sintiendo cómo sus ojos se llenaban de lágrimas de frustración. Quería, de verdad, admitir sus sentimientos, pero el miedo a simplemente expresarlos no lo dejaba. Ellos tenían que entenderlo, él no era bueno con las palabras, ni era particularmente bueno en muchas cosas, ¿cómo podrían elegirlo? Sí, claro, también era alguien que escribía sobre romances y clichés de la vida, pero el hecho de que lo hiciera no significaba que pudiera decirlo abiertamente. Por algo lo ocultaba en primer lugar. Su mente se estaba haciendo un caos, que le hacía doler la cabeza de intentar pensar en más

—A-Cheng —el menor alzó la mirada al sentir las manos de su hermana, quien le dedicó una pequeña, suave y cálida sonrisa que siempre lo hacía sentir mejor—. Está bien que sientas miedo, pero no te sumerjas en eso, ¿sí? Si aún no te sientes listo, entonces no lo hagas. De todos modos, él te va a esperar.

—A-Jie, no creo que...

Posando un dedo en los labios de su hermano menor, comenzó a acariciar su cabello.

—Cree en esta hermana mayor, también le gustas. Y si no le gustas, tampoco será el fin del mundo. Tus hermanos estamos aquí para ti, y podrás superarlo.