-¡Llegué! - Lauren cerró la puerta del departamento mientras soltaba las llaves sobre la mesa - El Time Square estaba lleno de gente a pesar del frío, tardé años en poder cruzar - Se quejó la pelinegra mientras caminaba hasta la cocina, para encontrarse a Camila sacando algo del horno.
-No tuvimos eso en cuenta cuando nos mudamos a Nueva York. Específicamente a dos cuadras del Time Square, ¿Eh? - Bromeó mientras se giraba y depositaba un suave beso en los labios de su novia.
-Igualmente, no me arrepiento. Langley era tan aburrido - Lauren se quitó el abrigo y lo depositó en el perchero, en el mismo momento en que el teléfono comenzaba a sonar.
-¿Diga? - La ojiverde levantó el tubo mientras reía al observar como Camila se quemaba y maldecía en la cocina.
-Los necesitamos en Langley, ahora.
La joven miró a la castaña mientras soltaba un suspiro.
-¿Otra vez? Hace menos de dos meses que nos mudamos aquí y ya es la tercera vez que debemos ir, John - Protestó mientras Camila caminaba hacia ella con una ceja alzada.
-Lo sé, y lo siento. Estamos teniendo problemas, serán solo un par de días, Laur.
La pelinegra refunfuñó para sí misma mientras le daba el teléfono a Camila y se iba a la habitación para preparar los bolsos.
Cinco minutos después Camila estaba a su lado.
-Lo siento.
-No es tu culpa - Susurró mientras se ponía de puntillas para besarlo - No pueden vivir sin nosotras.
Camila soltó una risa mientras comenzaba a empacar también.
-Tienes razón.
***
-Amo los aviones - Susurró Lauren mientras se acomodaba en el pecho de su novia. Faltaba algo más de media hora para llegar a Langley, y la pelinegra estaba exhausta.
-Eres rara. Pero te amo igual - La joven soltó una risita y miró hacia arriba por entre sus pestañas.
Camila estaba nerviosa.
Al ser alguien siempre tan serena y controlada, el hecho de que estaba nerviosa era evidente.
-¿Estás bien?
-¿Ah? Ah, sí. Sí. - Y también estaba distraída.
La pelinegra la miró con una ceja alzada.
-Dímelo.
-Estoy bien.
-Camila...
La morena rodó los ojos y Lauren se incorporó en su asiento para mirarla de frente.
-Quería esperar hasta que lleguemos para decírtelo.
-¿Decirme qué?
Lauren observó como Camila se mordía el labio con el ceño fruncido.
-¿Vas a terminar conmigo? - Camila la miró consternado cuando la pregunta escapó de su boca.
-¿Qué? ¡No! Por supuesto que no, Ojitos - La pelinegra se relajó en el asiento antes de volver a la carga.
-¿Entonces?
-Yo quería preguntarte si... -
"Pasajeros, abrochen sus cinturones para comenzar el descenso"
La ojiverde se apresuró a abrochar el suyo, y se volvió a girar hacia Camila en menos de medio minuto.
-¿Preguntarme qué? - La curiosidad la estaba matando, y el hecho de que Camila se viera tan nerviosa no ayudaba.
-Yo...
-Cabello, si no lo dices ya te juro que - La pelinegra se calló de golpe cuando el avión comenzó a descender abruptamente, y se concentró en agarrarse bien del asiento.
-Respira y tranquilízate, Ojitos. Ya llegamos - Camila tomó una de las manos de la pelinegra entre las suyas, sonriéndole alentadoramente.
En menos de dos minutos, ya se encontraban bajando del avión, mientras Lauren iba mirando a Camila inquisitivamente.
-¿Sabes? La paciencia no es uno de tus muchos talentos, cariño - Camila le sonrió traviesamente.
-Definitivamente. Venga, Camila - Antes de que pudiera seguir hablando, el inconfundible sonido de una bala cortando el aire los hizo girarse hacia la derecha.
Por instinto, ambas se arrojaron al suelo, y mientras los gritos comenzaban a resonar en el enorme aeropuerto, tomaron las armas que traían encima.
-Allí - Camila señaló hacia un hombre vestido de negro que corría en la dirección contraria a ellas.
Sin dudarlo, ambas se precipitaron en aquella dirección.
-Mierda - La pelinegra resopló mientras corrían, chocando a unos cuantos desgraciados que pasaban por allí y evitando a la seguridad.
-¿Dónde mierda está? - Camila miraba hacia todos lados mientras intentaban encontrar nuevamente a la oscura figura.
-¡Camila! - El grito de Lauren fue lo único que salvo a Camila de recibir una bala antes de tirarse al suelo.
La muchacha, sin dudarlo apuntó la pistola por sobre su novia, a un punto negro que se movía a lo lejos y disparó.
El grito de un hombre herido fue todo lo que recibió en respuesta.
Camila se puso en pie y volvieron a seguir su carrera hacia el lugar en el que un hombre yacía en el suelo, con la pierna totalmente ensangrentada.
-¿Quién eres? - Camila lo tomó por el cuello mientras lo interrogaba, pero el hombre solo emitía quejidos de dolor.
-¿John? - Laur hablaba a su teléfono rápidamente, sin despegar la vista del hombre herido - Alguien nos disparó en el aeropuerto. Envía una ambulancia, está herido - Sin más cortó el teléfono, y se dedicó a explicarles qué sucedía a los alarmados (e inútiles) guardias de seguridad del aeropuerto.
Una vez que la ambulancia se hubo llevado al hombre de negro, Lauren se giró hacia Camila.
-Dime.
Camila soltó una carcajada mientras la abrazaba. Lauren sintió la dureza de la pistola apoyada en su cintura.
-Ni siquiera en estas circunstancias te olvidas, ¿Eh?
-Nop - Le respondió enfatizando la 'P' mientras lo seguía mirándolo fijamente.
-Quería pedirte que fueras mi esposa - La pelinegra abrió mucho los ojos mientras Camila se mordía el labio - Cásate conmigo, Ojitos.
Una risa se escapó de los labios de Lauren mientras se abrazaba a Camila con fuerza, rodeando la cintura de su novia con las piernas.
-Sí, sí, sí. Seré tu esposa, Camila Cabello - Le respondió ante la atónita mirada de la gente que se encontraba a su alrededor.
Hace dos minutos estaban disparándole a un hombre y ahora se estaban besando.
-Te amo, Lauren.
-Y yo te amo a ti, Cabello. Te amaré siempre.
***Fin***
ESTÁS LEYENDO
¿Como que compañeras? (Cg!p)
FanfictionLaur, una agente de la CIA sexí y fría, no soporta la idea de tener como compañera a Camila Cabello, la única agente al cual nunca ha podido vencer, y al cual odia por ser tan imbécil...y por hacerla desearla tanto. ¿Surgirá algo de este dúo explosi...