Izuku el ultimo ghost rider

Capitulo 13: Confesiones

Se puede ver a dos peli-verdes afuera de su casa quietos sin hacer algún movimiento pensando en que dirán ahora a su pobre madre

Izumi: Y tienes un plan? Tu siempre tienes uno

Izuku: No, ahora no puedo pensar con claridad, lo mejor será entrar, ya se me ocurrirá algo sobre la marcha

Izumi: -toma la mano de Izuku- tranquilo todo saldrá bien, mamá nos tiene a los dos y tu me tienes a mi, no te preocupes

Izuku solo escucho a su hermana para después entrar a su casa y ver a su madre sentada en el sillón pero se veía algo decaída, los dos hermanos se acercaron a su madre para después iniciar a hablar Izuku

Izuku: Mamá hay algo que tienes que saber (mierda como se lo digo esto no es fácil) es sobre padre

Inko: Mi niño porque estas tan nervioso solo habla

Izumi: Como decirlo, esto no es fácil, no se como decirlo

Izuku: Pasaron cosas y no se como te lo tomes

Inko: Hablen me están poniendo nerviosa

Izumi: Esque pa-

Fue interrumpida por la mano de Izuku el cual no la dejó seguir hablando

Izuku: Madre- esta palabra logró poner sería a Inko- descubrimos a Padre en una infidelidad, la verdad no lo quería creer, pensé que tendría al menos un poco de dignidad pero me equivoqué, al seguirlo para conseguir toda la evidencia escuchamos su conversación con una mujer y ahí confeso cometer algunos actos los cuales no son agradables pero lo último que dijo fue lo que puso su último clavo en su ataúd

Lo último lo dijo con una frialdad que a su madre le causó un leve escalofrio, no pensó que su bebé podría tener ese tipo de tono en su voz junto a esa mirada vacía

Izuku: Ese hombre quería vender a Izumi, esa mierda de ser humano se atrevió a querer tocar a quien amo y siempre jure proteger, no se como un padre puede hablar a si de su propia hija que se supone que es su carne y sangre, no soporte más así que entre a esa habitación y demostrar porque no tiene porque meterse con alguien amado para mi, al final resulto que también era culpable de nuestros problemas económicos, el se rebo el dinero y lo gustaba en una cuenta aparte- saca un USB- aquí está todo sobre esa cuenta, con esto ya no tendrás que preocuparte por el dinero- le entrega el USB a Inko- la policía estaba investigando a ese hombre también por crímenes que cometió y estar relacionado con un tráfico se trata de blancas, es todo lo que nos informaron los policías- se acerca a inko y la abraza- mamá perdón por no poder proteger a mi familia correctamente, tenía miedo, cuando dijo de vender a Izumi me aterre no quiero perderlos, no quiero perderla, ahora que tengo una familia nuevamente no quiero perder esto, lo siento tanto

En un abrazo lleno de cariño pero también tristeza se encontraba madre e hijo tratando de consolar mutuamente su dolor, Izumi solo se limitó a mirar dicha escena mientras pequeñas lágrimas caían de sus ojos esmeralda, sentía una gran alegría por tener a su familia nuevamente unida, también dolor por lo que pasó con su padre pero la felicidad era más pero otro tipo de felicidad está también la que tenía, su hermano, el hombre del que se enamoró dijo que también la amaba y que siempre la protegería, no sabía de que tipo de amor se refería Izuku pero no le interesaba, ella sabía que su hermano la ama y es más que suficiente para ella, ella sabía que no podría guardar por mucho tiempo este sentimiento que tenía en su corazón, recordó el momento en el que Izuku peleó con su padre, esa espalda tan firme y llena de seguridad esa seguridad que siempre quiso y por fin la encontró

Al pasar algunos minutos madre e hijo se separaron más tranquilos, Inko sintió un gran dolor por la infidelidad de su esposo el cual amo con su alma, nunca se imagino en la persona en la que era su marido, pero eso ya no importaba, le dolía más ver a su hijo culparse de no proteger correctamente a su familia, durante sus minutos abrazados recordó la primera vez que vio a Izuku, tan pequeño, tan frágil, un ser tan frágil que tenía que ser protegido, pero ahora ese pequeño ser que necesitaba ser protegido ahora ya está un hombre en pleno derecho ya no tenía que ser protegido ahora era el quien los protegía a ellas dos, Inko solo pudo estar orgullosa del hombre en que se convirtió su bebé