Shigadeku One-Shots

Un camino entre las sombras

La noche había caído, el cielo era de un profundo color azul que lo invitaba a perderse en él, las estrellas, tan pocas por las luces de la ciudad, pero tan hermosas que eran iguales a pequeños copos de nieve congelados en el tiempo.

Había subido a la azotea, sabía que era peligroso estar allí, pero hacía mucho tiempo que no se detenía a observar el cielo. Mirarlo desde una de las ventanas de su "hogar" se sentía incorrecto, además era riesgoso tenerlas abiertas y visibles al interior por demasiado tiempo, aún si por la oscuridad no se filtraban sus secretos.

"Riesgo", esa palabra era lo que podía definir perfectamente su vida. La vida que tenía ahora no era fácil, pero la vida que había tenido como un aspirante a héroe tampoco lo era, aún que ciertamente no tenía tantas implicaciones como ahora.

No podía permitir que la sociedad lo viera ahora, el día y la luz representaban un peligro latente. Las bendiciones siempre eran algo que debían apreciarse, tuvo varias en el camino, pero nacer con un rostro común, con una estatura promedio y casi ningún rasgo que no pudiera ocultar con algo de maquillaje era una que apenas logro comprender. pero tristemente su suerte no era algo que compartiera su "cómplice" en ningún aspecto.

Negó con la cabeza dejando ir ese pensamiento, estaba sentado en una suerte de silla hecha con unas cajas de madera que estaban allí, el edificio donde residían era bastante viejo, apenas podía satisfacer a los inquilinos de sistemas básicos, pero siendo completamente honesto, ninguna persona que llegara a ese lugar se quedaría realmente más de un mes y eso lo hacía parecer más un hotel de mala muerte que un edificio departamental, pero, esa era una ventaja.

No existían contratos de arrendamiento que tuvieran que firmarse y al "aparente" dueño, no le importaba en lo absoluto que clase de personas querían quedarse en ese lugar, mientras no salieran crímenes a la luz ni problemas con héroes o villanos, nada importaba.

El clima era fresco, el otoño estaba por llegar, pero al menos el invierno aún tardaría, vagar por las calles durante esa temporada era lo que menos quería volver a pasar, pero era muy posible que, si lo experimentaran nuevamente, esperaba al menos pudieran estar más preparados ahora.

Viajaban ligero, era una regla que tuvieron que aprender con el tiempo, mientras menos cosas tuvieran que mover consigo, más rápido podían ir de un lado a otro y menos pistas eran capaces de dejar.

Apenas tenían pertenencias, unos cuantos cambios de ropa, algunas mantas, un botiquín de emergencia, algunos cuántos cubiertos, botellas para almacenar agua, una pequeña pero funcional computadora portátil, teléfonos desechables, pero lo más importante, dinero.

No tenían una cantidad exagerada y muchas veces habían tenido la necesidad de hacer pequeños trabajos para conseguir más, pero, el dinero era lo que lo que movía al mundo al final y al cabo, eso era lo que hacía la diferencia entre dormir a la intemperie o un lugar como ése, de poder comer algo o quedarse con el estómago vacío, cada gasto tenía que ser en algo significativo.

Había dejado sus ideales atrás y sabía que su yo pasado objetivamente lo miraría con de desilusión, aún que, en el fondo, tal vez y solo tal vez, sería capaz de entenderlo.

Estaba tan perdido entre sus pensamientos, que una mano en su hombro, rozando su cuello, lo hizo ponerse alerta de inmediato, para posteriormente encontrarse con una sonrisa ligera que le brindo calma.

Había estado vagando por el centro comercial, sus amigos lo invitaron para pasar el tiempo después del estrés que fue el festival deportivo de la UA y el incidente de Hosu. Termino solo por accidente, perdido un poco entre la multitud, hasta que una mano lo tomo por el cuello y un destello de color azul con rojo lo envolvió.