Rutina

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Estaba haciendo sus ejercicios como todos los días y eso ya era una rutina que le sacaba de malas en todas, ya era lo mismo y cada vez se estaba estresando y sin querer poder dejar que pasara la vida de amargura para no dañar su matrimonio

Hace diez años que estaba en lo mismo y sin lugar a duda todo era como un flash en esta vida de casado, su madre fue lo mismo y vio como la misma rutina la casa, el marido, el trabajo y no ayudar acabo con el matrimonio de sus padres de años de casados, más él no quería eso

Estudio para hacerse una carrera en lo que más le encantaba y se hacía merecedor de una licenciatura en contador y solo quedo ahí, pegado en la pared y con enojo lo veía cada vez y cuando, quedó en estado de su esposo cuando solo tenía diecisiete años y su madre le dio el Yeyo, pero los ayudó mucho y más a él para que terminara sus estudios, así lo hizo

Ahora el problema más grande era que su esposo decía que no necesitaba ayuda, pero al ver las facturas atrasadas y las lecturas del refrigerador y los estudios de su hijo, pues cada vez lo orillaron a buscar trabajo no dejaba pasar todos los negocios de las grandes empresas y eso le ayudaba mucho cuando su mejor amigo le buscaba para qué le ayudará, pagaba bien 

 — ¡Cariño! _ Escuchó el grito de su marido y joder que le dio iras _ ¿Has visto mi corbata negra? _ No lo podía creer que ni la maldita corbata pudiera encontrar

Así que se puso los audífonos y lo ignoró por completo dejando que lo buscara él mismo y dejará de ser tan ayudado, ni él mismo sabe cuándo fue que dejo que esto pasara, no pasó ni dos segundo cuando su esposo estaba detrás de él tocándole el hombro 

 — ¿Qué pasa? _ Fastidiado por este mal comportamiento _ Te he dicho que me dejen tranquilo cuando estoy en este momento mío _ Estaba enojado

 — Cariño mío discúlpame, pero necesitó la corbata negra, ¿no si se me la puedas encontrar? _ Suspirando se levantó de su caminadora y camino sin decirle nada a su esposo, por otro lado, este si se dio cuenta de que estaba incomodando a su esposo, este tenía límites

Jimin entró a la habitación camino al cuarto closet y si, estaba la maldita corbata en donde estaba la ropa que debía usar hoy, se la dejo en la percha ya lista para poder usarla, pero el mal agradecido agarro otra, eso le enojaba mucho y hoy acaba su paciencia 

 — ¿No sé para qué diablos te dejo la maldita ropa arreglada? _ Le grito y este vio que estaba todo listo mientras él agarró otra

 — Lo siento amor mío, sabe que mañana si la agarro corazón _ Jimin suspiro pero no fue suficiente 

 — Mañana agarras lo que quieras porque este tonto no te busca más la ropa, y no me jodas más _ Le grito tan duro que toda la casa y los vecinos debieron escuchar

Este se quedó quieto porque su esposo tenía razón en estar cansado de sus pendejadas, se acomodó porque ya estaba tarde, más tarde le compraría chocolates y rosas para la reconciliación, cada vez estaba muy enamorado y comprendía que él era quien lo cagaba

Así que solo bajó y vio un jugo en el desayunador y se lo tomó, más allá estaba el desayuno de su hijo, tenía diez años era un niño inteligente, por ellos dos estaba tan endeudado para que no les faltará nada, solo que ya el bolsillo no daba para más y eso si le estaba dando dolor 

 — Buenas, papá, ¿sabes qué mamá está enojado? _ Se topó con él el pasillo, si era bello igual a su esposo 

 — Lo sé amor, más tarde le compenso, ahora voy tarde _ Le dijo mientras corría a la entrada _ Suerte en el partido y estudia mucho 

 — Sí padre... _ Se sentó a tomar café mientras su madre ya estaba con su ropa de hacer corridas, era tan limpio que se cambiaba tres y cuatro veces al día 

 — Tómate las vitaminas y todo el jugo _ Le dijo todo serio _ Come rápido que nos vamos 

 — Mamá ¿puedo ir a dormir donde el tío Tae? Alonso quiere enseñarme unos jugos _ Le dijo mientras comía y pensaba que iba a pasar bien esta noche con su primo 

 — Mientras no te acuestes tarde _ Le agarro la mochila y el lonche para él _ Ahora anda, vamos tarde ya por culpa de tu padre

Así empezó una rutina de vida que constaba en levantarse a las cuatro y hacer ejercicios hora y media y que eso le pedía al tipo, no me jodas en este tiempo, pero no aportaba en nada, iba dejaba a su hijo en la escuela se iba a correr al parque que en el centro, regresaba lavaba ropa, cocinaba y esperaba a su hijo y en las doce a su esposo, larga vida

Cinco años de estudios para terminar siendo amo de casa

Estaba en el país más bello, conservador bien lujoso, pero también seguro, más de esto, era un paraíso fiscal y nadie decía nada porque en parte eso del bajo mundo aportaba a su economía, por eso sabían, pero preferían hacerse los de la vista gorda, así se maneja la corrupción mundial

Llegó a casa y estaba su amigo en la entrada dando vueltas de aquí para allá y de allá para acá 

 — ¿Qué diablos te pasa tan de mañana? _ Se rio al verlo detenerse y comiéndose las uñas 

 — Me estás jalando el útero madre, ¿dónde diablos te habías metido Park Jimin? _ Se le comía con la mirada de así por decir más bonito

 — Tranquilo Tae, estaba en mi rutina _ Lo dejó entrar y este le agarro de la mano y lo sentó en la sala de recibidor _ ¿Qué pasa? _ Terminó 

 — Tengo el trabajo perfecto para ti _ Condijo aire por sus pulmones y le miró sonriente 

 — No me jodas, de que, como, cuando _ Todas las plegarias estaban por hacerse realidad en este solo un minuto 

 — Cariño mío, estaba en la agencia y me encontré con que un viejo millonario quiere a un contador para sus negocios, nadie sabe de ello, así que pensé en ti ¿qué dices, aceptas? _ Tae le preguntó muy rotundo 

 — Así como así, no sé... Siento que hay algo _ Jimin lo pensó un poco más antes de decir que sí 

 — Obviamente, sí, es un millonario que no sabe en qué paraíso pasar su dinero sucio, ¿algo más? _ Jimin lo pensó un poco, aún más que antes 

 — ¿Qué pasa si se dan cuenta? Estaría en peligro si saben lo que hago _ Era verdad, pero en Turquía nadie metía sus manos en eso, menos la policía, plata era plata sin importar donde 

 — ¡Jimin!, ¿crees que alguien como él estaría haciendo esto?, claro que la agencia lo creyó, dos veces, yo investigue un poco, por eso te lo digo _ Era verdad, cuando escucho que necesitaba un contador, era más que obvio, solo esas personas querían a un contador 

 — ¿De cuánto estamos hablando? _ Pregunto por qué necesitaba la plata, ya mañana sería el gas, pasado sería el agua y así la luz y seguimos con más cosas _ Debe ser bueno para yo estar en esto, no me arriesgaré sin no hay algo bueno 

 — Tu tranquilo amigo, esa gente paga bien si haces bien las cosas _ No lo siguió pensando más y aceptó sin mirar el horario o como sería la cosa del trabajo, era una plata extra y sin pensarlo lo haría y daría todo por su casa, su hijo y por último su esposo

 — Cuando nos veríamos en total _ Ahora si estaba haciendo bien

 — Eso es para ya, hoy en la noche a las siete debes estar en el comedor del hotel Four Seasons, no debes faltar y debes preguntar por el señor Jeon Jungkook _ Tae le dio la dirección del hotel y como se llamaba la persona en cuestión 

 — Eso queda cerca, bueno, pero debes cuidar Mustafá, ese niño es un diablo en persona _ Le hablo mirando el reloj y corriendo a la segunda plata para buscar la ropa indiada, Tae le siguió detrás para poder ver la ropa en cuestión 

 — Lo que tú digas cariño, ahora vuela que eso de llegar tarde no les gusta a los clientes _ Jimin se metió a la ducha mientras su amigo le contaba cosas de su día de trabajo, era un corredor de bolsa y algo más, era de todo y por eso ganaba muy bien y sin importar ayuda a su esposo, Hoseok

∬⋰ PODER Y PASIÓN ⋱∬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora