- Mi Otra Mitad. - (Emilio Lara - Quetzalli Rodríguez)

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Narra Quetzalli:

Me levante, Emilio me tenía abrazada, lo amaba tanto gente, les puedo jurar que lo amaba mas que a nadie en este mundo, cada beso suyo es como estar en él cielo.

Me bañe y lo levante con unos besos.

— levántese mi vida. — le dije mientras le daba besitos en la cara.
— que bonito despertar. — me dijo mientras entre habría los ojos.
— jajajaja —

Baje y mi mamá estaba haciendo el desayuno.

— buenos días ma. — le dije mientras la abrazaba y ella me lo rechazó.
— buenos días. — cortante. — ¿y tu novio? — me dijo mientras se paraba de la sillita.
— está allá arriba, bañándose. — le dije triste.
— ja, ni se como se fijó en ti, si eres una tremenda gorda, mírate, pero bueno, que gustos raros de tu noviesito. — dijo mi mamá con una sonrisa burlona y yo sentí como si me estuvieran dando de puñaladas en el corazón.

Narra Emilio:

Ya me había terminado de bañarme, me aliste por que ahorita mismo nos íbamos a ir, a la casa de la tía de Quetzalli, estaba bajando las escaleras y escuché la platica de Quetzalli y su mamá, escuché que le dijo gorda y cosas feas, volví a sentir una impotencia sin poder hacer nada.

— buenos días suegra. — le dije mientras llegaba a abrazar y besar a Quetzalli.
— buenos días hijo, siéntate, ya está el
desayuno. — ordenó y yo hice caso.
— ¿te sirvo amor? — me preguntó Quetzalli agarrando un plato.
— si, porfa mami. — le dije a quetzalli y ella me sirvio.
— ¿no vas a comer nada? — le preguntó su mamá.
— no, no... no tengo hambre. — ella el dijo su mamá haciéndole una mueca.
— bueno. — dijo su mamá.

La mirada de mi niña me decía todo, claro que tenía hambre, pero por el comentario que le hizo su mamá, no quiso comer.

Pues llegamos a la casa de la tía de quetzalli, y pues por su caras, no me daban buena espina.

— ¿y como conociste a Quetzalli? — preguntó la tía de Quetzalli.
— en una fiesta, brian me la presento, y desde ahí me enamore perdidamente de ella. — dije amablemente, mientras pasaba un brazo por el hombro de Quetzalli.
—ni se como te fijaste en ella, ¿has visto a mi hija?, esta flaca y no como un tinaco. — dijo la tía de Quetzalli, para después soltar una carcajada.

Me dio tanta impotencia, iba a responderle a la tía, pero Quetzalli me dio un pequeño pellizco, y me miró con los ojos cristalizados negando y me quede callado.

Ya era la hora de comer, y la tía de Quetzalli seguía mamando el palo con el cuerpo de mi preciosa, yo dije en mi mente, "a qué hora se me acaba la paciencia y le digo sus verdades a su tía" pero sabía que le iba a agarrar mas odio a Quetzalli.

—¿eso te vas a comer?— le pregunto la tía de Quetzalli a ella.
—nop.. voy a dejar un poco. — le dijo dejando un pco de comida
—si por que si no te vas a poner mas peor que un tinaco.—

ahhgg, como mama la señora la neta.

Platicamos, convivimos, y a cada rato hacían sentir mal a Quetzalli de su cuerpo. Y siempre que la quería defender me hacía señas que no, mmmta madre.

Después para no hacerlo largo llegamos a la casa se él mamá, bendito sea Dios que ya no iba a soportar a la tía y a la mamá porque hasta con eso, la mamá se quedó allá con la tía, y pues ya nos despedimos por que el día siguiente nos íbamos de uruguay.

—neta que si me aguante a aventarle la silla a tu tía fue por ti.— le dije entrando al cuarto y ella soltó una carcajada.
—ay amor, ya estoy acostumbrada.— dijo ella quitándose la blusa y el pantalón a lo que yo me quede embobado, luego me descubrió y se cambió rápido.
—eres mala con tu niño chiquito.— le dije haciendo puchero.
—tenías cara de malote, y ahorita si no te doy besos o algo, te enojas, te amo. — me dijo acostándose en la cama.
—viste, lo que me hiciste hacer, preciosa. — le dije acostándome a lado de ella.
—¿yoooo?,¿como?—
—pues con tu hermosura, y tus besos.— Le dije apunto de quedarme dormido en sus brazos.

Narra quetzalli:

Hoy mi propia familia me hizo sentir dlvg, pero lo que más miedo me daba, era qué Emilio hubiera echo un escándalo, por que conociéndolo, qn es, jum.

Emi se quedó dormido en mis brazos

**FLASHBACK**

Me fui por un vaso de agua mientras emi platicaba con mis primos.

—pobre Emilio, en quien se fue a fijar.— me dijo mi tía y yo cerré los ojos de dolor.
—ya va empezar de nuevo.— le dije volteándome para verla.
—ay mija, mírate, estas toda gorda, no te sorprendas cuando Emilio te ponga los cuernos y te cambie por otra con cintura, flaquita, menos cachetona.— dijo mi tía soltando una risa burlona.
—Emilio jamás lo haría, se quien es en realidad. — le dije con firmeza.
—ay niña, ya te veré llorando por que te cambio por una más bonita y no cachetina y gorda como un tinaco. — dijo mientras me agarraba fuerte de los cachetes.
—déjeme por favor.— le dije mientras desviaba la cara.

Me soltó y después soltó una risa burlona.

—perdón.— me dijo mi prima apenada por lo que acababa de a ver echo su mamá.
—no pidas perdón, no es tu culpa. — le dije con ojos llorosos.

Ella solamente me abrazo, hablamos de como nos iba en nuestra relaciones, y... de como me trataba su mama.

Mi tía desde chiquita me odiaba, no se por que, pero me odiaba, siempre me creaba inseguridades que no tenía, y hoy me había creado una.

**FIN DEL FLASHBACK**

¿y si Emilio me cambia por alguien mas guapa?
¿O ya no me ama?
¿O no le gusta mi físico?
¿Mi tía tendrá razón sobre mi cuerpo?

Me empecé hacer un montón de preguntas, hasta quedarme dormida.

(CONTINUARÁ...)
Ay chavos, hasta a mi me dolió lo que le dijo la tía, chiquillos, agarrense,por que se
Viene una, que jaa.

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