Retratos de tentación || ChanSoo [Terminada]

Dos

Estaba nervioso; sería un mentiroso si dijera lo contrario. Sus manos sudaban y sus ojos se movían en todas direcciones. Tras infinitas súplicas y un acuerdo tácito, decidió ayudar a Chanyeol.

Habían considerado reunirse en un hotel o en algún lugar conocido por Kyungsoo, pero finalmente el menor le pidió que todo se llevara a cabo en la casa de Chanyeol. No quería que nadie lo viera entrar en su departamento y posiblemente generar problemas en la compañía con la que trabajaba.

Y así, después de tantos planes, Kyungsoo se encontraba allí: sentado en la cama de Chanyeol, con dos bolsas de prendas femeninas a sus pies y luces blancas iluminando adecuadamente la habitación.

—Kyungsoo, muchas gracias por ayudarme.

—Sí... sí... —tragó saliva con fuerza al ver cómo Chanyeol ajustaba la cámara y le sonreía detrás del lente. Se rascó la nuca y aclaró su garganta—. Ahora, déjame un momento para cambiarme. ¿Puedo elegir cualquier prenda?

Chanyeol asintió, dejó la cámara en el trípode y señaló la bolsa más grande.

—Empecemos con las prendas menos reveladoras, así podrás acostumbrarte. Son faldas un poco cortas, pero la parte superior está cubierta. Ya es tu decisión si deseas ponerte medias o algún otro accesorio —, dijo mientras caminaba hacia la puerta de la habitación y salía sin volver a mirar.

Eso logró relajar un poco a Kyungsoo. Tragó saliva y, antes de arrepentirse, se desnudó rápidamente. Tomó una falda rosa con pliegues y una camiseta negra que le llegaba hasta el estómago. Miró su reflejo en el enorme espejo y asintió. Se veía bien, al menos para cumplir sus propios estándares. No era una chica, por lo que no tenía la piel suave o brillante; los vellos de sus piernas eran algo gruesos, pero estaba seguro de que no se notarían tras la lente de la cámara. Además, sus muslos tenían suficiente "carne" como para darle una linda forma a la falda.

Después de mirarse unos minutos más en el espejo, se sentó en la cama y llamó a Chanyeol con algo de vergüenza.

—Chanyeol, ya estoy listo.

El alto entró a la habitación tan deprisa que Kyungsoo sospechó que, aunque lo dejó solo, estaba resguardando la puerta para evitar que escapara. Una sonrisa se formó en su rostro al imaginar una persecución entre los dos. Obviamente, él no sería el ganador.

Chanyeol lo miró fijamente, sonrió y, sin cambiar su expresión, tomó la cámara del trípode y se arrodilló frente al cuerpo de Kyungsoo.

—Abre tus piernas.

—¿Vamos a comenzar ya?

—¿Por qué? ¿Quieres que te trate como una niña? —levantó una ceja. Kyungsoo chasqueó la lengua y negó.

—No busco que me trates como a una mujer, pero al menos deberías mejorar en la forma de dar instrucciones.

—Oh, disculpe su majestad. ¿Le gustaría abrirme las piernas para tomar las fotos de su trasero?

La voz demandante, seria y masculina de Chanyeol provocó un fuerte sonrojo en los pómulos de Kyungsoo. Mordió su labio y, sin quejarse más, se arrodilló sobre la cama, abrió las piernas y levantó un poco su falda con los dedos.

Chanyeol sonrió, acercó el lente y lo siguiente que se escuchó en la habitación fue el flash y el ruido del obturador de la cámara.

Con cada nueva foto y cada nueva pose, el calor que envolvía el cuerpo de Kyungsoo se intensificaba. El siguiente cambio de vestuario lo hizo frente a la mirada impasible de Chanyeol: un conjunto de falda corta de cuero y una camiseta ombliguera rosa. Incluso por su propia voluntad, se deshizo de su ropa interior masculina y la cambió por unas bragas blancas con moños en los costados.