La oveja y el lobo

6 0 0
                                    

En un campo muy grande el sol estaba radiante en esas hojas iluminadas de verde donde se veía mucho césped, la suave brisa corría escuchando el mover las copas de los árboles hasta lo pequeños prados como invitando a comerlas y en dónde las ovejas pudieran disfrutar de un buen pasto, que para ellas era un manjar glorioso comiendo de cada bocado, aunque no se daban cuenta del peligro que aveces las acechaba.

A lo lejos se veía el cuidador con su arma para poder ahuyentar a los depredadores, él observaba a vista a los alrededores para asegurarse que no haya nadie al ataque de sus ovejas, las que el priorizaba eran las 10 ovejas más jóvenes y nuevas que nunca habían salido a pastar y temia que se perdieran.

Suspiro, al saber que no había nada rondando y como era temprano el día estaba fresco y hermoso para tomar el desayuno, se dio media vuelta para ir debajo de un gran árbol de manzano y aún no conforme volvió a vigilar por otros 10 minutos más.
Al no haber nada a los alrededores se sentó en el pasto y sacó de su bolso un termo y su poro ya preparado para tomar un rico mate con unos sándwiches que el mismo habia hecho con anterioridad y de paso para entretenerse un poco miraba su celular mientras estaba desayunando.

Pasado los minutos las ovejas seguían en lo suyo comiendo los ricos pastos con el rocio que había dejado el hermoso amanecer.

En eso, una oveja joven se alejo del resto del rebaño y sin pensarlo se dejó llevar por otras pasturas más ricas que nadie había tocado adentrándose más al bosque.

El cuidador al estar distraído no vio que una de sus ovejas se había desviado por otros lugares adentrándose al profundo bosque haciendo que esos grandes árboles sean como una cortina.

La oveja joven que no sabía del peligro solo siguió adentrándose más y más hasta que llegó a una parte donde ya no había pasto. Y allí se quedó Jalando con sus dientes haciendo los sonidos del pasto arrancado desde su raíz.
Luego escucho un sonido de entre los arbustos movió sus orejas para saber de dónde más o menos eran esos sonidos, pero no se escuchó nada.
Siguió comiendo pero volvió a escuchar de nuevo el sonido se dio vuelta para poner atención y otra vez no había nada.

La oveja joven empezó a dudar mientras seguía comiendo y su corazón empezó a latir sin saber el porque, aunque estaba empezando a sentir miedo y con su instinto sus orejas estaban hacia atrás.

La oveja volvió a escuchar entre los arbustos  y al mirar a una dirección vió que esos arbustos cada vez se movía más más y más.

Aterrorizada la oveja joven retrocedió unos cuantos pasos mirando esos movimientos que de repente se detuvo.

Confundida y curiosa por querer saber que era exactamente lo que se ocultaba en esos arbustos se acercó de a poco paso a pasito.

Y al estar más cerca a punto de mirar al otro lado del arbusto con miedo de saber con que se encontraría. Y salió una gran silueta oscura.

La oveja del temor hizo su fuerte valido como pidiendo auxilio, se dió media vuelta para correr, pero esa extraña criatura la agarró por su lomo bajo sosteniéndola fuerte haciendo imposible su escape. La oveja intento patear para liberarse y escucho una voz calmada diciendo.

— Oye! Oye! Tranquila... Calma soy yo ... Ya, no pasará nada.  —acaricia a la oveja para calmarla.

Gran susto que se dio la oveja, pero al escuchar a su cuidador y ver quién era sabía que no corría peligro y se calmo.

—Donde estaba? —dijo el cuidador 1

—Medio que se alejo un poco de las demás, debiste tener cuidado —alza a la oveja en sus   hombros dirigiéndose fuera del bosque— pero como eres nuevo te perdono siempre debes tener cuidado ellas son muy importantes —dijo.

—Lo siento, tendré más cuidado la próxima vez.

El segundo cuidador que era más experimentado dejo a la oveja joven que se adentro en el bosque junto a las demás. Luego las arreo guiando a todas las ovejas más lejos del bosque.

El otro cuidador fue por detrás pero antes de irse miro los árboles cuidando que nada lo ataque por detrás pero era en vano, así que se fue tranquilo al saber que todas las ovejas estaban reunidas en un lugar seguro.

Pero no por nada sintió esa sospecha, porque si la oveja se hubiera adentrado unos pasos más adentro de dónde la encontraron ya no hubiera existido.

Y como sospechaba el cuidador 1 si había un lobo oculto.

Ese lobo estaba escondido, mirando como esos hombres se llevaba su presa del día. Y al no tener motivo por quedarse se fue, también sabiendo que si esos hombres lo veían lo atacarían con sus armas.

Quizás volvería en otro momento cuando tenga la oportunidad de poder acechar a esas ovejas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora