El Diario The Ann: Capitulo dos.

0 0 0
                                    

Son las cuatro menos diez de la madrugada, otra noche más compartiendo junto a la persona que consideraba el amor de mi vida, misma sabana, misma almohada, misma cama y misma manta...
Como puede ser posible que en una cama puedan convivir dormiendo dos personas que en algún momento de sus vidas sintieron tanta pasión y placer... Que ahora solo comparten lecho de cama como dos personas totalmente desconocidas de una a la otra.
¿Es imaginación mía o quizás haya algo de química después de tanto tiempo sin un mínimo roce mutuo sobre nuestras pieles?
No, no nos engañemos pequeña Ann, si tan solo sintiera un pequeño ardor por recorrer con sus manos una pizca de tu cuerpo, ya lo hubiera echo...
Pero somos tan ilusas e incluso creemos en que quizás algún día volvamos a sentir sus dedos recorriendo nuestro pequeño cuerpo proporcionandonos una pizca de placer...
No es tan fácil, dormir junto a una persona que un día te dio tanto placer y después todo de la noche a la mañana se esfumó.
No es fácil dejar de querer, no es fácil no.
La vida nos sostiene como puede pero somos nosotras quienes tenemos que seguir adelante con el corazón echo un puño y sintiéndonos fuertes para poder sonreír a la mañana siguiente y decir un; Hola, Buenos días... ¿Como has dormido?
Estoy cansada de luchar por alguien que nose si realmente sabe valorarme, cansada de dormir junto a esa persona que no tiene una pizca de interés en tocarme, no lo sé.
Quizás sea todo producto mio de mi propia imaginación o quizás no, es una duda eterna... Es agotador no saber como actuar.
Es triste y desgarrador creer que algo va a funcionar...

El diario the AnnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora