Capítulo 1. De héroe a padre y a jefe

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Naruto Uzumaki experimentaba una sensación de vacío mientras flotaba sin rumbo por un vasto vacío negro. Sus sentidos estaban embotados y era incapaz de percibir nada, lo que llevó al joven a considerar si aquello era un indicio potencial de la experiencia de morir. Otra posibilidad era que ya hubiera perecido. En cualquier caso, Naruto era consciente de que había vencido a Kaguya, y éste era el único aspecto que tenía importancia para él. Sin embargo, su triunfo no carecía de ramificaciones evidentes, pues estaba convencido de que había perecido junto a Kaguya y Sasuke tras su enfrentamiento final.

"¿Kurama?" preguntó Naruto, con la esperanza de que su compañero estuviera cerca.

Sin embargo, tras un breve momento de silencio, Naruto cerró sus ojos azules y lanzó un pequeño suspiro.

"Lamento informarte de que ésta es la conclusión de mi historia". Naruto declaró en un tono suave y apagado, mientras expresaba su decepción por la situación. "Siento haber defraudado a todos". Concluyó el joven héroe, reflexionando sobre sus promesas incumplidas y sus sueños no realizados.

Sin embargo, Naruto sintió de repente una sensación peculiar en el pecho. Era una sensación cálida, pero sobre todo, era como si una chispa se hubiera encendido en todo su cuerpo.

"¿Cuál es la situación?" preguntó Naruto, y sus ojos se abrieron de par en par para captar una luz brillante y cegadora que flotaba sobre él.

"¿Estás...?" exclamó una voz apagada y apenas audible, lo que hizo que Naruto considerara la posibilidad de que su situación estuviera a punto de cambiar.

"¡Hay alguien ahí!" respondió Naruto en voz alta, mientras la luz empezaba a hacerse cada vez más brillante.

"Oh, por favor, Dios...". Empezó la voz de antes y esta vez Naruto fue capaz de identificarla mucho más que antes. Ahora podía oír claramente la voz de lo que parecía ser una mujer hablándole. "¡Por favor, salva a este hombre!"

"¿Quién eres?" preguntó Naruto, con la visión oscurecida por la luz cegadora.

"¡Has hablado!", exclamó la voz, con una mezcla de asombro y excitación.

Naruto se quedó perplejo, pero antes de que pudiera articular palabra, sintió que todo su cuerpo se sacudía hacia arriba. Entonces sintió lo que sólo podía describirse como la fuerza de una montaña aplastándose sobre él, lo que hizo que quedara inmóvil contra el suelo. Sin embargo, a pesar del dolor, Naruto fue capaz de discernir varias cosas.

Pudo comprobar que sentía dolor. Aunque se trataba de una situación desfavorable, era preferible a estar muerto. En segundo lugar, podía sentirse tendido sobre el duro suelo, lo cual era una mejora respecto a un vacío infinito. Sin embargo, lo más notable era la sinfonía de sonidos que llegaban a sus oídos. Algunos le resultaban familiares, como el piar de los pájaros y el aullido del viento, pero otros sonidos le eran extraños. Finalmente, al abrir los ojos, Naruto se dio cuenta de que estaba en un callejón, pero no estaba solo.

Lo más llamativo de la escena era la presencia de una mujer de llamativa belleza, que en ese momento se cernía sobre él con una expresión de preocupación en el rostro. La chica era aproximadamente de la misma edad que Naruto, y tenía el pelo largo y rubio y los ojos verdes. Le estaba examinando de pies a cabeza. Sin embargo, Naruto se distrajo de inmediato con sus pechos, que le presionaban la cara a pesar de que llevaba una túnica negra.

"Me llamo Aurora Argento", empezó diciendo la recién nombrada Aurora en un tono cordial y profesional. "¿Quién eres? ¿En qué puedo ayudarte?"

Naruto sonrió ante la disposición casi instantánea de la chica a ayudarle. Sin embargo, antes de que pudiera decir nada, sus ojos se volvieron pesados y perdió el conocimiento.

Naruto - Papá de AsiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora