Naruto - Papá de Asia

Capítulo 9. La trampa

Cuando Giorno e Issei entraron en la casa de los Uzumaki, Issei inclinó la cabeza en señal de reconocimiento.

"¿Podrías aclararnos el motivo de nuestra visita a la casa?", preguntó el más joven de los dos, con una voz que reflejaba curiosidad.

Al acercarse a la zona que Kurama utilizaba como laboratorio improvisado, el segundo al mando de la Passione se limitó a mirar a Issei por encima del hombro con una sonrisa.

"He aceptado ayudar a Kurama con un proyecto, así que hoy dedicaremos parte de nuestro tiempo a ayudarle con él".

"Agradezco la oportunidad de informarme sobre los detalles del proyecto. ¿Podrías explicármelo con más detalle?"

"El objetivo de Kurama es crear un cuerpo físico para sí mismo. En mi opinión, no tiene necesidad imperiosa de uno, pero siempre ha sido amable conmigo y con mi hermana. Por extensión, forma parte de nuestra familia, lo reconozca o no. Si quiere un cuerpo físico, haré todo lo que esté en mi mano para ayudarle a conseguirlo".

Issei sonrió y asintió enérgicamente. "Lo comprendo perfectamente y haré todo lo que esté en mi mano para ayudarle".

"Debo pedirte que estés más tranquilo. Estoy intentando dormir".

Issei saltó alarmado y emitió un sonoro aullido mientras observaba la escalera poco iluminada que conducía a los dominios del zorro.

"Quizá deberíamos dejar que Kurama trabajara sin interrupciones".

Giorno se echó a reír y empezó a bajar las escaleras que conducían al laboratorio de Kurama a paso lento. "No te preocupes, Issei. Kurama siempre es un poco gruñón".

"Si crees que ése es el mejor curso de acción, estaré encantado de seguirlo", murmuró con aprensión el más joven de los dos mientras lo seguía de cerca.

Al descender al sótano de la casa, Issei observó un estado de desorden. Había documentos con símbolos desconocidos esparcidos por el suelo, mientras que numerosas pizarras estaban cubiertas con los mismos símbolos e incluso con algunas ecuaciones intrincadas.

"Debo decir, lord Kurama, que habéis estado bastante ocupado desde la última vez que tuve el placer de visitar este despacho". dijo Issei, y su voz delató su sorpresa al ver al zorro del tamaño de un lobo extendiendo sus extremidades por la habitación. "Me pregunto si podría preguntar cuál es el propósito de este escrito tan poco habitual".

Kurama exhaló y miró al individuo en cuestión con desaprobación. Luego procedió a avanzar de forma deliberada. "La mayoría de las técnicas son Fuinjutsu de mi dimensión". Es una forma de arte muy sofisticada con una amplia gama de aplicaciones. Actualmente estoy desarrollando conceptos para un nuevo proyecto y creando cursos intermedios para Asia, que me ha pedido que le enseñe todo lo que sé sobre este arte. Ha mostrado un gran interés por el Fuinjutsu e incluso por el Genjutsu, lo cual no es sorprendente dada su personalidad astuta y astuta y su naturaleza pacifista.

Issei asintió con una sonrisa. "Eso sí que suena a Lady Asia", empezó, mientras se dirigía a una pizarra y señalaba unos cuantos símbolos. "¿Así que esto es Fuinjutsu?".

El ojo de Kurama se crispó, molesto. "Son mis apuntes que escribí en cursiva. Debo preguntarte, ¿cómo de tonto eres? Eres incluso menos inteligente que Naruto!" gritó el zorro, mientras miraba a Giorno. "Kit, debo preguntarte por qué has traído a este individuo contigo".

Giorno se limitó a suspirar y apoyó las manos en las caderas. "Issei no es tan malo, Kurama. Además, mi padre me pidió que ayudara a Issei como mentor y que le enseñara cómo se trabaja en nuestra organización. Así que, por favor, intenta ser constructivo en tus comentarios".