From The Sidelines | bakudeku (adaptación al español)

Capítulo 2: La cafetería.

Izuku observó a Katsuki sudar mientras saltaba la barra posicionada a 5.3 metros de altura, con esa vez ya eran unas cinco veces que lo hacía. De tanto observar al rubio a través de los años, Izuku reconocía que esta era solamente su rutina de entrenamiento. Era una locura. Pensar que la mejor carrera de muchos atletas tras años y años de entrenamiento era sólo un mero calentamiento para Katsuki. Los 17'6 (5.3 metros) era el récord personal que Katsuki tuvo la temporada pasada y desde entonces el atleta ha sido capaz de conseguirlo de manera constante. Los incrementos de 17'7 (5.39 m) a 17'9 (5.45 m) se hicieron cada vez más complicados para Katsuki, y hasta ahora ha llegado a su máximo en 17'9, superándolo sólo el 30% de las veces. Pero Izuku creía en él más que nadie, era cuestión de tiempo para que su ex amigo pudiera lograrlo de manera constante.

Mientras seguía observando la práctica, se fijaba en todos los detalles que podía captar. La forma perfecta de Katsuki. La transición entre los primeros pasos para conseguir velocidad y finalmente correr. El ángulo en el que Katsuki clavaba la barra en la caja de salto y luego, su momento favorito: los breves segundos donde Katsuki estaba en el aire.

La manera en la que el anaranjado sol brillaba detrás del atleta mientras su espalda se curvaba sobre la barra que estaba en lo alto. En ese momento, parecía como si el chico estuviera volando, e Izuku nunca se había sentido tan ensimismado. Verlo desde escasos metros reforzaba lo superior que era el atleta que tenía delante suyo.

Tras terminar lo que parecía ser su medio set, Katsuki se acercó al banco donde había dejado su agua.

— Oi, si esta mierda te está aburriendo, puedes irte a casa y redondear esto a una hora. — Dijo el rubio tomando la botella de agua y la bebía de un solo trago.

El plástico tronó bajo sus largos dedos e Izuku observó algunas pequeñas gotas caer a un lado de su barbilla y debajo de su camisa de lo rápido que había tomado. Cuando terminó, tiró la botella vacía dentro de un bote de basura que estaba a lado de la pista y limpió su sudor con una toalla.

Izuku estaba distraído mirándolo que sólo volvió a la realidad cuando Katsuki le chasqueó los dedos.

— Nerd de mierda, ¿me estás escuchando? — El rubio preguntó.

— ¡Oh! Sí, sí te estoy escuchando. — Izuku asintió antes de apartar la mirada tímidamente. — Y uhm, no me estoy aburriendo. Me gusta observarte, como t-tú ya sabes... — Sus mejillas se enrojecieron al recordar el hecho de que todos estos años, Katsuki sabía que lo había estado observando. En este punto, Katsuki alzó una ceja.

— Además — Izuku miró a su acompañante. — Todavía no nos hemos tomado la foto como prueba.

— Pues toma una ahora. — Katsuki sugirió bruscamente, luego agitó la mano. — Entonces podrás hacer la mierda que quieras. Irte, quedarte, no me importa.

Asintiendo, Izuku sacó su celular del bolsillo trasero y se levantó, con torpeza abrió la cámara. Escuchó un "tch" cuando Katsuki se puso detrás suyo y se agachó para quedar en el encuadre de la imagen. Aunque el rubio no estaba pegado a él, Izuku podía sentir el calor que emanaba a través de su espalda. Izuku posicionó el dispositivo, esbozó una sonrisa descarada y tomó la foto.

Después, retrocedió y protegió su celular del sol para poder mirar la foto. Sus ojos lucían como medias lunas por lo grande que estuvo sonriendo. Detrás de ellos estaba la pista de atletismo con el equipamiento del salto con pértiga preparado, con el sol anaranjado de Ise como telón de fondo, el edificio de ladrillos de terracota de la escuela al fondo, y aún más atrás, la tenue silueta de las verdes montañas que cubrían Ise.

Y Katsuki tenía su usual cara seria. Guapo, pero no feliz.

Izuku frunció el ceño. — ¿Te hace daño sonreír aquí y allá?