25.

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Estaba sentado en una de las mesas más apartadas del lugar, teniendo una buena vista de la persona a la que su amigo amaba. O bueno... ex-amigo, considerando cómo estaban las cosas actualmente.

¿Cómo fue que se había enamorado de Heeseung? ¿Cómo es que no se había dado cuenta antes?

Bueno, puede que una parte de él lo supo todo, todo este tiempo. Incluso cuándo fingía no soportarlo y entenderlo, cuándo le decía cosas hirientes por chat y se burlaba deliberadamente de él mediante publicaciones inmaduras..., incluso con todo eso Sunghoon sabía bien que en realidad, puede que existiera la pequeña posibilidad de que le hubiera gustado ser a quién Heeseung realmente mirara.

La verdad es que ni él mismo se entendía.

Una parte de él quisiera admitir lo obvio, que a él le gustaba mucho, demasiado Heeseung. No era loco. Heeseung era naturalmente atento y atractivo, con una sonrisa hermosa y un corazón tan bello que era imposible no querer protegerlo todo el tiempo. Honestamente, entendía perfectamente a Jake, a Sunoo y a cualquiera que se hubiera interesado en Heeseung aunque sea en lo mínimo.

Pero otra parte de él no quería ser uno más de ellos. Uno más de la fila que estuvieran embobados por el chico mayor. Eso no era lo suyo. A él no le importaban los sentimientos. Él estaba bien con salir y tirarse una persona nueva todos los fines de semana, preferiblemente chicos bonitos y delgados, con cuerpos ardientes que le hicieran olvidar al idiota enamorado que tenía cómo amigo y sus grandes y hermosos ojos.

Sí, tenía serios problemas.

La primera vez que sintió algo por Heeseung fue cuando, en una fiesta, había perdido a todos sus amigos de vista, y aunque esto fuera algo normal ahora, seguía siendo nuevo en el grupo de Jungwon en aquel momento; por lo que no conocía a nadie más en la ciudad y se sentía muy fuera de lugar. El alcohol nublaba su mente, dejándolo mareado con cada paso que daba. Sentía manos toquetear de más por cada parte de su cuerpo, pero no le afectaba. Caminaba cómo un muerto vivo sin saber a dónde se dirigía realmente.

Casi cae de no ser por alguien.

Heeseung no sólo lo sostuvo fuertemente para sacarlo del lugar, también lo trató cómo nadie lo hizo antes y se quedó a su lado hasta que finalmente le pidió que se fueran, ya que definitivamente Sunghoon se estaba sintiendo mal ahí. Y Heeseung nunca lo dejó, ni siquiera cuándo lo llevó a su departamento y tuvo que acompañar a Sunghoon en la misma cama para que este pudiera pegar un ojo.

Y fueron los pequeños detalles, la constante atención, que lo hicieron sentirse cómodo con ese sentimiento, temiendo volver a sentirlo. El amor. Lo que es querer que esa persona se quede a tu lado por el resto de tu vida.

Pero todas sus esperanzas cayeron ese día, cuándo Ni-Ki hizo la estúpida pregunta en una noche de juegos y Hee mostró aquella foto. La del chico con el que estaba saliendo.

Su nombre es Jake.

Tiene veintisiete.

Lo conocí hace unos meses.

Él es perfecto.

Sunghoon sintió nauseas cada vez que Heeseung habló de Jake y de su relación con ese tipo. ¿La peor parte? Había tenido que ver con sus propios ojos el inicio de todo. Cuándo Heeseung y él desaparecieron por las puertas y Sunghoon lo supo, supo lo que se vendría a continuación porque él no era ningún santo y mucho menos Heeseung.

Había querido tan malamente ser aquel a quién Heeseung tocara y besara. Quería ser quién realmente probara la piel del mayor, sus perfectos labios. Quería ser aquel a quién Heeseung mirara y llamara por apodos. Quería ser quién recibiera los halagos del mayor y le hiciera sentir bien.

Dominado ✧ [HeeJake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora