La directora se dio la vuelta en su silla giratoria, dejando atrás su ordenador.
- Eren, estas suspendiendo tres de tus asignaturas.
Estaba observando fijamente por encima de la alta mesa a la severa y reservada mujer con un vestido ajustado negro.
- Vale, ¿y qué? -contesté, poniendo los ojos en blanco.
- Que vas a necesitar algo de ayuda especial. Un tutor. Ya he hablado con tu madre, y te encontrarás con este tutor tres horas cada encuentro empezando la semana que viene. Os veréis una vez por semana.
Gruñí. ¿Un tutor? Bajo ninguna circunstancia.
- ¡No hay ninguna posibilidad de que lo haga! -protesté, inclinándome hacia adelante en mi silla.
- Creo que lo harás -dijo la directora frunciendo sus labios-. Sino no te graduarás.
Me avergoncé. ¡Mi madre me iba a matar!
- De acuerdo -acepté mientras me recostaba cruzando mis brazos-. Pero no me gustará.
******************************************************************************************
El miércoles de la semana siguiente ha llegado. Hoy es mi primer día de repaso. Tres largas horas. Seguramente podría morirme. Ni siquiera sabía cómo era mi tutor, ni su nombre ni nada.
Las clases serían en la biblioteca. Llegué a eso de las cuatro y ya estaba extremadamente aburrido. Mi madre me había llevado allí, y por el camino me había dado una charla sobre la responsabilidad, las obligaciones escolares y otro montón de mierda. Todo lo que sé es que podría haber conducido sólo hasta allí. Tengo diecisiete y, después de todo, ya tengo el carnet de conducir.
Abrí la maciza puerta, que se quedó atascada unos instantes cuando la empujé, y entré en la biblioteca. Era grande, con una mesa al frente y montones de estanterías, llenas de todo tipo de libros. Me habían dicho que esperase al fondo, donde había una gran cantidad de mesas. Me comencé a dirigir hacia esa dirección, pasando junto a muchas personas, que estaban leyendo o estudiando solos o con gente. Chasqueé la lengua. Encontré la mesa a la que había sido asignado y tomé asiento.
Esperé unos minutos. Mi madre me había dejado un poco antes, y estaba atrapado sólo por un rato.
Fue entonces cuando vi a una persona dirigirse hacia mi mesa. Esta persona era baja, con un pelo corto rubio que le llegaba a la barbilla y flequillo. Según se iba acercando pude fijarme en sus grandes ojos azules, encuadrados dentro de unas gafas de estilo hipster que descansaban sobre una pequeña nariz. Ahora era capaz de decir que era un chico. Llevaba una mochila, una camisa manga corta de cuadros metida dentro de sus vaqueros oscuros desgastados y unas zapatillas Converse. De su cuello colgaba una corbata negra. El típico chico nerd. A pesar de eso, he de admitir que era mono. Muy mono.
Cuando el chico llegó a la mesa, dejó su mochila en el suelo.
- Perdona por llegar tarde -dijo jadeando. Le miré desconcertado. ¿Era acaso otro chico que venía a un repaso? No sabía que serían sesiones grupales, pero por mí bien.
- Perdona, ¿quién eres? -dije alzando mis cejas.
- Soy tu tutor -contestó sin rodeos.
- ¡¿Qué?! -exclamé mientras rompía en carcajadas.
- ¡Es enserio! Da igual, me llamo Armin. Armin Arlet -dijo tras cruzar sus brazos.
- Encantado, señor Arlet -me burlé extendiendo mi mano. El sacudió su cabeza como gesto de disconformidad, y me estrechó la mano.
ESTÁS LEYENDO
El Tutor (SNK/AOT/Eremin)
FanfictionEren tiene un problema. Esta suspendiendo. Tres de sus asignaturas. Ahora es obligado a ir con un tutor a repaso. Él acepta a regañadientes, pero para su sorpresa, le agrada su tutor. Él es inteligente, paciente y amable, pero sobretodo, no se rinde...