Seúl, Corea Del Sur
26 de enero— Esto es patético. – la risa escandalosa del chico de pelo gris lleno todo el ambiente tranquilo de la pequeña cafetería de las afueras de la ciudad.
El chico al lado suyo no tardó en darle un fuerte golpe en el hombro y una mirada asesina mientras su mandíbula se veía cada vez más tensa.
El peligris levantó las manos en su defensa su risa cesando en menos de un segundo. Sus labios volvieron a su mueca de seriedad que lo caracterizaba y un suspiro no tardó en escaparse entre sus labios.
— Gracias por tu opinión Yoongi, la tomaré en cuenta. – Taehyung, que estaba sentado delante sus dos amigos y compañeros de trabajo, giró los ojos con fastidio y tan solo se dispuso a tomar otro trago de su amargo café.
Lo cierto es que él odiaba el café. El sabor le disgustaba por completo pero lo necesitaba para sentirse persona, sobre todo por las mañanas que solían ser una completa pesadilla.
Los dos chicos delante suyo, en cambio, eran sus mejores amigos: Min Yoongi y Park Jimin. Aún que en ocasiones el título mejor amistad no iba con ellos y sus comportamientos.
— ¿Qué quieres que te diga Taehyung? - vacilante el de pelo gris levantó una ceja mirando detenidamente como el líquido del vaso entraba poco a poco en la boca del mencionado y bajaba por su garganta, sin ser disgustado en lo más mínimo. — ¿Prefieres qué suelte esas típicas mariconadas que diría Jimin?
Otro golpe le fue dado pero esa vez con mucha más fuerza y velocidad. Su hombro no tardó en hacer un sonido desagradable y bastante doloroso. Las dos mujeres adultas que se encontraban en la mesa de al lado se giraron espectadoras de lo ocurrido.
— Lo siento muchísimo, es que nuestro amigo es imbécil. – Jimin pronunció rápido con el tono dulce que lo caracterizaba y una sonrisa bastante carismática.
Las dos adultas levantaron los hombros restándole importancia a lo sucedido.
— La próxima golpéalo sin hacer tanto ruido. – Taehyung miró a Jimin con evidente reproche, ese solo ignoró por completo lo dicho.
— Los dos sois una banda de ratas. – Yoongi siseo sobando su hombro en el proceso mientras su mirada pasaba primero por Kim y luego por Park. — Aún que no pueden negar que tenga razón.
Taehyung soltó una risa burlona por lo bajo y su mirada se clavó en la mesa de madera maciza. En su cabeza había sido buena idea citar a las dos personas con las que mejor confianza tenía para poder hablar sobre cómo se sentía y que es lo que tanto últimamente lo mantenía distraído.
Solo que al parecer, como siempre, se había equivocado.
En los últimos meses su mente estuvo muy pendiente al respecto de un tema. Todo empezó después de que visite a su médico de confianza y le hagan su chequeo anual, teniendo en cuenta su trabajo era obligatorio mantener las análisis siempre actualizadas.
Ahí una joven muchacha, con ningún mínimo sentimiento de maldad, le había comentado que ya se hacía mayor y que si en los próximos dos años no quedaban embarazado tendría que recurrir a diferentes tratamientos artificiales si en algún punto de su vida pasado ese tiempo deseaba engendrar vida.
Eso lo aterrorizó por completo e hizo que toda su realidad se alterara en menos de algunos minutos.
Desde muy joven él supo que quería ser padre, eso lo tuvo más que claro. Pero por desgracia parecía que las personas alrededor suyo no cooperaban. Su primer amor, que conoció en últimos años de la secundaria, le fue infiel después de tres años de relación.
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The Last Mission
FanfictionUn plan perfecto resumido en: "Nos infiltramos durante cinco meses, nos acercamos a los dueños, ganamos su confianza y entonces encontramos pruebas que demuestren corrupción o cualquier cosa que indique que han hecho algo en contra de la ley." Algo...