Un suspiro escapó de sus labios, nervioso por todo lo que sabía iba a pasar, miró nuevamente la enorme pantalla del aeropuerto.
Había vuelto a casa, y esta vez no iba sólo.
—Pero qué bebé tan lindo, parece una pequeña muñequita.
El halago de una anciana lo hizo parpadear, regresando de su transe para observar a la señora.
—¿Cuántos meses tiene?— cuestionó la anciana, señalando al pequeño bebé que estaba dormido en una carreola.
Haruchiyo sonrió amablemente, feliz de que siempre escucha a la gente decirle “muñequita” a su pequeña.
—Tiene seis meses, es niña— contestó tímido, aunque ansioso por saber que la mujer veía tan lindo a su pequeña bebé.
La anciana miró a Haruchiyo, incrédula por la respuesta.
—Se ve tan pequeña, parece de dos o tres meses.
Haruchiyo negó y sonrió.
—Hanako fue prematura, por eso se ve tan pequeña, pero mi muñeca tiene seis meses— explicó, porque comprendía que la gente se confundiese con la edad de su hija.
La anciana se disculpó, elogió nuevamente a la pequeña y se despidió amablemente de Haruchiyo. Era extraño pero ese tipo de cosas solían pasar con frecuencia, la gente se acercaba a ver a Hanako y la halagaban por parecer una muñeca.
Aunque no los culpaba, Hanako era una bebé bastante linda de piel pálida, pestañas largas, cabello negro y ojos color miel.
Era una rara mezcla entre Muto y Haruchiyo, cualquiera que conociera a Muto no dudaría en decir que esa niña era suya. Es por eso que Haruchiyo tenía miedo de encontrarse con antiguos amigos y que todos se enteraran de lo que había pasado en realidad.
Pero no quería pensar en eso ahora, quería concentrarse en lo importante, había decidido regresar a terminar sus estudios y así darle una vida digna a su pequeña. No quería que Hanako creciera como él lo hizo, le había prometido a su hija que su vida no sería como la suya, ella tendría el amor y cariño de su progenitor.
Sin hermanos molestos que la golpearan o lastimaran, solo ella y Haruchiyo.
Camino por el aeropuerto, con cuidado de no golpear a nadie con el carrito para bebé, se dirigió al sitio de taxis y tomó a Hanako en brazos para que el conductor pudiera guardar mejor el carrito en la cajuela.
Todo era tranquilo, Hanako no había llorado en todo el vuelo y Haruchiyo estaba ansioso por regresar a su departamento.
—¿De regresó con la familia?— cuestionó el conductor con amabilidad, en busca de conversar un poco y hacer menos tedioso el camino.
Haruchiyo asintió.
—Los padres deben ser exigentes, mira que mandar a un adolescente a cuidar a su hermanita. Debe ser horrible, seguro no disfrutaste tus vacaciones, a veces los hermanos menores son molestos.
ESTÁS LEYENDO
Rockabye [MuSan]
Fanfiction[Contenido sensible] >MuSan >Ranley >Embarazos adolescentes >Consumo de alcohol >+18 >Temas sencibles >Donceles