Lili Keene -Lawrence de parte de su padre- no era una chica con una buena reputación en el instituto o con un historial ejemplar. Tenía antecedentes.
El pasar una vida difícil, con un padre alcohólico y separada de su madre y su hermano mellizo, hiz...
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HAN PASADO ALGUNOS DÍAS desde lo que sucedió en el colegio.
Miguel estaba en coma. Robby era un prófugo ahora. Tory y Lili tenían unos problemas con los policías pero nada de que preocuparse.
Podían haber estado presas, pero Sam le pidió a sus padres que no lo hicieran para no tener problemas.
Lili de pura surte aún podía ir al colegio gracias a Tory, la cual les había dicho a los policías que ella no tenía nada que ver y que la había arrastrado a hacer eso, pero aún así tenía algunos problemas por la pelea.
Y desde que Lili había decidido quedarse en Cobra Kai e irse a vivir con Hawk, no había visto a su padre desde entonces.
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—De vuelta al infierno —dijo Lili mientras entraba al colegio junto a su novio, luego de ser revisados por los guardias.
Y es que ya que Tory tenía esa pulsera, ahora los guardias del colegio tenían que revisar a los estudiantes para ver si tenían algún arma.
—No va a ser tan maño, cariño. Tranquila —le dijo Hawk pasando su brazo alrededor de su cintura.
—Tienes razón. Va ser de lo mejor —admitió Lili al ver que una chica que pasaba por ahí, se asustaba un poco al verla y se iba rápidamente.
—Pero mirad. Si son los reyes de Cobra Kai —escucharon que dijo Mitch acercándose a ellos.
—¿Que hay, tío? —lo saludo Hawk chocando los puños con el.
Mientras ellos se saludaban, Lili miro hacia la escalera sin poder evitarlo. Los recuerdos de como Miguel caía desde el segundo piso pasaron por su mente.
—Hola, tíos —la voz de Bert la sacó de sus pensamientos.
—Hola —le devolvió el saludo Lili.
—Este va a ser nuestro año —dijo Hawk mientras abrazaba a su novia otra vez por la cintura—. Día uno, segunda ronda. Vamonos.
—Uh, tías de primer año —dijo Mitch al ver a unas chicas.
