Amor y lealtad

Fiesta

LAILA

Hoy era un día como otro cualquiera, estaba en casa, aburrida, sin nada que hacer, porque, qué es lo que podría hacer si con 19 años me privan de mis estudios, de mis amigas y de todo en general, no tenía nada que hacer, salvo pensar en mi super maravillosa boda que tendría lugar en 6 meses con el capo de la cossa nostra, todo esto obviamente había sido organizado por mi padre junto con la organización riunioni segrete.

Tenían organizado el futuro de todos sus hijos.

La organización riunioni segrete, es un lugar donde se hacen alianzas y se encuentran las mafias más poderosas de Italia, se apoyan entre ellos y no hay lugar para deslealtades.

Pero bueno, menos mal que no me han quitado a mi mejor amiga, que puede seguir viniendome a ver, puesto que es la hermana de mi futuro marido, al que nunca he conocido, porque siempre esta muy ocupado.

Chiara tiene mi edad, según me ha contado, su hermano tiene 29 años y es uno de los hombres más temidos de Italia y de América del Norte. Se convirtió en capo, con 18 años, al morir su padre de un disparo.

Su padre dejó bien atado su matrimonio para que se casara conmigo.

Esta noche vamos a salir de fiesta para pasar un buen rato, aunque vaya con seguridad.

Chiara

-Venga Laila date prisa, que vamos a llegar tarde

Yo iba con un vestido negro, corto, y Laila con un vestido midi, también pegado al igual que yo.

-Ya voy, no tienes nada de paciencia.

-No es no tener paciencia, es que vamos con media hora de retraso.

Por fin Laila bajo y emprendimos el camino hacia la discoteca de Nápoles, la Pepi Vintage Room, donde el padre de Laila era el jefe

Al llegar nos encontramos a unos guardaespaldas, que como sabían quienes éramos nos dejaron pasar de inmediato

Les dimos a los guardaespaldas la noche libre, aunque al principio se negaran, al final accedieron.

Estuvimos hasta la 1 de la mañana bailando y bebiendo, pero a mi a esa hora ya me entraba sueño, así que me fui a dormir al hotel en el que me estaba alojando; dejando a Laila sola, ya un poco borracha, decidida a que no se quería marchar.

Laila

Me lo estaba pasando genial, y ahora mi objetivo era encontrar a algún chico con quien pasar el rato.

Al rato de que se fuera Chiara apareció un chico guapísimo al que le eche el ojo.

-Hola que tal

-Bien-Respondió el chico sin más.-¿Quieres que te invite a un roncola?
-Si

Estuvieron bebiendo la bebida juntos y después empezaron a bailar muy pegados.

Llevábamos ya dos horas bailando, ya eran las 3 de la mañana, y o me iba a casa o decidida ya lo que hacía, aunque en el fondo lo tenía muy claro

Madre mía no puedo creer lo que creo que voy a hacer, creo que voy a acostarme con alguien al fin.