Confesión

6 3 0
                                    

–Padre, quiero confesarme...

–Dígame, hijo mío, Dios y yo estamos aquí para escucharle.

Quiero revelar el abismo de mal que he desatado,
Destruí a muchas almas que una vez amé con desenfreno,
Por avaricia, egoísmo o mera diversión,
No merezco redención alguna.
Hace años, mentí y robé,
Y, para ser franco, a una persona me vengué.

No encuentro reposo en la noche, ni puedo confiar en la gente,
Pero, ¿por qué me inquieta si yo mismo soy el mayor mentiroso?

Vivo atrapado en una paranoia donde todos conspiran contra mí,
Mientras yo, en un océano de soledad y engaños, hace tiempo me ahogué.
No recuerdo cuándo fue la última vez que dormí sin pesadillas atormentándome.

Padre, ansío ser perdonado y olvidar,
Desaparecer de este mar de desdichas,
Volver a mi hogar,
Poder descansar en paz.

Deseo cambiar, sé que puedo, no soy tan malvado,
O al menos, eso espero...
El daño que infligí no lo borra un simple padrenuestro,
El dolor que causé no sana con un mero "lo siento".
Anhelo cambiar y lo intento,
Pero cada vez que lo hago, alguien aparece y me destroza por dentro.

Creo que lo que siento es rencor, contra este mundo, la gente y esta sociedad.
A veces pienso en la frase "matar o morir matando",
Pero no me queda otra que anclar mis pies en esta tierra.
No quiero hacer más daño ni apartarme del camino.
Ese no es mi destino.

¿Debo salir y ofrecer amor al mundo después de lo que me hizo?
Usted mismo conoce la historia de Jesús, su bondad y su sacrificio.
Lo intenté, padre, y el mundo me hirió y me dejó abandonado como un perro sin dueño.
¿Habrá algo que me salve? ¿La comunión? ¿El bautismo?

No merezco redención, pero tampoco este tormento.
Obviamente, padre, no me justifico.
Solo quiero que sepa que—
El padre, agotado de escuchar al hombre que asesinó a su hermano, toma el arma que descansaba en la pared del confesionario y dispara. El hombre cae muerto al instante, su rostro desfigurado por el impacto. Entonces, el padre se levanta, toma su Biblia y, con su mano derecha, procede a hacer la señal de la cruz mientras murmura en voz baja:

"Estás perdonado."

ConfesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora