Más allá de la amistad - Occhiamin

La Euforia de Qatar

Desde que Nadie Dice Nada comenzó en 2020, Flor Jazmin y Nico Occhiato se habían convertido en una dupla inseparable frente a las cámaras. Junto a Nacho Elizalde y Nati Jota, el programa había crecido de manera increíble, convirtiéndose en un éxito que nadie había anticipado. Cuando llegó la oportunidad de cubrir el Mundial de Qatar 2022, todo el equipo sabía que sería un hito en sus carreras.

El ambiente en Qatar era electrizante. La euforia del Mundial, la mezcla de culturas y la intensidad de los partidos creaban una atmósfera única. Pero para Flor y Nico, algo más se estaba gestando, algo que ninguno de los dos había previsto.

Día tras día, compartían largas jornadas de trabajo, grabando y comentando lo que sucedía dentro y fuera de los estadios. Las risas, las miradas cómplices y las charlas nocturnas en la terraza comenzaron a adquirir un nuevo significado. Sin embargo, ninguno de los dos estaba listo para admitir lo que realmente estaba ocurriendo entre ellos.

Flor sentía un conflicto interno que la consumía. Aunque siempre había sentido una gran admiración y cariño por Nico, en ese momento, comenzó a darse cuenta de que sus sentimientos iban más allá de una simple amistad. Pero había un obstáculo: su relación con Agustín. Aunque no era algo formal, lo suficiente existía entre ellos para que Flor sintiera culpa por lo que empezaba a despertar en su interior por Nico.

Por su parte, Nico también estaba luchando con sus propias dudas. Había algo innegable entre él y su compañera de programa, una chispa que se encendía cada vez que estaban juntos. Pero Nico estaba en una etapa de su vida donde disfrutaba de la soltería, de la libertad que esta le daba, y no estaba seguro de si Qatar, con su ritmo vertiginoso y sus emociones a flor de piel, era el mejor momento para enfrentar lo que sentía. ¿Qué pasaría si se lo decía a Flor? ¿Podría arruinar lo que tenían como compañeros y amigos?

Una tarde, después de un partido que dejó al equipo agotado pero eufórico, Flor y Nico se encontraron solos en la terraza del complejo de departamentos en el que se estaban quedando. El sol se estaba poniendo, y el cielo de Doha se teñía de tonos naranjas y rosados. No era la primera vez que compartían un momento así, pero esa tarde, el silencio entre ellos estaba cargado de una nueva tensión.

"Este Mundial está siendo una locura, ¿no?" comentó Flor, intentando sonar casual, aunque sabía que había algo más en el aire.

Nico asintió, sin apartar la vista del horizonte. "Sí, esta siendo intenso... en más de un sentido."

Flor lo miró, intentando descifrar lo que había detrás de esas palabras. Había algo en la forma en que Nico la miraba, algo que no había notado antes o que quizás había preferido ignorar.

El silencio se alargó, y ambos parecían estar inmersos en sus propios pensamientos, en la lucha interna que los mantenía en vilo. Para Nico, era difícil conciliar lo que sentía con su deseo de seguir disfrutando de su libertad, de no complicar las cosas con una relación que, aunque prometía ser especial, podría cambiarlo todo. Para Flor, la culpa por lo que sentía hacia Nico, mientras mantenía una conexión con Agustín, la hacía dudar de cada uno de sus pensamientos.

Finalmente, Nico rompió el silencio. "¿Alguna vez sentiste que algo cambia sin que te des cuenta? Como si, de repente, te dieras cuenta de que todo lo que pensabas que era cierto ya no lo es."

Flor sintió un nudo en la garganta. Sabía exactamente a qué se refería, pero no sabía cómo responder. "Sí... a veces pasa."

Ambos sabían que se referían a lo mismo, pero ninguno estaba listo para admitirlo abiertamente. No en ese momento, no con tantas cosas en juego.

Los días en Qatar pasaron, y aunque la chispa entre ellos se hizo cada vez más evidente, ambos decidieron mantenerla en silencio, dejando que la tensión persistiera. La final del Mundial llegó y con ella el regreso a la realidad. Lo que pasó en Qatar quedó allí, en esa terraza, en esas miradas que decían más que mil palabras.

Al final, tanto Flor como Nico sabían que algo había cambiado entre ellos. Sabían que esa chispa no desaparecería fácilmente, pero ambos necesitaban tiempo para procesar lo que había ocurrido, para entender cómo eso afectaría sus vidas y su amistad. Quizás algún día, lejos de la euforia del Mundial, encontrarían el momento adecuado para hablar de lo que realmente sentían. Pero por ahora, preferían dejarlo así, en ese limbo donde el amor se mezcla con la incertidumbre.

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Hola!! Háganme saber si les gusta, encantada las leo.