La reunión en Marie Jois seguía su curso, con los reyes debatiendo temas cruciales para el futuro de sus respectivos reinos. Sin embargo, Naruto estaba cada vez más inquieto. La extraña sensación de ser observado no lo abandonaba, y su instinto le decía que algo o alguien estaba fuera de lugar.
Mientras tanto, la misteriosa mujer, aún oculta, luchaba por calmar su corazón acelerado. No podía creer que había perdido la oportunidad de acercarse a Naruto después de tanto tiempo. Su mente era un torbellino de emociones, oscilando entre la emoción y la desesperación.
--¡Esto no puede terminar así!-- pensó, tomando una decisión. Con un suspiro profundo, decidió que no podía dejar que el miedo la dominara. Se ajustó el vestido, se alisó el cabello y comenzó a idear un nuevo plan para acercarse a Naruto. Esta vez, no fallaría.
En la sala, la discusión continuaba, pero Naruto no podía concentrarse del todo. Licisy, siempre alerta, notó la inquietud de su rey y comenzó a escanear la sala con más detenimiento. Sus ojos afilados captaron un leve movimiento en una esquina oscura del salón. Algo o alguien se estaba escondiendo.
De repente, la puerta lateral se abrió con un fuerte chirrido, captando la atención de todos los presentes. Un sirviente nervioso entró corriendo, tropezando con sus propias palabras.
— ¡Perdón por la interrupción, pero... pero hay un asunto urgente que requiere la atención inmediata de todos los presentes!
Todos los reyes y Naruto giraron sus cabezas hacia el sirviente, que ahora sudaba profusamente bajo la presión de tantas miradas.
— ¿Qué sucede? —preguntó Ham Burguer, con una mezcla de impaciencia y curiosidad.
El sirviente tragó saliva antes de hablar.
— Parece que... parece que un intruso ha sido avistado en los alrededores del palacio. Los guardias están en alerta máxima, y el comandante ha pedido que todos se mantengan en sus lugares hasta que la situación esté bajo control.
El ambiente en la sala cambió al instante. Los reyes se miraron entre sí con preocupación, mientras Naruto fruncía el ceño. Su primera reacción fue levantarse y salir a enfrentarse al intruso, pero Licisy lo detuvo con una mirada firme.
— No es prudente, señor. Si hay un peligro, debemos asegurarnos de su seguridad primero.
Naruto suspiró, pero sabía que tenía razón. No obstante, su mente no dejaba de pensar en quién podría ser el intruso. ¿Acaso Kaido había enviado a alguien? ¿O tal vez era un enemigo del pasado que volvía para ajustar cuentas?
Mientras tanto, en la esquina oscura, la mujer que había estado ocultándose observaba la escena con nerviosismo. Su plan de acercarse a Naruto se complicaba cada vez más. Tenía que actuar rápido, o perdería su oportunidad para siempre.
Finalmente, con un gesto decidido, salió de su escondite. El movimiento repentino captó la atención de Licsy, quien instintivamente llevó su mano a su espada. Pero antes de que pudiera hacer algo, la mujer levantó las manos en señal de rendición.
— ¡Espera, por favor! No soy una enemiga —dijo, con voz temblorosa pero firme.
Naruto y los demás la miraron con sorpresa. La mujer era joven, con un cabello largo y oscuro que caía en cascada sobre sus hombros. Sus ojos brillaban con una mezcla de determinación y nerviosismo. Naruto la observó con atención, intentando recordar si la había visto antes, para su gran sorpresa si la recordaba, pero hace un tiempo muy atrás, ahora mismo no sabía que hacer.
— ¿Quién eres y qué haces aquí? —preguntó Naruto con seriedad, tratando de ocultar que la conocía.
La mujer tragó saliva nuevamente, intentando calmar sus nervios antes de responder.
ESTÁS LEYENDO
Cuando se pierde la luz (Fic Naruto en One Piece)
FanfictionNaruto un chico independiente en el mundo de One Piece cayó en prisión