Un accidente imprevisible

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Viéndoles durante los entrenamientos me preguntaba si sus compañeros eran

conscientes de la relación que sostenían. Aunque querían mantenerlo en

secreto, yo, acaso porque sabía que eran pareja, veía más allá de sus pequeñas

rencillas que aún seguían manteniendo, ellos procuraban ser comedidos en sus

actos, Suga ocultaba mejor sus sentimientos ante los demás, no así Jimin que

era totalmente transparente. Su actitud hacia Suga era una declaración

pública de su amor.

Entonces ocurrió el accidente, desde lo alto de las gradas observe que al

intentar bloquear el tiro de Suga, Jin cargó excesivamente fuerte y no solo

desvió la dirección de la pelota sino que también empujó con su cuerpo a

Jimin que estaba preparándose para recibir el rebote. Algo impensable

tratándose de Suga.

El contundente golpe del cuerpo de Jimin contra la duela fue sonoro porque

fue su cabeza la que se golpeó duramente, durante unos segundos todos

quedaron inmóviles al ver al pelirrojo inmóvil en la duela.

Me apresure a descender para acercarme. Nadie se fijo en la palidez de Suga más acentuada

si era posible.

RM se apresuró a ir a su lado.

-Jin, Jungkook llevenlo a la enfermería.

-¡No lo toques...! -el grito de Suga sobresaltó a todos, nunca le vieron así, tan

alterado. Yo reconocí que eran celos, estaba sumamente celoso y su mirada era

como un arma letal cuando se clavó en Jungkook.

Suga apartó de un empellón al jugador de tres tiros. No era tonto, al igual

que yo había visto el interés que Jungkook mostraba hacia Jimin.

Vi como se inclinaba junto a mi amigo posando una rodilla en el piso y

ayudándole a incorporarse con suavidad, casi con temor a lastimarlo más aún

si cabe, apoyando su espalda contra su pierna doblada.

-¿Cuántos dedos ves? -le preguntó alzando dos ante sus ojos.

-Demasiados... -hizo un amago de asirlos más su mano solo encontró el vacío- Suga...

Jimin estaba conmocionado.

-Tranquilo, Jiminie. Estoy aquí.

Suga tomó su brazo pasándolo por detrás de su cuello para que se sujetara a

el. Deslizó sus brazos por debajo de los suyos y el otro por detrás de sus

rodillas, levantándole sin esfuerzo, Jimin apoyó su cabeza contra su pecho,

acurrucándose en él. Por la expresión de su rostro agradecía su proximidad.

-¿Qué fue eso? -preguntó RM rompiendo el impresionante silencio que la actitud de Suga provoco en los jugadores. Tras su apresurada salida del gimnasio todos parecieron recuperar el habla.

-Suga estaba más pálido que Jimin -aseveró Mima, mentalmente le dí la razón.

-Por eso estaban últimamente tan tranquilos -dijo Jin.

Una Romántica DeclaracionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora