Capitulo 1: Un placer conocerte

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Otra vez me encontraba ahí, sentado en el salón de clases, sosteniendo el arte que con tanto esfuerzo realicé, hecho pedazos.

"Quizás madre tenga razón, no sirvo para esto, así que, ¿para que intentarlo?, sólo debo renunciar" pensé mientras observaba con desánimo las piezas rotas que con crueldad mi madre rompió.

—Hey Oliver—saludaron Ike y Johan al unísono, interrumpiendo mis pensamiento.

—¿Qué tal chicos?—repliqué intentando mostrar una sonrisa.

—¿Has visto a la nueva?—preguntó Johan conteniendo la risa.

—Sí, todos hablan de ella por lo anormal y rara que es—comentó Ike con ánimo al mismo tiempo que la señalaba.

Un tanto desconcertado voltee mi vista hacía la dirección que me indicaba mi amigo y la miré por un buen rato.

Llevaba puesto un suéter de color negro y con su capucha puesta a penas se notaba el marrón claro de su cabello, además de una mascarilla que impedía ver bien su rostro.

Su mirada nerviosa se topó con la mía, pero rápidamente la esquivó dándome la espalda y se sentándose en su pupitre.

—No veo nada malo en ella—respondí secamente, empezando a escribir en mi libreta.

—Por Dios no seas aburrido, mírala mejor, es una ridícula—insistió Johan.

—Sí, la verdad no entiendo su inmadurez, de seguro es horrenda—opinó Ike volviendo sus ojos hacía ella.

—Creelo, lo es—afirmó Johan con entusiasmo y viveza en sus ojos—Vanessa me contó que vió su rostro en el baño cuándo le quitó la mascarilla a la fuerza.

—Debí imaginarlo—rió Ike con fuerza—realmente es un monstruo.

En ese momento el profesor entró al salón y ordenó a todos a tomar asientos y a sacar sus libretas, la clase daría inicio.

—Bien chicos antes de empezar, quiero presentarles a su nueva compañera, la señorita Clark.

Aquella chica tardo un momento en levantarse y ponerse en frente de la clase, dónde varias miradas burlonas la observaban con atención, listos para humillarla. Quedó paralizada allí un buen rato, parecía desear ser transparente, sus ojos recorrieron el salón con velocidad hasta que se detuvieron en mi y nuevamente nuestras miradas se cruzaron, podía notar cómo su respiración agitada logró calmarse al mirarme y duramos así unos segundos, la verdad no sabía que hacer.

"Qué chica tan rara" pensé "pero que maravilla".

Sus ojos eran tan cautivadores cómo el cielo estrellado, cómo las fantásticas obras de Van Goh, cómo las hermosas y delicadas flores de jardín.

—Señorita, no tenemos todo el día—recordó el maestro suspirando de fastidio.

—Lo lamento—dijo la chica otra vez volviendo a los nervios.

Y luego de tomar valor se presentó. Honestamente, no pude escucharla, a pesar de estar tan atento algo me había sacado del presente.

—Es un gusto conocerlos—finalizó la chica.

Fueron las únicas palabras que logré escuchar.

Durante la clase no pude evitar echar pequeños vistazos hacia dónde estaba la chica nueva. ¿Cuál era la causa de mi comportamiento?, ni yo sabía, pero de verdad, ella llamaba mucho mi atención, cómo nadie más lo había hecho.

—Oye Oliver, necesitamos que hagas el trabajo por nosotros—pidió Ike tras un bostezo.

—Sí, tendremos práctica está semana, así que te lo agradeceríamos mucho—mencionó Johan mientras caminábamos por el pasillo.

Goodbye loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora