Amortentia.

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La mañana siguiente Pedro pablo despertó con una sonrisa cómo de costumbre. Sus compañeros de cuarto eran amables con el, Gryffindor era una casa demasiado problematica, pero las amistades solían ser demasiado sinceras.

Mientras tanto Bosco había despertado de malas por sus compañeros de cuarto. Estar en Slytherin era algo cansado para el, donde tenían que aferrarse a la idea que los "sangre sucias" no eran bienvenidos en Hogwarts.

Eran de casas diferentes, amigos diferentes, incluyendo las personalidades.

Normalmente Bosco y Pedro pablo solían toparse desde hace años, por que sus amigos eran enemigos. Lo cuál ellos tambien lo eran.

Pero sentía que no había razón por la cuál odiarse. O tal vez si.

Y era que habían jugado en el quidditch. Slytherin solía perder siempre contra Gryffindor. Y esa era la principal razón por la cuál intentaban odiarse.

Ahora solían cursar el sexto año. Casi apunto de terminar. Pero las cosas parecían haberse puesto más dificiles, cada día el clima empeoraba más.

Es cómo si algo estuviera apunto de pasar. Voldemort había vuelto, lo que le creaba muchos problemas a cada uno de los estudiantes de Hogwarts.

Pedro pablo era un gran mago, era sangre mestiza. Su madre era la bruja, mientras su padre era un muggle que fue convertido en brujo.

Bosco tenía sus propias tecnicas para la magia, era sangre limpia. Toda su familia lo era y había permanecido en Slytherin, todos ellos eran parte de los mortifagos.

Bosco estaba apunto de convertirse en uno, junto a su amigo Draco malfoy. Que toda su vida habían estado juntos desde pequeños.

Pedro pablo sabía que algo iba mal, su amigo Harry potter, solía tener muchas pesadillas en las noches, que tenía que ayudarlo a controlarse.

Bosco y Pedro pablo estaban llegando algo tarde a su primera clase. Que era la de Pociones con el nuevo profesor Slughorn. Anteriormente era el Profesor Snape, pero se le había cumplido la dicha de ser el profesor de Artes Oscuras.

Pedro pablo venía acomodando sus libros algo torpe.

Bosco venía acomodando su uniforme.

Hasta que sintieron un choque los dos.

Unos libros cayeron haciendo un ruido demasiado fuerte. Pero parecía que ninguno de lo dos lo escucho, ya que sus cuerpos estaban paralizados.

Parecía que era la primera vez que se veían...

Los ojos de Pedro pablo eran cafés claro, dandole un toque de brillo bello. Su pelo era algo largo rizado, tenía sus rizos demasiado definidos.

Mientras Bosco tenía sus ojos color avellana, manteniendo un hermos brillo en ellos. Y su pelo, era algo rubio, y desordenado.

—Deberías fijarte a la otra.—Bosco fue el primero en romper el silencio.

—Creo que tu tambien. No fui el único que venía distraído.—contestó con voz firme.

—¿Disculpa? ¿Quien te crees para ordenarme que hacer?—declaró algo enojado.

Pedro pablo bufó ante sus estupidas preguntas.

—No perderé mi tiempo en responder preguntas sin sentido.

Bosco empezó a acercarse a el acorrandolo contra la pared.

—¿Q...que haces?—tartamudeó

—Tienes que entender cuál es tu lugar aquí. No puedes venir a decir que hacer.

Más allá de la magia. (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora