Más allá de la magia. (One-shot)

Amortentia. 2/2

2 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒚𝒐.

𝑩𝒐𝒔𝒄𝒐.

Me encontraba en la sala de Slytherin junto a mis compañeros, pero quería salirme de ahí y encontrar a mi querido novio.

De pronto entro el profesor Slughorn que se veía algo exaltado y preocupado.

—Todos vayan al comedor, no se demoren, ¡Vayan al comedor!

Todos fuimos rapidamente al gran comedor después de aquella orden que nos dió el profesor.

¿Por qué todos estaban con caras de asustados?

Cada casa se sentó en la mesa que les correspondía.

La profesora McGonagall empezo a hablar verdaderamente preocupada.

—...la evacuación será supervisada por el señor Filch y la señora Pomfrey. Prefectos, cuando les avise, organicen sus casas y lleven a los estudiantes a su cargo de forma ordenada al punto de evacuación.

¿Evacuación? ¿Que estaba pasando?

Todos estabamos petrificados, intentaba buscar a Pedro pablo, pero no lo veía por ninguna parte.

Ernie Macmillan se levanto en la mesa de Hufflepuf y gritó: —¿𝒀 𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆𝒅𝒂𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒚 𝒍𝒖𝒄𝒉𝒂𝒓?

Hubo un puño de aplausos por todo el Gran comedor.

—¿Y que pasa con nuestras cosas?—hablo una chica de Ravenclaw—. ¿Nuestro baúles, nuestras lechuzas?

—No tenemos tiempo de recoger sus posesiones—dijo la profesora McGonagall—. Lo importante es sacarlosde aquí sin contratiempo.

¿Por qué no encontraba a Pedro pablo?

—¿Dondé esta el profesor Snape?—gritó una chica de nuestro curso.

—Se ha, por decirlode forma coloquial, largado—respondio la Profesora McGonagall, y una gran vitoreo estalló entre los Gryffindors, Hufflepuffs, y Ravenclaws.

De pronto vi como Harry se desplazaba por el gran comedor, buscando a alguien.

Me pare de ahí para acercarme a el, pero la Profesora McGonagall volvió a hablar.

—Ya hemos colocado protección alrededor del castillo— estaba diciendo la Profesora McGonagall—, pero es poco probable que aguante mucho tiempo si no la reforzamos.  Por tanto, debo pedirles que se muevan rapido y con calma, y que hagan lo que los perfectos les...

Sus palabras finales fueron ahogadas por una voz diferente que resonó por todo el Comedor. Era alta, fria y clara. No se podía decir de dónde venia. Parecía emitirse desde las mismas paredes.

—Se que están esperando para luchar —hubo varios gritos por parte de todos los estudiantes; algunos de ellos se agarraron a otros, mirando alrededor aterrados en búsquedad de la fuente de sonido—. Sus esfuerzos son inútiles. No pueden luchar contra mí. No quiero matarlos. Tengo un gran respeto por los profesores de Hogwarts. No quiero derramar sangre mágica.

De pronto un silencio se instaló en el Comedor, el tipo de silencio que presionaba contra tus tímpanos, que parecía demasiado enorme para ser contenido por las paredes.

—Entreguenme a Harry Potter— dijo la voz de Voldemort—, y no les hare daño. Entreguenme a Harry Potter y dejaré la escuela intacta. Entreguenme a Harry Potter y serán recompensados.

—Tienen hasta media noche.

Todos miraron en dirección a Harry, y el enseguida me reconoció al igual que a Pansy.