900 días hasta que Oikawa Tooru se enamore

Capítulo 1 : ¿Eres mi qué ahora?

Día 1:

 

—Bueno, déjame aclarar esto —Oikawa lo miró con el ceño fruncido—. ¿Eres mi nuevo compañero?

Unos ojos azules impasibles lo miraron fijamente. —Sí.

El ojo derecho de Oikawa se movió peligrosamente y se quedó paralizado, sin poder creerlo. El nuevo expediente que llevaba en la mano de repente se sintió lo suficientemente pesado como para arrancarle el brazo. ¡Esto no podía estar pasando! ¡Y pensar que la mañana estaba yendo tan bien para él! Apretó los dientes, se dio la vuelta y salió de la oficina con paso decidido, dejando a su nuevo compañero todavía de pie entre sus dos escritorios.

Oikawa estaba furioso, agarrando la carpeta con tanta fuerza que estaba aplastando los papeles que describían su nuevo caso. No creía que fuera posible sentirse más enojado, pero eso fue antes de que escuchara los pasos que intentaban seguirlo apresuradamente por el pasillo.

"¿A dónde vas?", preguntó Kageyama, medio trotando, medio caminando para alcanzarlo.

—A la oficina del subdirector —espetó Oikawa, sintiéndose cada vez más culpable cuando las largas zancadas de Kageyama finalmente lo alcanzaron—. Si esta es su idea de una broma, no me estoy riendo.

Oikawa era vagamente consciente de que la gente le estaba dando un amplio margen de seguridad, apartándose de su camino y lanzando miradas comprensivas hacia Kageyama mientras marchaba hacia la oficina del subdirector. En ese momento, no le importaba un comino lo poco profesional que estaba siendo, si fuera por él, habría echado a Kageyama de su oficina (su oficina, ojo) y le habría cerrado la puerta en la cara. ¿A qué diablos estaba jugando Wakatoshi?

Oikawa había estado en la Agencia durante casi seis años, después de haber sido transferido de las Fuerzas Especiales al final de la guerra, donde era parte del escuadrón de reconocimiento y antiterrorismo. Desde entonces, se había resignado al hecho de que de vez en cuando, tendría que cruzarse con Kageyama de vez en cuando. Era un riesgo ocupacional, algo inevitable que surge al trabajar en el mismo lugar. Sin embargo, ver a ese bastardo exasperante desde lejos ocasionalmente y tener que compartir espacio de oficina con él y peor aún, ¡trabajar con él! ¡Ahí era donde trazaba el límite! Lo odiaba a muerte y eso no ha cambiado desde sus días de entrenamiento. ¡Y la sola idea de trabajar con él... Oikawa estaba a punto de golpearle la cara a alguien en este momento!

Antes de que pudiera darse cuenta, estaba parado frente a la oficina de Ushijima. Sacudió la cabeza, tratando de controlar la ira incontrolable que amenazaba con romper su compostura y, respirando profundamente, llamó a la puerta.

Una pausa y luego... 

"Adelante"

Con gran autocontrol, Oikawa se abstuvo de derribar la puerta de una patada y, en lugar de eso, la abrió de un empujón y entró. Kageyama lo siguió, cerrando la puerta detrás de él y, con el rabillo del ojo, Oikawa lo vio apoyado contra ella, con los brazos cruzados y luciendo tan desinteresado como siempre.