Dime Que Me Quieres

Capítulo 6.

-Emm... Eh... Yo...-Trato de encontrar una buena excusa-Te e-esperaba, sí, eso-Le sonrío nerviosamente
-Ooook...-Me mira extrañado-Vamos, te llevare a casa

Sasuke me toma de la mano y yo solo veo como Naruto nos observa desde las sombras, había algo en su mirada que no sabía describir. Me subo junto con Sasuke a la moto y nos ponemos en marcha, al llegar al edificio me bajo yo sola de un salto y le entrego a Sasuke su casco y estoy decidida a entrar al edificio pero él me toma de la mano

-Espera...-Se baja tambien de la mato sin soltarme la mano-¿No me invitarás a pasar a conocer tu nuevo hogar?-Me mira con una enorme sonrisa en su rostro
-*S-Si lo invito a pasar puede ver las cosas de Naruto adentro o en la habitación...*-Lo miro perpleja y de la nada viene un vago recuerdo de él-No puedo invitar a ningun chico a casa, ¿Lo recuerdas?-Sonrío triunfal y él solo me observa asombrado-Ahora vivo SOLA-Le recuerdo

Sasuke solo suelta un suspiro y sonrie, se pone a mi altura y pone su mano en mi cabeza

-Bien dicho pequeña-Y me toca la frente-Solo quería ver como me respondias... ¡Bueno!-Retoma su postura-Me voy... Anda, ve a casa y relajate-Me vuelve a sonreir
-Gra-Gracias Sasuke-Kun po-por ayudarme y buscarme
-No es nada, sabes que por tí...-Se acerca de nuevo a mí y me abraza-Por tí haría cualquier cosa-Siento como mis mejillas arden-Anda, ya entra que hace frio

Solo asiento y entro al edificio. El estar  de nuevo tan cerca de Sasuke me hacia sentirme segura y en paz y ¿Cómo no estarlo? Si él siempre había estado conmigo cuando más lo necesitaba.

-*Hemmp... Tonto*-Suelto una pequeña risita y siento un leve olor a su perfume en mi blusa-*¿Siempre ha olido asi de bien?*
-¡¿Qué haces?!-Escucho detras mío haciendo que saliera de mis pensamientos-¿Ya puedo ir a casa?-Era Naruto
-¿Qué? ¿Cómo? ¿Cu-Cuándo llegaste?-Volteo a todos lados
-Descuida, tu noviecito no me vío entrar. Estaba muy ocupado sonriendo como idiota-Suelta friamente-Y hace un par de minutos-Me ve de pies a cabeza-Anda, vamos a dentro, tengo frio-Me ordena
-Tú ve, tú tienes tus propias llaves para ir y abrir-Le digo bruscamente, solo se queda mirandome
-A él...-Refiriendose a Sasuke-A él lo tratas bien, pero en cambio a mí me trastas pesimo-Se acerca a mí al punto de acorralarme-¿Qué tengo que hacer para que me trastes igual o hasta mejor que a él?-Dice muy cerca de mí, tan cerca que nuestras miradas chocan al igual que nuestros alientos
-¡¿Q-Qué ha-haces?!-Lo alejo de un empujón y le doy la espalda. Podía sentir como mis mejillas ardían
-Hmmp...-En su rostro se dibuja una risita burlona-Ya ve...-Suelta sin más
-¡Idiota!-Le grito sin siquiera voltearlo a ver y me voy corriendo por las escaleras

Al llegar a casa solamente nos encontramos en la puerta de la entrada y cada quien se fue a su habitación sin decirnos ni una sola palabra.

-*Estar en esta situación me causara demasiado estrés; estar viviendo con el chico #2 es muy estresante y tan cansado...*-Me digo a mi misma mientras cepillo mi cabello frente al espejo de mi habitación-*¿Por qué decidí aceptar esta situación tan... Tan estresante?*-Suelto un suspiro.
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Pasaron sólo un par de días; en estos días he aguardado  el secreto perfectamente al igual que Naruto. Casi no nos dirigimos la palabra en casa y ni se diga en la escuela; en partes agradecía todo esto de vivir juntos ya que siempre le hacía el desayuno y me daba las gracias y halagaba lo que le hacía y en cambio el ayudaba con algo en casa que ocupara reparación, era algo así como un dando y dando.
Era fin de semana, acababa de llegar de clases y me dispuse a ver que hacer de comer cuando llega Naruto más serio que de costumbre con una caja enorme