A veces la vida podria llevar miles de sorpresas, aunque para Soobin, la vida le a llegado con sorpresas más malas que buenas, pero a su mala vida a logrado acostumbrarse a pesar de todo, a podido adaptarse a cualquier adversidad, incluido el hambre que a azotado a las calles de París. Tal vez no era una medida muy bien vista para la religión que un hombre se prostituya a diferencia de una mujer, ya que a sus asquerosos ojos, la mujer estaba para servir al hombre a pesar que lo que estaba haciendo era pecado, aunque era más pecado que aquella mujer sea una bruja a qué sea una prostituta. Cuestiones que el rubio no encontraba coherencia alguna, pero preferia ser juzgado bajo a sus miradas mientras que por las noches, muchos ciervos de dios se escabullian por aquellas calles en busca de su cuerpo.
Con tal que le pagaran bien, no le podía importar menos su hipocresía.
Ahora se encontraba observando a cada habitante que seguia sus rutinas de forma habitual, a través de aquella gran ventana, mientras a sus espaldas se encontraban mujeres con su mismo rubro, compartiendo curiosidades para nada sanas sobre la realeza.
——Dicen que el principe Yeonjun es demasiado guapo, pero que es demasiado frio.——Soobin pudo reconocer aquella voz, por lo cuál no dudo en prestar atención a la conversación.—— Colecciona mujeres hermosas como sus concubinas y ni siquiera las toca, algo que no es muy normal en hombres, nosotras sabemos que los hombres no pueden controlarse al ver mujeres hermosas.
Soobin no pudo evitar formar una mueca ante aquella afirmación tan generalizada, él también era un hombre y jamás se lanzaria sobre una mujer que le llame la atención y poseerla cómo un objeto, pero decidió seguir en silencio, estaba consciente que muchas de aquellas mujeres no conocen otro mundo que no sea la prostitución, dónde cada noche tienen que entregarle servicios a salvajes sin estribos.
La mujer logró percatarse de que el rubio le estaba prestando atención, para acercarse lentamente a su espalda siendo seguida por su acompañante.
—— A excepción de ti Soobin, eres un hombre ejemplar, será afortunada aquella mujer que logre enamorarte.——Halago Wonhee, provocando que el contrario se sonrojara abruptamente.
—— No es necesario que me halagues.
La azabache no dudo en formar un puchero ante el rechazo tan notable del contrario, a sus ojos, Soobin era realmente hermoso y a intentado miles de formas para llamar la atención de aquel muchacho, aunque fuese un corto beso.
—— ¿Por qué no eres tan accesible cómo aquellos hombres a los que te entregas? Dijiste que te gustaban las mujeres.
Soobin la observo de reojo, para luego chasquear su lengua tratando de tragarse su propia frustración ante la insistencia de aquella muchacha.
——Es más común ver hombres por acá y pagan mucho mejor, además ya te eh explicado que a las mujeres no las veo de una forma tan asquerosa, cómo lo hago con hombres.-- Soltó un corto suspiro luego de su explicación.—- Te aseguro que cuándo reuna el dinero suficiente, me iré de este lugar y conseguire una vida digna teniendo una familia y una mujer que me ame.
Wonhee no se encontraba satisfecha con aquella respuesta, rodando sus ojos demostrando totalmente su descontento al hermoso chico frente a él.
—— ¿Y crees que alguna mujer va a querer armar su vida, con alguien con un pasado tan pecador como el tuyo? No sé, piénsalo mejor, Soobin.
Y con aquellas últimas palabras tan hirientes, se retiró de aquél pasillo, dejando totalmente a solas a Soobin con la otra muchacha que acompañaba a la adolescente.
—— Tranquilo Soobin, sabes que ella es algo..impulsiva.—— Sakura entregaba leves miradas tímidas al rubio, a pesar que París estaba enfrentando una gran hambruna, aquella regla no era lo mismo para Soobin, el cuál mantenía un cuerpo bastante en forma. No era ningún secreto que en aquel burdel muchas de sus trabajadoras miraban con cierto deseo a aquél muchacho, a pesar de su buen atractivo, su personalidad era bastante encantadora.
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La rosa de Versalles. | Yeonbin.
Fanfiction── .✦ ֶָ֢ Para él era realmente difícil enfrentar la vida que se le aproximaba, había preferido seguir siendo un pobre francés vendiendo su cuerpo en la calle, que haber sido escogido por el cruel principe, próximo rey de Francia. Aquél hombre de pi...