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En un callejón angosto y húmedo, donde las paredes estaban cubiertas de grafitis y la única luz provenía de un débil foco que parpadeaba en la distancia, yacía Hiroki Mori
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Su rostro estaba ensangrentado, con un labio partido y un ojo morado que se hinchaba cada vez más. El dolor era insoportable, cada latido de su corazón se sentía como un martillo golpeando su cabeza
Pero lo que lo enojaba más era esas palabras, las palabras del bastardo que le hizo esto y lo dejo en este estado...
• "Kokujin" •
Resonaba en la cabeza del rubio, su Debil cuerpo no soportaba más su propio peso muerto, sus múltiples heridas y su cansancio al intentar defender de esa paliza que recibió en la tarde hasta ahora aún le dolía.
Pero más esas crudas palabras que escucho de sus personas "queridas"
<°Mini flashback°>
En ese mismo callejón hace ya 5 horas atrás, los golpes resonaban, un adolescente golpeando a un joven se veía presente, mientras 4 figuras estaban atrás, burlandose de el.
"Que idiota", "enserio tenemos la misma sangre", " un inútil totalmente", "solo eras un estorbo", "siempre el más Debil"
Debil.... Esa maldita palabra que no se podía sacar de su cabeza, incluso si su cuerpo estaba siendo destrozado, lo que más le dolía era ver cómo ess mujeres lo veían como si sus esfuerzos de protegerlas no sirvieran para nada.
Eso lo ponía triste, enojado, confundido y sobre todo, le daba un vacío....
Pero lo que más le dolió fue ver a 2 de las 4 figuras unirse a su golpiza, sin importar su salud.
<°Fin del mini flashback°>
Hiroki intentó levantarse, pero sus fuerzas lo traicionaron, cayó nuevamente al frío suelo, sintiendo el frío concreto contra su cuerpo, con las fuerzas que le quedaban se dio la vuelta, con la mirada fija en el cielo nocturno, y susurró con voz débil
•- Quiero vivir y demostrar que soy fuerte -•
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En ese momento, un torbellino de energía azul, como un rayo de luz celestial, descendió del cielo nocturno de Japón, el brillo se extendió por el cielo como un gran oceano de poder, mientras unas esferas que se confundirán con estrellas se veían en el cielo, mientras con el rubio penso que este era solo un juego de su mente, asi que cerro sus ojos azules.
Sin notar que las esferas, como estrellas fugaces, se deslizaron por el cielo nocturno, dejando un rastro de luz azul por donde pasaban, dejando caer esta luz en el suelo pero una de ellas, de un color azul mucho mas brillante de lo normal, se dirigió hacia él y se fusionó con su cuerpo casi muerto del rubio.
Un hormigueo recorrió su cuerpo del joven, como si miles de agujas lo pincharan al mismo tiempo, un poder desconocido fluía por sus venas, sus ojos, antes llenos de dolor, ahora brillaban con una intensidad azul.
Hiroki aunque extasiado por esta muestra de poder, su cuerpo no lo soportaría, era demasiado cambios por segundos, así que llevo a desmayarse, mientras su cuerpo hacia los cambios, tanto físicos como mentales.
<°Al Siguiente Día°>
Vemos al mismo chico rubio?, levantarse de ese callejón, mientras se estiraba, sentía un dolor por aver dormido en el frío y duró suelo que en una cama, pero después se quejaría de eso, ahora tenía que ducharse y cambiarse de ropa.
Después de una larga caminata hasta su "hogar" llegó y habría la puerta con facilidad, la casa de dos pisos estaba completamente vacía y un silencio que para el chico fue cálido.
Sin perder tiempo, subió al segundo piso, se quitó la ropa y se dio una ducha, mientras los recuerdos de ayer y se supone vids pasaban por su mente de forma clara, pero no solo eso sino que también otro tipos de recuerdos.
"Maldiciones, hechiceros, rituales, combates, técnicas" Todo en su mente, cosa que le hizo pensar dos cosas. Oh qué la golpiza de ayer fue tan cabrona que le jodió el cerebro o le habían metido algo mientras dormía.
Pensaba con gracia mientras salía de la ducha, por qué no se creía que eso podría pasar, más por qué según lo que recordaba, sus rituales y técnicas debería tenerlas y no las tiene.
Además su cabello debería ser blanco y sus ojos azules brillan....
No termino de hablar al verse en el espejo, las características que acababa de describir frente a el, su cabello antes rubio ahora blanco, sus ojos azules ahora brillando con una intensidad que parecían el mismo cielo.
El se abofeteó dos veces para estar seguro y al ver que no era un sueño, se intentó tranquilizar, saliendo del baño solo con una toalla se fue a cambiar, poniéndose algo cómodo y simple.
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Quería pasar desapercibido y caminar un poco para reflexionar un poco, después de todo, si esto en verdad estaba pasando, podría dejar su pasado horrible atrás
