touches;

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Lee Know y yo hemos sido mejores amigos desde primer año de secundaria, actualmente ambos tenemos 23 años,   yo comence a sentir algo más que una amistad, cada vez que lo veía sentía nervios y severa exitación. Yo era muy "precoz" cualquier contacto más allá de lo común me exitaba demasiado.

Hoy nos reunimos en su casa estábamos en el sofá, viendo una película, cuando de repente sentí su mano en mi pierna. Me sobresalté, pero no hice nada para quitarlo. No quería estropear el momento con el que había fantaseado muchas veces. Su mano siguió subiendo, hasta que llegó a mi entrepierna. Me sentí como si estuviera en un jodido sueño. No podía creer que esto estuviera sucediendo. Pero al mismo tiempo, no podía pararlo o hacer algo para que se detuviera.
Sentí como lentamente mi entrepierna se endurecía, era como si mi cuerpo me estuviera traicionando justo en ese momento. Me puse muy nervioso y Lee know se dió cuenta de eso.

— Oh, lo siento mucho Jisung no quería incomodarte o algo así.

Sentí como quitaba su mano de mi entrepierna y rápidamente respondí:

— No no, no me incomodaste en lo absoluto sólo... me tomó por sorpresa

Después de decirle eso le dí una sonrisa a la cuál me la devolvió.

— Menos mal, pensé que te había incomodado... Entonces, ¿Puedo volver a hacerlo?

Esa pregunta me causó severo escalofrío, ¿Acaso mi mejor amigo gustaba de mí? No, tonterías, tal vez solo buscaba molestarme. Pero me dió igual, quería volver a sentir su mano tocandome.

— Sí, claro

Respondí algo nervioso, luego sentí nuevamente su mano tocar mi entrepierna, no pude resistirme y solté un leve gemido. El por otra parte al escucharme gemir soltó una risa y siguió masajeando mi entrepierna, es como si le gustará verme retorcerme ante su tacto, mi entrepierna se puso muy dura al punto de doler un poco, el notó mi erección y metió su mano dentro de mi pantalón. Mierda, debo estar delirando.

— ¿Qué... qué estás haciendo?

Le pregunté entre jadeos, mi cadera se inclinaba para sentir más de su toque. El me miró y juntó con una sonrisa traviesa respondió:

— Ayudándote, parece que con solo tocarte tuviste una erección y yo al ser el causante de ello debo resolverlo, ¿No?

¿Acaso se estaba burlando? pero no podía negar que aunque se estuviera burlando me sentía tan exitado y necesitado de el, necesitaba sentirlo dentro de mi, embistiendo hasta más no poder. En un abrir y cerrar de ojos el estaba masturbandome, solté un gemido ahogado mientras inclinaba mi cabeza para atrás, sabía que no aguantaría más, sentí como todo mi cuerpo se tensaba, estaba apunto de correrme en su mano. Y así fue, no pasaron ni 4 minutos y me corrí.

— Jaja, wow... ¿Tan rápido te corriste Jisung?

Sentí como mi cara se ponía caliente. Era verdad soy muy precoz, cualquier toque, besos, caricias y entre otras cosas me hacían correrme casi al instante.
No sé que pasó, de un momento a otro ví como Lee know me tomaba de la cabeza y juntaba sus labios con los míos, me tomo desapercibido pero al instante reaccioné y correspondí besándolo con más necesidad. Su lengua recorría mi cavidad bucal, el beso se había convertido lujurioso, sentía el calor que producía su cuerpo al estar tan cerca del mío. El me subió a su regazo mientras me seguía besando, entré el beso el susurro:

— Jisung, no aguanto más, necesito estar dentro de tí. Quiero que me montes

Me separé del beso, ya estaba muy exitado, yo también necesitaba sentirlo dentro de mí pero sabía que a la primera embestida me correría.

— Yo.. yo no puedo Lee know, me correré muy rápido

— Sí, si puedes y te lo demostraré.

Sus palabras eran en total necesidad, con un tono serio pero travieso.
Ví como comenzó a desabrocharse el pantalón y sacar su dura y grande hombría, me quedé impresionado por el gran tamaño que tenía, sabía que eran mínimo 22 cm.

— Volteate.

Fue la única palabra que dijo con voz ronca, sin pensarlo dos veces obedecí, al hacerlo sentí sus dedos acariciando mi entrada estrecha, solté un gemido ahogado, mis piernas estaban temblando un poco y mi pene soltando líquido pre-seminal.

— Voy a meter un dedo, si te duele házmelo saber.

Las palabras se estancaron en mi garganta por tanto placer que sentía en ese momento, así que solo asentí con la cabeza, el al notar mi asentimiento introdujo el primer dedo en mi interior, sentía que en cualquier momento iba a correrme, me sentía en el maldito cielo.

Más Allá Del Límite Donde viven las historias. Descúbrelo ahora