1

3 0 0
                                    

jiyeon's pov.

Mis manos se movían lentamente mientras trataba de hacer el delineado de Ryujin, tenía que ser algo sencillo y pequeño. Con mis nervios a mil por tenerla frente a mí, mi mano no estaba colaborando demasiado, por lo que decidí frenar un segundo e ir al baño.

- Disculpa, debo ir al baño.

- No hay problema, bonita, ve.

Casi corriendo me voy, estaba nerviosa, tenía mil cosas en mi cabeza que no paraba de pensar en cosa tras cosa. Me mojé un poco la cara para calmar mis nervios, y terminar ese santísimo delineado.

Vuelvo, y me encuentro con la persona que me contrato, hablando con las chicas. Me acerco, doy una pequeña reverencia y trato de seguir con mi trabajo. Quería escuchar de qué hablaban, era raro que esté presente, por lo que mi curiosidad estaba al tope, y más aún al ver las caras serías de las chicas, debía ser algo serio e importante, me mataba el querer saber. Termino el delineado, y le muestro el resultado final a Ryujin, quien se mira al espejo y me regala una sonrisa.

- Otra vez, muy bien. Siempre me impresionas.

Le doy una sonrisa junto con una risa, y comienzo a guardar mis cosas. Tocan mi hombro, por lo que volteo a ver de quién se trataba.

- Señorita Jiyeon, ¿podemos hablar?

- Señor Yang, por supuesto, deje que acomodo un poco esto, y hablamos.

- La espero en la sala.

Asiento, y guardo rápido mis cosas. Mi curiosidad había aumentado, estaba más que nerviosa ahora por lo que me vaya a querer decir, puede ser algo bueno, como malo también. ¿Y si me despide? ¿Tal vez me pedirá trabajar con otros artistas? ¿Me subirá el sueldo? Millones, y millones de preguntas daban vueltas en mi mente.

Me dirigí a la sala de estar, donde se encontraban algunas personas de maquillaje, pelo y demás. El señor Yang me ve, y pide a los demás que de retiren. Lentamente, me acerco al sillón para conversar.

- Dígame.

- Bien. Señorita Jiyeon, hemos visto su muy buen trabajo, la mano que tiene para dejar a nuestras chicas preciosas, e incluso su linda personalidad, con la cuál las chicas están cómodas, pero...

El "pero", eso fue lo que más temor me daba. Cuando es una mala noticia, comienzan con halagos o cosas buenas hacia ti, lo que indica que no es algo bueno. Su pausa repentina, hacia que quisiera morderme las uñas de la ansiedad.

- ¿Pero?

- Pero, hemos notado que le cuesta trabajo llegar a tiempo, ya que no tiene movibilidad propia, por lo que esto puede demorar con el trabajo, aunque sepamos que usted es una persona muy eficaz a la hora de trabajar rápido.

- ¿Me está despidiendo?

- Algo así, señorita Jiyeon. Hay una chica que se ofrece a trabajar, y tiene movilidad rápida. Lo que quiero decir, es que si puede mejorar con respecto a eso, sigue con su trabajo, pero si no es así, tendremos que quedarnos con la señorita Minji.

- Entiendo...

Me quedé pensando unos segundos, no sabía cómo sentirme, estaba nula. Mi mente seguía con las millones de cosas que tenía, por lo que hacía que se me dificulte el pensar una respuesta.

- Está bien, no creo conseguir algo tan rápido y sencillo, por lo que me veo en la obligación de darle mi lugar a la señorita Minji. Agradezco todo el tiempo que me ha brindado, el espacio y la confianza en mi trabajo. Gracias por charlar lo conmigo, y haberme dado otra oportunidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

temptation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora