Adéntrate en el oscuro y fascinante mundo de *Jujutsu Kaisen* como nunca antes lo has visto. Esta colección de traducciones de Tumblr reúne los relatos más intensos y provocativos inspirados en tus personajes favoritos, llevándolos a un nuevo nivel...
୨ ୧ c h o s o , k e n t o , s a t o r u , s u g u r u , s u k u n a y t o ji × cómo su dulce criada los cuida... o intenta hacerlo .
c o n t e n t o s : JJK men x afab/fem! lector - contenido explícito; menores DNI - diferencia de tamaño (¡forma verdadera! kuna) - oral (f! + m! recibiendo) - masturbación - trío - sexo protegido ( psa: envuélvelo, o ponte cachondo ) - perversión señor/amo - juguetes sexuales - juego de impacto (azotes) - degradación + humillación - juego con el clítoris - sobreestimulación - más cosas especificadas en sus respectivas perspectivas - las partes de satoru + suguru están combinadas.
recuento de palabras : 5.2k
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⊹ ♡ K a m o C h ō s ō ⋮ oral (f! recibiendo) - juego con el clítoris (lamer + chupar) - ¡ebrio de coño! choso - sqůirtǐng - apodos (bebé, monada, cariño).
—Choso, por favor... ¡Mmm...! No debemos...
“ Shhh , no tan fuerte, cariño…”
Cubres tu boca temblorosa con tus manos, tus cejas se juntan con los dedos de tus pies curvados dentro de tus mocasines y tus pensamientos corren desenfrenados al ver la cabeza de tu amo enterrada dentro de tu falda.
Se suponía que debías vestir a tu amo para un evento al que debía asistir, y casi habías terminado de hacerlo presentable para la ocasión, peinando su sedoso cabello castaño (generalmente mantenido en coletas) hasta su nuca y rociándolo con tu colonia antes de abrocharle su camisa blanca suelta de manga larga.
Sin embargo, detuvo tus manos en el tercer botón, la pálida piel de sus pectorales ante tus ojos. Rápidamente, desvías tu mirada hacia él para ver qué pasa, solo para gritar cuando él se desploma sobre sus rodillas y te atrae hacia él por la mitad inferior, su rostro acurrucado en la ingle de tu falda.
Por supuesto, intentaste apartarlo. “¡Maestro Choso, este no es el momento!”, le sermoneaste, tratando de quitártelo de encima sin despeinarte el cabello que tanto te costó arreglar. Pero sus brazos envuelven tus piernas con fuerza, atrayéndote aún más.
—No, no puedo —puedes ver el destello rosado que se enciende en las hélices de sus orejas—. Necesito esto... te necesito —su rostro se hunde más en la hendidura de tus muslos, la tela de tu delantal y falda no es un obstáculo—. Hueles tan bien...
—Choso, por favor, no debes hacerlo —tus ojos se dirigen a la puerta para asegurarte de que está cerrada, ¡gracias a Dios! —Tienes que prepararte para... —Tu respiración se entrecorta cuando un par de ojos color caramelo miran en tu dirección, entrecerrados con intenciones que NO son adecuadas para este momento y lugar.
