Capítulo 4

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Había vuelto a ocurrir, casi de igual manera que la primera vez. El sol se había comenzado a ocultar dejando tras de sí la oscuridad, dejándolos un poco más ocultos en aquel callejón. Rengoku tenía acorralado a Giyuu, tomando fuertemente ambas muñecas y colocando su rodilla entre las piernas del beta que trataba de zafarse de la situación, sus bocas apenas se separaban dejando salir jadeos y gruñidos. La temperatura comenzaba a elevarse, era obvio que no se detendrían a pesar de la resistencia de Giyuu, Kyojuro había entrado repentinamente en celo y no se detendría hasta que se encontrará satisfecho.

El olor del alfa lo estaba invadiendo, lo que significaba que estaba liberando más feromonas de lo normal para que un beta pudiera detectarlas, era un aroma abrasador, y a pesar de que lo negara le gustaba, le daba una sensación de calidez y cariño que creía olvidada.

Ambos cuerpos se movían instintivamente, juntándose tanto como se podía, frotándose el uno contra el otro, sintiendo la molestia de la ropa que estaba entre ellos, casi olvidándose del entorno en que estaban hasta que unos pasos trajeron de vuelta a la realidad a Giyuu.

—No po...demos ha...cerlo...— Susurró con la respiración agitada y cortada, estaba sin aliento.

Rengoku no respondió, solo siguió tocando el cuerpo ajeno mientras lo besaba en el cuello, estaba inmerso en saciarse, y la resistencia que ponía Giyuu solo lograba hacer que se excitará más, quería tenerlo, necesitaba tenerlo entre sus brazos escuchando esos dulces gemidos que le encantaban, quería estar dentro de él, quería ver su rostro azorado, tal como la primera vez.

Nunca pensó que el vítreo y distante pilar del agua pudiera hacer aquellas expresiones desbordantes de placer, ni mucho menos aquellos sonidos tan altos, le era difícil escucharlo en ocasiones pero, ¡Maldición!, cuando gemía lo podía escuchar tan claro y a la perfección, se había vuelto adicto a escucharlo de esa manera, al igual que ver cómo su piel pálida se llenaba de marcas que él mismo le provocaba, realmente le excitaba mucho Giyuu.

Tomioka volvió a insistir con que no podían hacerlo, esta vez su voz sí llegó a los oídos de Rengoku, quien solo lo tomó en sus brazos y comenzó a correr en dirección a la finca de Tomioka, tan pronto y pisó el genkan(*) comenzó de nuevo a besarlo desesperadamente, casi arrancándole la ropa al contrario. Estaba demasiado ansioso de verlo desnudo después de tanto tiempo, y su miembro frotándose contra los muslos de Giyuu era prueba de ello, y a decir verdad él también lo estaba, tal vez solo estaba abrumado por las feromonas pero quería hacerlo de una vez, comenzando a mover un poco su cadera al ritmo de la contraria.

—Veo que tú también extrañaste esto.— Le murmuró con voz ronca al oído, mientras comenzaba a posicionar su miembro entre las nalgas de Giyuu, siempre tan apretado como siempre, batallaba un poco para meterlo pero cuando estaba dentro era demasiado bueno.

Los frenéticos movimientos de cadera provocaba el sonido del golpe de las pieles, Giyuu siempre se avergonzaba por aquel sonido tan obsceno, al igual que de su propia voz, sin embargo cuanto más rápido era el movimiento más cedía al placer, no pudiendo controlar sus gemidos, y aquella era demasiado erotico para Rengoku, su naturaleza alfa se complacía con verlo de aquella manera, y esa no era la excepción, se veía tan jodidamente sexy que no pudo controlar sus impulso más primitivo, yendo directamente al desprotegido cuello del beta para morderlo con fuerza. Desde hacía mucho tiempo había soñado con eso, con marcarlo y reclamarlo como suyo, aunque fuera algo inutil, sabía que no tendría ningún efecto en él, pero quería que el mundo supiera que Giyuu Tomioka le pertenecía, aunque fuera una marca temporal, él estaba bien con eso. Una inutil y sangrienta herida ahora adornaba el cuello del beta, Rengoku sonrió con satisfacción, pero algo que lo desconcertó fue la expresión de Tomioka: se notaba molesto.

—Salté— ordenó inmediatamente con su típico tono frío. Algo extrañado el alfa lo obedeció, viendo como inmediatamente tomó su ropa y trató de irse, inmediatamente lo tomó de la muñeca, no quería que se fuera de esa manera, ni siquiera había hablado con él de lo que quería, no sabía todavía porque lo había ignorado todo ese tiempo. Habían tenido una agradable tarde comiendo como en los viejos tiempos, hasta que él sorpresivamente entró en celo. — No puedes jugar de esta manera Rengoku.

—¿Qué quieres decir Giyuu?— Estaba confuso, el celo lo tenía aún algo nublado, no pensaba con total claridad.

—No soy un omega. —Respondió inmediatamente. —Y mucho menos soy tuyo. — Cubrió con su mano la herida sangrienta, era dolorosa y punzante, antes ya le había dejado chupetones y pequeñas mordidas pero esa vez se había pasado, aquella marca en su cuello lo reclamaba inútilmente como propiedad del alfa, nada en su cuerpo cambiaría, ni mucho menos en sus sentimientos, ningún vínculo se había formado, ni se formaría por ser un beta.

—Lo sé. —Respondió, estaba apenado por dejarse llevar de nuevo por sus instintos. Odiaba eso, odiaba sus instintos primitivos en ese aspecto, por más que quisiera que Tomioka fuera suyo era imposible, por sus castas y por la independencia del pilar del agua. Odiaba escuchar que era propiedad de Kyojuro, incluso si solo era por el éxtasis del momento, nunca le había gustado y siempre lo había expresado.

—Además— Giyuu comenzó a hablar con calma. —Esta es la última vez que lo haremos. —Agregó dejando con una cara de incredulidad en Rengoku. Abrió la boca, pero no salía ni un sonido, no sabía qué decir. —Ya no puedo ser tu sustituto de omega. — Continuo al ver la confusión en el rostro contrario. — Porque ya encontraste a tu omega.

Kyojuro se quedó en silencio, pensando en Tanjiro, apenas y lo conocía pero el recordarlo hacía que su corazón latiera rápidamente, recordar su sonrisa y sus brillantes ojos rojizos hacía que quisiera correr a donde estaba él, sin embargo él quería estar con Giyuu, jugar con su largo cabello azabache y verlo sonreír discretamente, eso le gustaba aunque no supiera porque. Estaba confundido, no sabía exactamente lo que sentía realmente, ¿Qué sentía por Giyuu?

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