Te diriges hacia tu casa todo empapado, después del funeral de tu mejor amiga, estabas destrozado, 10 años de amistad acabados por la maldita tuberculosis., tus ojos completamente rojos, tu mente estaba nublada y no podías parar de recordar su increíble sonrisa.
Caminabas con la mirada hacia el piso, tratando de controlar tus lágrimas para no volver a empezar, escuchabas las bocinas de los autos, que en segundos pasaron a no ser molestia, pero una fuerte brisa hizo que al fin levantaras la mirada, viste a ¿Tu mejor amiga?, corriste hacia ella gritando ¨Lez¨, la chica volteó y esos ojos, esos que veías casi a diario te atraparon, la chica por toro lado, la viste como se sostenía por fuera de la barandilla del puente que estaba a punto de soltar, una desesperación brutal te entró ¿Te imaginas a alguien más muerta?.
La chica tenía una expresión totalmente apagada, definitivamente no era tu Lez, la sujetaste del brazo y su rostro cambió a mostrarte una imágen de confusión y cunado por fin pudiste soltar un ¨ No lo hagas, por favor¨ con una voz casi quebrada, viste como caían sus lágrimas, una tras otra ,sin parar y aún mantenía esa expresión de confusión pero tú podías sentir lo que realmente ella quería expresar, luego dijiste ¨Te puedo ayudar a venir hacia mi y conversamos, ¿Si?¨ y aún desbordando lágrimas ella, solo asintió con la cabeza, no podías dejar de pensar en Lez, en que tanto se parecían y en lo único que se diferenciaban eran sus labios, de esta chica llamada ¨Millie¨, eran carnosos pero se veían tan secos , hasta que la viste tratando de sonreír y ahí viste su segunda diferencia, Millie reflejaba total tristeza, no había ni una pizca de brillo.
No tuviste que preguntar nada cuando ella ya estaba soltando todo, a fin de cuentas, solo era una chica con un corazón tan frágil, que se rompe casi a diario y ella trata de cada vez más guardarlo, pero esa noche fué su tope, tú le diste una sonrisa de apoyo, pero a ella le pareció gracioso que siempre crean que con una sonrisa así pueda sentirse mejor y al fin, pudiste ver una chispa, una esperanza, un brillo, un comienzo de algo.
Ella te preguntó del porque de tu apariencia y también acabaste soltando todo, fue tonto pero ella también marco esa ¨sonrisa de apoyo¨ ambos acabaron riendo y empezaron a caminar, se hacían preguntas como para pasar el rato y sentiste una conexión tan rápido, muy pronto llegaron hasta tu departamento, le preguntaste si quería que la acompañaras a su departamento, pero ella no quería ir , ¨No quiero estar sola¨ fué lo que te respondió, así que la invitaste pasar, preparaste café para ambos y la dejaste tu cama para ella.
Así fue su raramente lindo comienzo, para que cinco años más tarde y demasiadas citas después, se casaran.