REWRITE THE STARS

cap 1

- lo siento, pero no cree que sea muy tarde para estar aquí, lleva mucho tiempo ahí sentada... ¿de casualidad no tiene a dónde ir?

Lo mire con una mirada asesina al levantar la cabeza

- Di- digo por curiosidad

El chico que me hablaba era alto con cabellera castaña, llevaba un pantalón ancho color café claro y un saco negro con la capucha puesta, no podía ver su cara, pero podia escuchar su voz, era gruesa, profunda, hasta podría decir que de otro mundo, y solo hablaba de su voz

- ¿Es de tu incumbencia, acaso te importa cuánto llevo aquí sentada? -levante una ceja

- ¡Si di-digo no! - grito

- No grites no soy sorda

- Lo siento - agacho la cabeza

Me levante, no quería seguir una conversación que no tenía sentido y que no tenía ganas de llevar. Tome mi bolso y al "intentar" caminar para irme a casa, si, "intentar", porque este chico no pensaba lo mismo que yo y su mamo rodeo mi muñeca, su mano era suave, casi como tocar la mano de un bebe, era cálida, tan cálida que mis manos frías sintieron su calor

- Lo siento no quería incomodarte, pero no has respondido mi pregunta

- ¿Disculpa? - levante una ceja - Que pregunta

- La de - la de si no tienes a donde ir - soltó con un suspiro

- Y yo te dije que no era de tu incumbencia - le dije con brusquedad

- Lo siento - repitió

- Ash siempre te disculpas por todo, es estresante y estúpido

- Lo siento

- Ves - señalé - deja eso, si te vas a andar disculpando por todo pues ve a hablar con un poste que ese no se va a enojar o a estresar - rodé los ojos y miré la mano que me sostenía - suéltame - solté con tanta brusquedad que ni yo me reconocía
¿Por qué le estoy hablando así? ¿qué me pasa? El no tiene la culpa de mi frustración, de mi rabia

Me miro asustado, sus ojos eran color miel, tan claros como el día, pero a la vez tan oscuros como la noche, se veían brillosos, como si tuviera mil galaxias en ellos, pude ver como contenía las lágrimas, pero ¿por qué? ¿por qué iba a llorar? ¿acaso se lastimo?, al soltarme la mano pude ver como se mordía el labio inferior, sus labios, no sé qué hacían mis ojos ahí, pero sus labios eran gruesos, tan carnosos que podría jurar que al morderlos se sentiría como la gloria, que su sabor sería tan exquisito como probar lo prohibido, a pesar de verlo así solo tuve un maldito pensamiento, solo uno

Lindo

Mi rabia se había ido

- Tú - le dije

- S-si

- Quién eres, porque te acercaste a mi

- Yo-yo pasaba por aquí y te vi ahí sentada, llevabas ya mucho tiempo, me acerqué pensando que tal vez te habías quedado dormida, no quería que te pasara algo malo

- ¿Acaso me conoces como para importarte si me pasaba algo o no?

- Yo... no te conozco

- Bueno queda todo solucionado te vas - le señale la calle frente a nosotros la cual se encontraba totalmente vacía - me voy, adiós - le agite la mano y me voltee en dirección contraria a la que le había señalado para irme

-Adiós - susurro tan bajo que su voz salió tan gruesa que me hizo erizar

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